The Mangler

Durante estas semanas en las que los estrenos interesantes de género pueden contarse con los dedos de un pie deforme, supongo que preludio del típico verano donde lo tangas de látex no dejarán espacio al terror dentro de la actualidad, siempre viene bien echar manos de obras pasadas. Mejores o peores, aquí está vuestro fiel servidor para airear los miasmas del terror. Esta vez me ha tocado la suerte de revisitar una obrita de los años noventa, década que se caracterizó por un tremendo descenso en la calidad y cantidad del cine que tanto nos gusta. Las productoras potentes, salvo sonadas ocasiones, daban la espalda a monstruos, asesinos, fantasmas y demás colegas, dejándolos a la suerte de producciones más modestas y, generalmente poco cuidadas. ¿Hemos mejorado en 2017 tanto realmente? Establezcan los paralelismos que deseen, la verdad que muchas de estas infames producciones pueden ser muy entretenidas hoy en día gracias a los estúpido de su resultado final. Quizás dentro de veinte años pase lo mismo con nuestras caras…

“The Mangler”, estrenada en 1995, es un largometraje estrenado en cines USA, con más pena que gloria, el cual sintetiza con bastante acierto el miserable estado del terror sobrenatural por la época, venido a menos y con pocas ganas de tomarse en serio a sí mismo. Comprueben si no los tres nombres fundamentales tras esta simpática obrita caída en desgracia: Tobe Hooper, Robert Englund y Stephen King; aunque en el caso de este último sólo aparezca como creador del relato que da origen a la historia. Por cierto, mucho más descocada y surrealista que su fuente original, plagada de momentos dignos de ver en pantalla a pesar del poco estilo con que son presentados.
En concreto, King no vivía su mejor momento siendo adaptado al cine, tampoco en el terreno personal, turbulento reflejo de cintas relegadas al pujante formato del DVD. Así sus argumentos adoptaban tintes ridículos, aunque no exentos de gracia, en títulos del calibre de “The Night Flyer”, “Sometimes They come back Again”, “La Tienda” o “Quicksilver Highway”. Lejos queda la gloria de finales de los setenta o primeros ochentas, hecho todavía más acuciante en el caso de Hooper, que protagonizaba durante los noventas una segunda mitad de carrera estrepitosamente mala. Otro gallo le cantaría al siempre amable Englund, que supo mantenerse a flote en su nicho preferido: el terror de bajo presupuesto. Déjenlo hacer y se pondrá en la piel de un depravado y perverso Scrooge; a su estilo, entre la parodia y la pesadilla.

Bueno, ¿y de qué va la cosa? Los más despistados, pues “The Mangler” ha tenido un largo recorrido por la red de redes a pesar de no ser estrenada oficialmente en España, van a flipar tanto como un pepinillo volando en ala delta:
Resulta que en una enorme lavandería, ubicada en un pueblo cerca de los pantanos de Luisiana, se están produciendo extraños accidente alrededor de una planchadora industrial. ¿Vudú o falta de seguridad laboral? Este viejo y enorme, casi megalítico modelo demuestra especial afición por la sangre de virgen. Y lo hace para satisfacer las ansias de poder del propietario de la empresa, un enjuto y deforme tipo capaz de pactar con el diablo parea ser el rey del pozo de mierda al que se ha visto reducido el pueblo. Los accidentes, regados de abundante sangre en un gesto gore inesperado para la época, terminan llamando la atención de un detective extraído directamente de publicaciones “hard boiled” de los años treinta, poniendo en tela de juicio la ubicación temporal de todo este tinglado.
Amargado y resentido, nuestro detective unirá fuerzas con un estudioso de lo sobrenatural, el típico cuñado, para enfrentarse a las malignas intenciones de la planchadora endemoniada. Se lo ruego, añadan a la función sicarios sudorosos, mucho vapor, mansiones envueltas en niebla, mujeres histéricas, un fotógrafo morboso llamado “fotógrafo”, algunos efectos especiales esperpénticos, antiácidos compuestos de belladona, refrigeradores poseídos por refracción y un ambiente que, en general, parece más propio del mundo del comic que del cinematográfico… El resultado será una película llena de pecados, no tantos como para reírnos a mandíbula batiente, pero sí para reconocerle un punto canalla que gustará a los aficionados a la serie B con la suficiente condescendencia.

Pues bien, la Alianza del Mal – Englund, Hooper y King – aquí han parido un grasiento y costroso cuento que rescata claramente la influencia que el autor de Maine siempre ha reconocido por parte de los comics de la “EC”. ¿No es acaso “Creepshow” el mejor y definitivo homenaje cinematográfico a “Tales from the Crypt”? Así “The Mangler” se destapa como una locura de sobreactuaciones y excesos de cartón piedra, especialmente un Englund maquillado sólo un peldaño por debajo del icónico Freddy Krueger. No obstante, los efectismos se ven limitados dentro de un presupuesto que sólo deja lugar a la burla dado el alcance de lo que quiere mostrarnos el argumento. ¿Os imagináis a una planchadora industrial recorriendo una siniestra escalera de caracol? Más propio de una escena vomitada por Tex Avery, aquí los recursos dejan paso a unas sensaciones similares a “Deadly Premonition”… video juego que, por cierto, me encanta y casi tiene más de “Twin Peaks” que la última provocación de Lynch, también disfrutable, por qué negarlo. Es decir, por un lado sabemos que lo vemos es barato y falto de sentido artístico, sin embargo no podemos negar una innata capacidad hipnótica. Eso sí, no es mérito de Hooper, rodando a un nivel simplemente funcional.

Además debemos criticarle al director norteamericano su infantil interpretación de la historia original. Si ya el argumento del relato de King está cogido por los pelos, pues no olvidamos que se trata de un pequeño cuento publicado en 1978, la tarea de Hooper como guionista se plantea como más superflua de lo esperado, no entiendo la necesidad de ayuda de cuatro manos más. Alargando un simple cuento humorístico hasta el límite de lo coherente, convirtiendo en pura inconsistencia su tramo final, lleno de idas y venidas donde nada tiene el mayor sentido fuera de su propio universo pulp, el más laxo y pringoso.
¿La influencia de la novela negra, el ambiente pantanoso, la tendencia lovecraftiana en cuanto a males heredados? Sí, todo esto suena muy divertido, y lo es sólo si sabes disfrutar de su aire naif, pero la mezcla sólo funciona gracias al cinismo de Ted Levine (“Shutter Island”, “El Silencio de los Corderos”), como el agente Hunton, y de Englund como ese empresario demente y pasado de rosca. Ellos marcan los puntos álgidos de este extraño cuento, al cual les remito en caso de estar aburridos una de estas noches estivales, vista sin pretensiones es un bonito viaje a los locos, locos noventas…

Que “The Mangler” debería haber sido presentada por “El Guardián de la Cripta” propiedad de la HBO parece una obviedad llegados a este punto.