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Pánico antes del amanecer

Bosques sórdidos

Pánico antes del amanecer

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

Considerada por muchos como slasher de culto, “Pánico antes del amanecer” (“Just before dawn” o también distribuida recientemente en DVD como “Pánico, la pesadilla acaba de comenzar”) podría considerarse antes un survival macabro, lo que actualmente los norteamericanos llaman “backwoods horror”, que una cinta de cuchilladas. Todo este despliegue de anglicismos simplemente esconde una película de bajo presupuesto que ha envejecido bastante mal a pesar de seguir logrando una atmosfera malsana digna de ciertas pesadillas nacidas tras la ingesta de una fabada nocturna. Una película interesante desde el punto de vista histórico pero complicada de aguantar para el que busque entretenimiento puro y duro, ya sabéis que este tipo de cine, parco económicamente, tarda muchísimo en arrancar salvo honrosas excepciones.

La magnífica ambientación es realzada con la naturalidad que el cine de género exhibía a principios de los ochentas, donde la propia imagen en crudo consigue transmitir una buena dosis de tensión a pesar de no contar con un guión muy brillante, mucho menos una realización elegante. En resumen, “Pánico antes del amanecer” narra el acoso al que cinco jóvenes se ven sometidos, en un hermoso paraje montañoso, por parte de un par de psicópatas aparentemente fruto de una relación endogámica, un clásico imperecedero. Trama que llevó al mismo Alexandre Aja a calificar “Km. 666” como una copia de esta, claro que las coincidencias son meramente circunstanciales. “Pánico” es el inocente intento de Jeff Lieberman por subirse al carro de “Viernes 13” y sucedáneos, aunque el cineasta negó siempre haber visto tales obras, no así una veneración absoluta por De Palma. En resumen, hablamos de todo ese cine que precisamente influenció a Rob Schmidt para su “Wrong Turn”. Aunque la verdadera madrina de “Pánico” es esa gran obra llamada “Deliverance”, por supuesto muy superior a su pupila, que olvida el mal rollo psicológico hasta casi llegados los noventa minutos de rigor.

La mayor fortaleza de “Pánico”, más de treinta y cinco años después de su estreno, reside en los paisajes naturales que acogen la acción, aunque demasiado dosificada como mandan los cánones de la época, donde los autores no sabían, gracias a dios, que estaban rodando películas que luego serían analizadas como piedras de toque de tal o cual subgénero. Entonces, ubicados en el lenguaje de narrativa de 1981, debemos asumir un tedio extremo durante hora y media, únicamente salpimentado por las picardías de algunas de las jóvenes protagonistas o destellos de los malvados de turnos, sugerentes en su decadencia. Sin embargo, hacia el final, se reconoce una extraña atmosfera que detona con una conclusión cargada de ilógica –hablamos de una de las peores películas jamás vistas en cuanto a continuidad–, donde una muerte de la manera más absurda y extrema justifica el calificar a la obra de clásico menor. Uno no es nadie en el género si no ha visto como termina “Pánico antes del amanecer”, unos minutos surrealistas a los que una adecuada banda sonora, en general otra buena faceta de la obrita en manos de un minimalista Brad Fiedel, otorga aires de mal sueño.

Además George Kennedy, secundario simpático donde los haya, tiene su momento de gloria como guardabosques aficionado a hablarle a su caballo. Un papelito que consigue realzar el estilo absurdo, o torpeza de Lieberman, característico de la dirección durante todo el metraje. ¿El resto de los actores? Muchachos muy motivados con el papel de excursionistas desinhibidos: Chris Lemmon, hijo de Jack (“Wishmaster”); Gregg Henry (“Doble Cuerpo”, “Slither”); Ralph Seymour (“Ghoulies”) o Jamie Rose. Menos odiosos de lo que este cliché supone actualmente, sorprende la forma tan directa de abordar unos papeles sin dobles lecturas. Es decir, casi me puedo creer su tonto paseo por el monte, alargado hasta la extenuación antes de que ocurra algo siniestro.

Merece la pena detenerse en el director de “Pánico” por encontrarnos ante un cineasta que siempre apostó por los géneros extremos con más o menos éxito, hasta terminar su carrera de forma digna con “El Aprendiz de Satanás” (2004), un pequeño slasher muy bien resuelto. Pues bien, Lieberman es también director de “Gusanos Asesinos”, “Blue sunshine” o “Control Remoto”, películas instalas en el terror de una forma cuasi directa. El buen hombre siempre intentó rodar productos diferenciados entre sí, como demuestran estos altibajos entre el thriller psicodélico, las películas de gusanos carnívoros o los mandos de televisión malditos; sin embargo el éxito nunca llegó. Así terminó fagocitado por este puñado de títulos de serie B, por mucho que “Pánico” resista mis ataques en base a la legión de fanáticos que arrastra, bastantes exagerados a mi parecer, especialmente si hablamos de Estados Unidos, donde la película arrastra muy buena fama.

