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Warlock, el brujo

Grasa de niño no bautizado

Warlock, el brujo

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Si no me equivoco estrenada en 1991 a pesar de llevar rodada un par de años, “Warlock” es una genial muestra de serie B en su expresión más llana. Una película tan simple como eficaz que puede llegar a marcar la adolescencia del espectador en caso de ser vista en el lugar y momento adecuados, como fue mi caso personal y el de muchos amigos a los que, precisamente, el personaje encarnado tan ferozmente por Julian Sands nos ha unido en nuestro periplo por la vida. Y es que no puedo evitar hablar en los momentos más inoportunos, que suelen darse en el interior de una iglesia durante los ritos a los que malditos familiares te obligan a asistir, sobre la inconveniencia del bautismo, por aquello de que la grasa de los niños no inducidos en la secta cristiana es el ingrediente principal para el filtro de vuelo. Si esta cuestión bordea muchas veces vuestro pensamiento cuando se dan los condicionantes adecuados… ¡bienvenidos!

”Warlock” es un malvado brujo que está a punto de ser incinerado vivo durante el siglo XVII, pero una extraña tormenta se lo arrebata a sus verdugos, uno de los cuales sigue al hechicero en ese torbellino que los lleva a…

Los Ángeles, 1989, una calurosa noche de tormenta el infame brujo acaba en la casa de una chica moderna y pizpireta. Pronto descubrirá que su misión en tiempos modernos es reunir las hojas del “Grand Grimoire” para descubrir el verdadero nombre de Satán y, pronunciándolo, destruir el mundo. Sólo la chica que le dio cobijo en un principio y el incansable cazador de brujas que ha seguido a “Warlock” a través de los siglos, podrán detenerlo.

“Warlock” nos ha llenado, principalmente a los nacidos en la segunda mitad de los setentas, la cabeza con mierdas fantasiosas sobre brujos y demonios. Y es que a pesar de durar hora y tres cuartos, por encima de lo que la serie B suele usar como medida maestra, su argumento está plagado de pinceladas oscuras acerca de la brujería, regadas con una malignidad en parte envidiable: ¿quién no querría ver sus deseos más oscuros concretizados por sólo vender a Satán una nadería como el alma? Bromas aparte, este sería su gran encanto: no parar en ningún momento de ofrecer nuevas invenciones, basadas de forma lejana en algún tratado mágico de dudoso origen, sobre un hechicero cabrón como pocos, muy dado a la parafernalia macabra aunque su obra magna termine distando bastante del horror.

No existe una atmósfera de tensión ni nada parecido, a no ser que acabes de llegar a la adolescencia, algo que tampoco la castra en cuanto a diversión sana y desprejuiciada. Eso sí, se hace necesario un ejercicio serio de descontextualización: ¡las escenas genuinamente ochenteras, enfrente a un brujo del siglo XVII con Los Ángeles de 1989, son estomagantes a más no poder! Afortunadamente, el humor aquí es algo más involuntario que consciente, y no marca en absoluto el discurrir de la trama, más centrado en las andanzas del hijo maldito de Lucifer.
Hay que darle algo de crédito a David Twohy, su guionista, no hablamos de un hombre especialmente sutil – “El Fugitivo”, “Riddick”, “Waterworld” – pero sabe acentuar la acción dentro de sus obras. Twohy cuece con bastante acierto varios ingredientes distintos dentro de un caldero burbujeante, el cual sólo reposa, frenando el buen ritmo del que hace gala durante su primera hora, cuando la cinta va llegando hasta su final, postreros momentos donde la sencillez de la historia hace mella en el discurrir de los minutos.

Al igual que la prensa especializada del momento, considero a “Warlock” lastrada por unos efectos especiales, abundantes como sólo los efectismos de finales de los ochentas nos podrían regalar, que han envejecido bastante mal. De hecho, dado que se estrenó con bastante diferencia desde su fecha de producción, ya en su momento fue vilipendiada por esa profusión de efectos especiales cutres, donde destaca para mal el maquillaje de envejecimiento de su única protagonista fémina: Kassandra con K. Pero hablamos de un producto de siete millones de dólares; no es una cifra desdeñable, pero dado el festín de sucesos sobrenaturales que se dan durante cada minuto del metraje podemos entender sus limitaciones. Además, ahondando en el terreno fantástico donde se desenvuelve la trama hay que reconocer momentos imaginativos, como la escena donde Kassandra con K machaca con clavos las huellas del maligno hechicero.

