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Poltergeist II: El otro lado

Dios está en su sagrado templo, líbranos de la iniquidad

Poltergeist II: El otro lado

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Tras el éxito de “Poltergeist” en 1982 resultaba evidente que más temprano que tarde llegaría una secuela. Pero fijaos como eran otros tiempos que la continuación se hizo de rogar cuatro años, y es que el proyecto original nunca estuvo pensado como una saga. En realidad, los ochentas fueron el principio de la narrativa con elefantiasis, a día de hoy muchos proyectos son editados con su rentabilidad como saga en mente, por aquella época estirar el chicle era una cuestión más natural: surgía de forma espontanea, eso sí, con resultados igual de dudosos que en el presente. En el caso de una de las más famosas películas sobre casas encantadas, la secuela estuvo unos peldaños por debajo de su precursora, quedando relegada al saco del terror sobrenatural de serie B de relleno para los videoclubes.

La familia Freeling se muda con la madre de Diane en un esfuerzo por escapar del trauma y las secuelas del secuestro de Carol Anne por fuerzas paranormales Pero estos poderes no se rinden tan fácilmente y se encarnan como el reverendo Kane, un fanático religioso responsable de la muerte de sus muchos seguidores. Su objetivo es simple: quiere a la angelical Carol Anne. Pero el amor de su familia y el poder de sus amigos psíquicos una vez más se unen, junto con la sabiduría de un anciano nativo americano, para luchar por la libertad y el estilo de vida norteamericano.

Sorprendentemente se postulaba candidata a un Oscar™ por sus efectos especiales, pero reconozcámoslo: ha envejecido bastante mal. El desenlace nos presenta a todos los protagonistas en otro plano de una forma gráfica demasiado explícita por un lado, y dolorosamente falsa por otro. Destaca también en el lado negativo su intento de horror familiar, plagado de momentos estomagantes que rozan el ridículo casposo. Entre ellos podríamos citar, precisamente, la reunión cósmica de los Freeling entre nubes de ectoplasma o los diferentes rituales chamánicos a los que asistimos anonadados por la proliferación de unos efectismos descontrolados.

Añádanle una subtrama forzadísima para justificar la existencia de esta continuación: donde los espíritus atormentados ya no pertenecen a un cementerio indio si no a una secta religiosa que se suicidó en masa. Esto propicia, afortunadamente, el tono oscuro que adquiere el guión en ciertas partes, creando un importante desequilibrio entre sus partes más pueriles y momentos realmente macabros, como la expulsión física de un demonio por la boca del cabeza de familia, que previamente lo tragaba en forma de gusano dentro de una botella de tequila. Un ejemplo de esta paradoja en la que se reboza “Poltergeis II” – a ratos te impresiona, a ratos te provoca risa y a ratos te aburre – sería el que si bien fue nominada a ese citado Oscar™ también lo fue Zelda Rubinstein a un Razzie por su papel secundario. La verdad que le pequeña y rechoncha mujer es completamente innecesaria dentro de la trama.

De manera más concreta, el tono oscuro tiene que ver con el reverendo Kane, un intento por concretizar en un solo personaje malvado la atmósfera de la primera parte; supongo que parte de la tendencia Krueger que infectaba el cine fantástico de la época. Sin embargo, el villano de turno aquí se erige en la estrella principal de la función, principalmente por la inquietante presencia física del actor que lo interpretaba: Julian Beck, fallecido poco después de filmar esta película, añadiendo más madera a la leyenda negra que se iniciaba con el asesinato de la joven actriz que interpretase a la hija mayor de los Freeling, Dominique Dunne, carácter aquí desaparecido sin mención alguna.
Volviendo al señor Beck, su personaje es sinónimo de pesadillas infantiles dentro de una generación concreta entre la que me cuento. Una figura que, quizás afortunadamente, ha sufrido una exposición muy controlada gracias al agotamiento de la serie de películas que lo vio nacer. Tampoco es que un predicador infernal como Kane pudiese tener mucho recorrido, pero su lento caminar bajo la lluvia mientras canta sus loas a Dios quedará grabado a fuego en la retina de muchos, demostrando una sugerente capacidad de sugestión incluso treinta años después.