La cinta arranca con un asesinato bastante ligero, y es que “Pánico” no se prodiga mucho en sangre, y pasa directamente a la alegre excursión que se transformará en trauma psicológico para sus protagonistas. Conocemos a tres chicos y dos chicas que buscan pasar el fin de semana al aire libre entre risas y algo de sexo a quemarropa. Ellas, muy guapas, y ellos muy bobos, pero fornidos, representan la carne de cañón obligatoria cuando hablamos de locos con machetes por el bosque, así que desde los primeros compases sabemos cómo va a acabar la fiesta.

Dejando a un lado esta falta de sorpresa, supongo que menos acuciante durante la fecha de su estreno, la excursión se sucede con las típicas advertencias de un guardabosque bienintencionado, una familia de paletos y una extraña chica con algún tipo de retraso mental. Lo que señala el submundo de sordidez que esconde la generosa vegetación de la zona. La pena que hasta que los responsables de dicho mal rollo asoman el morro pasa demasiado tiempo donde el único solaz son las montañas y la magnífica fotografía que las captura. Una vez llegada la hora de los cuchillos, “Pánico” tampoco se prodiga con ellos, más bien busca el refuerzo de la atmósfera opresiva con la incómoda presencia física de los asesinos, dos tipos feos y grandotes como osos. Así, entre alguna persecución que otra, incluyendo la aparición del guardabosque cual caballero de blanca armadura, por fin llegamos a lo que sería ese final incoherente y forzado que, repito, merece la pena tomarse en serio: ¿por qué el maquillaje?, ¿por qué esa mirada?, ¿dónde está George Kennedy?, ¿hasta el garganchón?

No es una obra maestra, así que bajad las expectativas si accedéis a ella. Igualmente advertir a los fanáticos del slasher que los tiros van más bien por otro lado, muy primeriza en este aspecto. No obstante, posee una rara cualidad hipnótica que, a pesar de lo mal que ha envejecido, todavía funciona en sesiones de madrugada, bajo un fuerte cansancio.

Lo mejor: Los parajes evocadores de las montañas de Silver Falls acogen con encanto un extraño final muy divertido.

Lo peor: Le cuesta arrancar una barbaridad, pero eso ya lo sabemos a estas alturas.


Vuestros comentarios

1. 29 sep 2017, 07:09 | Manu

Eh, Bob, qué tal todo? Me alegro de que hayas hablado de esta peli, tío. Tiene muy buena fama, pero estoy de acuerdo contigo: a mí me parece pelín rollete. Ya sabes que soy muy fan del slasher, y más si es ochentero, pero no sé por qué Just Before Dawn goza de tanto prestigio, y a otras como The House on Sorority Row, para mí superiores, se las deja de lado. Misterios de la vida, jejeje… Por cierto que no sé si Just… ha salido ya en blu ray en España, pero en UK acaba de sacarla 88 Films, así que mucho me temo que en breve la veremos por aquí en una de esas ediciones extrañas de compañías que apenas se idenfitican y que no creo que hayan pagado un duro por sacarlas a la venta… En fin. Saludos, tío!, y os sigo leyendo, claro!

2. 30 sep 2017, 19:32 | Bob Rock

Manu.- ¡Hola compadre! Pues ya ves, aquí aguantando carros y carretas. Arrastrando mi vida de cuarentón con la poca dignidad que tengo, trabajando como un mulo y viendo película de mierda tras película de mierda, aunque alguna joyita me sigue empujando. Y el año próximo traeré noticias literarias por estos lares. Vamos, que no me puedo quejar ni hablar de política u ordenación territorial.

Se te echa de menos, algún día podrías volver a lanzarte con una reseña. No volver oficialmente, si no recordar los viejos tiempos hablando de un slasher de toda la vida (por ejemplo “Locura sangrienta” o “La Iniciación”). En cuanto a “Pánico”, el culto que tiene es un poco inexplicable, pero sí es cierto que establece un estilo que se haría muy importante: el asedio endogámico forestal… ¡sea lo qué sea eso! ¡Ja ja ja!

Un abrazo tío!

3. 13 sep 2019, 02:52 | ⛧Chupasangre⛧

Un slasher bastante mediocre. A mi también me parece que “km. 666: desvío al infierno” bebe bastante de ésta, pero por supuesto que “km.666…” es muy superior en todos los sentidos.

Puntuación: ★★ (sobre 5)
……………………..v
………………….V”“”“V

Saludos.

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