Otro motivo de fuerte crítica fue la base de su guión: el viaje en el tiempo de un asesino implacable, el mismo “Warlock”, que sólo desea acabar con la humanidad; así como su persecución a manos de un cazador de brujos perteneciente a la misma época de la que proviene nuestro cruel villano. Que el flujo temporal fuese hacia atrás y no hacia delante, no salvó a esta obrita de agresivos ataques por parte de la crítica, que no tardó en equipararla a otras copias baratas de la mismísima “Terminator”. Por mi parte, reconociendo esa descarada influencia, le puedo agradecer a la película de Steve Miner (“House”, “Viernes 13 II” y “Viernes 13 III”) que sepa mantener un buen equilibrio entre los tres personajes principales, implicados en un triángulo lleno de acción donde los destellos de ñoñería son sabiamente dosificados. La culpa principal de esta eficacia y buen ritmo serían sus tres intérpretes, creo que en muy buen estado de forma. Sin ir más lejos, diría que Julian Sands jamás llegó a superar este “éxito”, sólo hace falta verle hacer el tremendo ridículo en “Romasanta”.

Junto a Sands debemos destacar en primera instancia a Richard E. Grant, interpretando al cazador de brujas con muchísima solvencia, únicamente opacado porque su antagonista alcanza unas cotas de carisma legendarias. Sin embargo Grant demuestra bastante más a nivel interpretativo, recomiendo disfrutar de su acento mascado en versión original, observen que su larga carrera es una constatación de este trabajo. A día de hoy habéis podido verlo en “Logan”, pero su experiencia se extiende hasta otros clásicos como “Drácula de Bram Stoker” o “La Edad de la Inocencia”, pasando por prestar su voz a películas de animación como “La Novia Cadáver”. El otro vértice del triángulo viene dibujado por Lori Singer, imposible de olvidar tras “Footloose”, aquí bastante lastrada por un papel un tanto forzado, y cuyas tonterías – ridícula evolución de chica superficial al estilo Madonna, a heroína de la humanidad al estilo Madonna – terminan por enervar en más de un momento. Lo que no quiere decir que la chica lo haga mal, la pobre tenía enfrente a dos bestias pardas pasándoselo genial con esos roles tan vacilones que les habían tocado en gracia.
Hagamos también cierto énfasis en la presencia de Mary Woronov (“¿ Y si nos comemos a Raul?”, “La Noche del Cometa”), una clásica actriz proveniente del lado más infame de nuestro género favorito. Su pequeño papel es un homenaje a toda su carrera, que todavía se prolonga, igual de casposa, hasta el mismo día de hoy.

Sin embargo lo verdaderamente grande de “Warlock” sería su banda sonora. Compuesta por el famoso y oscarizado Jerry Goldsmith, confiere a este largometraje un sabor que logra auparla por encima de su serie B de origen. Si por algo supone una experiencia tan personal enfrentarse a cada fotograma ocupada por el sátiro Sands, es por escuchar los instrumentos de viento retorciendo notas en un festival orgiástico de arpegios. Estas composiciones son lo único que deja vislumbrar el lado terrorífico de “Warlock”, ridícula cuando se aleja de los horrores puritanos de Nueva Inglaterra. Además es una de esas bandas sonoras que no se dedica simplemente a ambientar, cambia profundamente su línea melódica dependiendo de qué personaje esté en pantalla, otorgándole a “Warlock” un aura de malignidad indescriptible.

A pesar de que mi entusiasmo esconde parte de un crecimiento personal del que esta película forma parte, no puedo dejar de recomendar “Warlock” como una de esas obras básicas para los aficionados del género. Todos sus pecados se pueden perdonar si dejamos el cerebro aparcado a un par de metros de nuestro cuerpo. Sin ser exigente para el espectador, alberga una originalidad que supera esa base narrativa que bien podría estar firmada por James Cameron. No es la película definitiva, claro que no, es sólo otro de esos proyectos inocentes cuya mayor capacidad se reconoce como refrescar las noches de verano.

¿Puede que esta misma noche en que la luna parece estar hinchada por la putrefacción?

Lo mejor: Julian "Warlock" Sands y la banda sonora de Jerry Goldsmith.

Lo peor: A día de hoy, algunos efectos especiales dan risa; así como ciertas situaciones "ochenteras" muy pueriles.


Vuestros comentarios

1. 29 jul 2017, 20:58 | Skalope

Pues déjame que te cuente apreciado Bob, que Warlock es una de esas películas que siempre he pensado que tengo que volver a ver. Esto es porque en su momento me despertó un interés muy grande que, a la postre, supuso una gran decepción. No me gustó pero, de tanto en tanto, me vienen imágenes potentes como esa que comentas de los clavos en la arena o de la chica envejeciendo muy rápido. Y es precisamente esos recuerdos los que me dicen, oye, que igual no estaba tan mal, igual merece una segunda oportunidad.
Después de tus impresiones, no se cuando (escaso estoy de tiempo) pero está claro que un porrón de años después, intentaré un segundo visionado.