El resto de la familia repite aquí sus papeles con más o menos acierto. La pequeña y malograda Heather O’Rourke consigue no parecer demasiado indefensa, superando en seriedad a unos sobreactuados padres ficticios: JoBeth Williams y Craig T. Nelson, siendo el colmo de sus desmanes interpretativos la escena en la que él es poseído por un avieso Kane: una sucesión de fotogramas truculentos que me reafirman en la opinión de por qué las nuevas sagas de casas encantadas tienen tan poco que ofrecer. Los tiempos han cortado las alas a la perversión, entendida como una característica del mal, y eso ha quitado peligrosidad a su representación en cintas como “Insidious” o “The Conjuring”, bastante pacatas en el fondo.

La dirección de Brian Gibson no es nada del otro mundo. De hecho podemos saber bastante de “Poltergeist II” cuando ya en su arranque tiene que echar manos de secuencias de su primera parte para explicar hechos que, por un lado, son de sobra conocidos por el espectador y, por otro, podrían ser fácilmente explicados por otros medios menos evidentes. A este nivel nos movemos, con lo que tras las cámaras encontramos la profesionalidad justa para sacar a la luz un producto de explotación sólo poquito mejor que las otras copias baratas que a día de hoy todavía se ruedan en medio mundo.
El guión también deja bastantes detalles en el aire, la sucesión de personajes con poderes psíquicos es puro esperpento, demostrando que la corta carrera de sus autores, Michael Grais y Mark Victor, no sería fruto de ninguna maldición. Lo más molesto resulta la insistencia de sus autores en rellenar páginas con la presencia de un personaje indio que nos devuelve los guiones más repetitivos y faltos de contenido de toda la obra. Una vez superada la broma, atentos a la introducción del citado chamán en una ceremonia llena de efectos especiales terriblemente datados, la aparición de este gurú del amor se merece pulsar el botón de avance rápido, estáis advertidos.

Poco más que añadir, “Poltergeist II” no pertenece a la historia de nuestro género favorito por su calidad o lo cuidado de su historia, pero se ha ganado con el paso de los años un merecido lugar dentro del corazón de los aficionados gracias a suponer el punto de partido de un villano tan enigmático como inquietante: el reverendo Kane. A buen seguro, en estos locos años que vivimos ya hubiese sido nombrado icono de culto y protagonizado varios “spin offs”.
Por lo que más queráis: ¡no lo dejéis entrar a vuestra casa!

Lo mejor: El reverendo Kane en el porche. Gracias a él se le perdonan muchos fallos, de otro modo sería para despellejarla.

Lo peor: Pueriles escenas de "buenrollismo" dignas de "Chitty Chitty Bang Bang"


Vuestros comentarios

1. 15 jul 2017, 12:07 | Belzebeer

Me encantan los casos paranormales, de hecho yo desde que era muy pequeñito queria ser parasicologo, deje los estudios en mi adolescencia porque todo el mundo me decia que solo era una aficcion y no un trabajo, puesto que era lo unico que me interesaba me sali y ahora soy como un negro pero blanco, o lo que es lo mismo, no me dan trabajos de negros por ser blanco, no es broma ni es racismo, tengo hijos negros porque estoy casado con una mujer negra, nunca consigo comentar una realidad imnegable porque me tachan de racista porque si y juro por dios que no, para nada y menos.
La saga poltergeist esta muy sobrevalorada, no vale ni una puta mierda, su primera entrega que es la mejor considerada, no se parece ni la mitad a cualquier poltergeist real que bien podrian tener su propia sags, pero es que las secuelas son aun mucho peor, empezando por esta, claro esta, que hasta su tercera parte es mejor y eso que es otra basura, mejor ni hablar del remake, de verdad que no entiendo las criticas del comun de los mortales, no consigo coincidir con ellas casi nunca.

2. 16 jul 2017, 05:42 | Arconte

El mayor pecado de esta película fue desaprovechar los maravillosos diseños originales de Giger. Después, del monton…

3. 17 jul 2017, 03:40 | paulcrosnier

Increíble pero a estas alturas yo no he visto ningún Portergeist, sino solamente la primera entrega tendré que darle una oportunidad a esta por lo menos.

