Escape Room

Seis amigos acaban su noche de juerga en una sala de escape. Pronto descubrirán que tras el aparentemente inocente juego se esconde una macabra decisión: ¿quién sobrevive y quién muere?

El cine se alimenta de las modas y también las genera. Un ejemplo que se afilia al primer grupo sería la deleznable “Emoji”, vergüenza para todos sus implicados; y en el segundo grupo, por nombrar a la quizás a la mayor influencia del cine dentro del ámbito popular, “Star Wars”: vuestros bisnietos sabrán más de los puñeteros rebeldes que de vosotros. ¿Y a qué grupo quiere unirse “Escape Room”? La respuesta es obvia dada la actual fiebre que han causado las salas de escape en las grandes ciudades. Incluso existe un juego de tablero que ha sido recientemente premiado y que intenta trasladar al salón de tu casa las emociones de este tipo de juegos: “Exit, The Game”. ¿Es para tanto?

Aun no he podido probar las bondades y diversiones de esta experiencia de acertijos, aunque sobre el papel pinta bastante entretenido. Lo que no hace tanta gracia es el expolio de la saga “SAW” que demuestran sin vergüenza alguna los responsables de “Escape Room”, distribuida por una “Lionsgate” venida a menos, para justificarse como otro thriller de relleno en los catálogos de VOD.
Sabremos si tanta lapidación está justificada cuando tenga lugar su estreno en el mercado doméstico el próximo 10 de Octubre. La verdad que el tráiler al menos es resultón, una jodida copia de “SAW”, pero no es que el nulo bagaje de su director y guionista, Will Wernick y Noah A.D. respectivamente, invite al optimismo. Estos desconocidos señores han contado con un elenco lleno de jóvenes guapos y guapas, ellas parecen extraídas de un catálogo de Victoria’s Secret, ¿cómo se lo montarán tan bien en los Estados Unidos?