2. 31 jul 2017, 04:53 | paulcrosnier

La recuerdo muy bien, siempre me ha gustado lo malo fue que tubo unas secuelas, que no fueron igual de buenas.

3. 31 jul 2017, 11:10 | Bafometh729

Zanks Gran Bob. Siempre vienen buenos recuerdos cuando comentas películas antiguas. La primera de Warlock la tengo en buena estima (vista en su momento) aunque no fuese terror. También soy de los que pensaron que Julian Sands subiría como la espuma en Hollywood pero hizo traspiés en (la villa de los viernes) un film dramo-erotiquillo junto a la bella Joanna Pacula (El beso) y ya no supe nada más de él.
La verdad es que me da miedo volver a verla porque seguro que el paso del tiempo será bochornoso, así que mejor, no hago nada, y seguirá en mi cabeza degustándola en recuerdos.

Un saludo.
Bafometh729

4. 31 jul 2017, 22:21 | Swinger Pajon

Cuando era niño empatizaba mucho con Warlock, mi sueño era que de mayor seria un brujo tan cabronazo como el, nunca llegue a ser brujo pero si lo otro.
Por eso fue una gran pelicula de mi infancia, junto con la saga de dibujos Urotsukidoji que era mi favorita, le tenia y le tengo mucho cariño, yo queria ser un demonio follador, sobre todo lo segundo, y actualmente es imposible de conseguir, nunca salio del vhs, ni siquiera llego a editarse en dvd, pero Warlock si se puede encontrar en formato blu ray, asi que la revisione el año pasado y hay que ver como cambian las cabezas y como nos engañan nuestros propios recuerdos, me resulto infumable, ridicula, no hubo nostalgia posible que me hiciera volver a disfrutar ni un cuarto de la mitad de lo que la disfrute siendo un niño y creia en la posibilidad de que al crecer yo seria tan poderoso que joderia a todo el mundo, ahora que tengo la cabeza sin pajaros es todo el mundo quien me jode a mi y me doy cuenta de que la pelicula es un absurdo tras otro, tras otro, es totalmente inapropiada para verla siendo un adulto, por eso yo la considero una pelicula infantil.

5. 01 ago 2017, 06:00 | maymay74

Amaba esta película! Se me hacía tan diferente…
Aún conserva un lugar en mi corazoncito.

6. 02 ago 2017, 23:43 | Korben

Bob Rock eres muy grande!.

A los que empezamos a ser maduros, nacidos en los 80 nos has alegrado el día con esta reseña.

Película de culto.

Por cierto, no viene nada a cuento pero te podrías currar una reseña de Demons, sobre todo un analisis del final katana-moto.

Saludos!.

7. 05 ago 2017, 02:34 | Dereks-Never-Run

De pequeño, me cagaba con lo de la grasa de niño no bautizado (no lo estoy) Me resultaba muy potente la imagen de Warlock encandenado de esa forma al inicio, no sentí esa sensación de “peligro” hacia un villano hasta que tuve edad de ver al Dr. Lecter y su bozal. La medium que recibe ante su propio estupor al demonio Belial también se me antoja muy buena escena (Toma mis ojos).
Richard E. Grant siempre será para un servidor Darwin Mayflower de “El Gran Halcón” (Hudson Hawk) y me choca mucho verlo siendo serio o calmado.
Por favor, reseña de Demons 1, 2 y La Chiesa.

8. 05 ago 2017, 03:31 | Cuervo

Entretenida y poco más.

5/10

Saludos.

9. 29 div 2019, 00:42 | Susu

Después de mucho intentar recordar el nombre de la película… ¡gracias a tu blog lo he averiguado! Solo me venía a la mente la escena del niño no bautizado porque vi la película siendo muy pequeña. La veré de nuevo, aun sabiendo que podría resultar decepcionante. ¡Gracias!

10. 12 div 2022, 20:46 | Hispano Sajon

Me encantó cuando la vi con 15 años. En esa época la vi todo el verano. Me encantaba los poderes del brujo sobre todo el del fuego rojo, volar, la telequinesia.... Esos eran los mejores.
Creo que es una buena película para ver con una determinada edad, no es para adultos, pero para tener 15 años está bastante bien a pesar de los efectos de la época. Esperaré a que mis hijos tengan una edad apropiada y se la pondré para que la vean.
La verdad es que a pesar de que se sabe que el brujo era el malo para mí era el protagonista y no le gustó que lo mataran al final.
Supongo que hubiera preferido que el brujo hubiera hecho las paces con el cazador o algo así y se hubiera redimido ......
Le doy un 8'5 pero lo dicho, para ver con una edad determinada

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