Hank Boyd Is Dead

Seguimos a la actriz y vendedora Sarah Walsh, la cual es obligada a atender la reunión post funeral de Hank Boyd, un hombre solitario que fue acusado de un crimen horrible. Sarah conoció a Hank en la escuela secundaria, un tipo tranquilo, así que le cuesta creer algo tan terrible como ese crimen. Sin embargo, su opinión comienza a cambiar después de conocer al hermano de Hank, David, un policía local con un pasado confuso. Sarah también conocerá al compañero de piso de Hank, Ray; a la madre enferma del finado, Beverly; a la hermana menor, Aubrey, una mujer psicologicamente enferma. Frente a este grupo variopinto de gente, y los cadáveres que se acumulan tras ellos, Sarah deberá ejecutar la actuación de su vida si quiere sobrevivir.

¿Comedia? ¿Horror? ¿Nulo presupuesto? Palabras suficientes para arrancarse los ojos, pero aquí está un servidor para traeros noticias sobre películas que no merecen tal nombre, con objeto de preveniros no sea que un día estéis a merced de sus garras. En este caso la trampa se llama “Hank Boyd Is Dead”, resultando ser todo lo obvia que sus humildes orígenes norteamericanos podrían hacernos sospechar. Es decir, viendo su cartel, su tráiler o las inefables actuaciones de un grupo de actores amateurs, resultaría un suicidio cerebral atreverse con ella incluso una noche de insomnio. Claro que todo el mundo merece una oportunidad, así que en este caso: ¿Podemos ser un poco indulgentes al encontrarnos ante el debut de Sean Melia, sin relación alguna con la cadena hotelera?

¿Indulgentes? ¡Ni de coña! Hasta Peter Jackson o Sam Raimi empezaron por los miasmas del cine de género, pero “Hank Boyd Is Dead” no supone una obra de culto inmediata, ni siquiera algo que merezca existir. Eso sí, el amigo Melia hace de su capa un sayo y toma una estimable variedad de roles – guionista, editor, productor – para poder sacar adelante su visión cinematográfica. Eso, nos parezca mejor o peor, es algo loable.
La película de marras, rodada en 2015, fue estrenada el pasado 27 de Junio, con el éxito de crítica que podéis imaginar.