4. 17 jul 2017, 20:10 | José Daniel

La primera me encanta, aún teniendo sus fallos tiene su encanto y dentro de la época en la que se hizo ufff el payaso, la piscina,…Esta segunda me pareció algo aburrida y no recuerdo mucho por suerte y la tercera mejor ni hablar, es horrible

5. 20 jul 2017, 10:07 | rico

querido señor bob,por supuesto que julian beck mola,y mucho…a finales de los cuarenta fundo junto con su esposa y actriz judith malina el the living theatre….grupo a tener encuenta para todos los que nos dedicamos al arte dramatico,aunque en mi caso sea de serie b…si,la presencia del señor beck en esta peli es cuanto menos inquietante,ya casi deshecho por la enfermedad……señor bob,me gustan mucho sus comentarios y reseñas….un abrazo desde alicante y con mucha calor

6. 20 jul 2017, 20:55 | Bob Rock

Belzebeer.- Bueno, yo veo la saga como mero entretenimiento. Como nihilista convencido no puedo creer en algo que no vean mis ojos, espero no morir y acabar atrapado en un nimbo gris (mejor que negro o blanco extremo)

Arconte.- ¡Ostras! No lo sabía, ahora cuadran ciertas cosas.

Rico.- ¡Ánimo que ya queda poco para que os llegue la bajada de temperaturas (momentánea). Bienvenido y se libre de difundir tus trabajos como actor de teatro de serie B (me he quedado con cierta incógnita al respecto)

José Daniel, Paulcrosnier.- La tercera es bastante mala y la segunda no es una maravilla, pero le perdono de todo por Kane, me impresionó mucho de crío.

7. 22 jul 2017, 21:18 | Belzebeer

Bob Rock: lo primero que tengo que decirte, es pedirte perdon por escribir mi anterior mensaje completamente borracho y ahora que me vuelvo a leer no me entiendo a mi mismo, ahora tambien estoy borracho pero no tanto, vamos que lo puse al punto del coma etilico, me gusta beber y ahora estoy bebiendo, a mi edad es lo unico que tienes para evadirte de todo cuando tienes la inteligencia de no traer niños a este mundo de mierda con superpoblacion y que encima me robarian el disfrute que me queda, el cual pienso aprobechar por muy mal visto que sea por los robots de los demas.

Yo tambien soy un nihilista amigo y si tengo esa pasion por la parasicologia es porque mis ojos lo han visto, no puedo negar lo que yo he vivido en primera persona como “protagonista” nunca, pero no te confundas, soy el mas antireligioso de este planeta y los hechos que me sucedieron fue en una epoca en la que no bebia nada, pero me ocurrieron de verdad, comprendo tu postura, ojala tuviera la misma, eso significaria que no tendria que haber pasado por vivencias horribles para las que no puedes pedir ayuda, excepto a los falsantes y estafadores, al ser casos inexplicables olvidados por la ciencia que bien podrian explicar un poco si se pusieran, pero no se ponen ni con lo suyo, hay tenemos la diabestes tipo 1, la enfermedad mas marginada de la historia, tan actual como antigua, no se si me explico.
Cuanta profundidad argumental por venir a decir que poltergueist no vale un pañal cagado dicho sea de paso.

8. 24 jul 2017, 16:48 | Bob Rock

Belzebeer.- Nada que perdonar, hombre! Este es un foro de discusión libre mientras mantengamos todos la educación, como tú has hecho. ¿Escribir borracho? Te podría contar que yo he escrito mucho por aquí mientras fumaba hierba del diablo. Afortunadamente lo he dejado por ser incompatible con una mínimo de coherencia.

Por lo de ser nihilista, bueno, al final supongo que somos animales, con nuestras virtudes y nuestros defectos. Seré muy nihilista pero pasear por un cementerio de madrugada me hace encoger el esfínter. Lo importante es no dejarse seducir por palabras grandilocuentes y seguir el camino que uno ha decidido con la mayor honestidad posible. No creo, pero me gustaría creer, ya me entiendes.

Por otra parte, insisto en que la saga Poltergeist es un mero entretenimiento que no tiene nada que ver con ese posible mundo paranormal. Visto desde cualquier otro prisma… pues seguro que parece un pañal!!!

Cuídate!

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