Found Footage 3D

Una de las constantes de 2017 está siendo encontrar buenas ideas de base desarrolladas con la soltura de un pato con diarrea. La de “Found Footage 3D”, idea y también diarrea, se construye alrededor de los principales tópicos del “found footage”, os vais a hartar de este anglicismo. Con semejante título es una sorpresa, ¿verdad? Pues bien, el principal elemento original sería plantear la historia como un “found footage” nacido a raíz del rodaje de un “found footage”, ¡paradoja nuclear! Si semejante metatrabalenguas os parece apetitoso diré que la anterior línea resume todo el contenido argumental del presente largometraje de bajo presupuesto; por cierto, alargado de forma innecesaria hasta los cien minutos. Es decir, cuatro y el de la guitarra se disponen ufanos a grabar un “found footage”, de estilo más clásico que el traje de luces de un torero, para terminar atrapados en una verdadera película de terror cuando la cabaña, que ejerce de escenario para el proyecto, se desvela por fin como refugio de espíritus y posesiones demoniacas. ¡Sólo falta Isabel Gemio saliendo del armario con la mayonesa!

Añádanle, por aquello de empujar las ventas a las diferentes distribuidoras, el hecho de que buena parte del metraje está rodado con cámaras estereoscópicas, algo que tampoco nos hubiéramos esperado con un título tan misterioso. Y para que conste el nivel del guion al que nos enfrentamos, detallaré las razones que los personajes utilizan para justificar el uso de esta técnica, aunque podría resumirlas con un simple “porque sí”.

Resulta que la película dentro de la película narra la escapadita de un matrimonio distanciado a la cabaña del tío de ella, a resultas de que en dicha localización otro matrimonio, familia de la actual mujer, fue hallado muerto: ella asesinada y él colgado de una soga, o similares. En la actualidad, el marido demuestra una obsesión insana por grabar el diario del viaje de reconciliación, con el añadido de que es un fanático del 3D y le parece genial rodar en dicho formato la escapada a una cabaña hecha unos zorros.

Pero la motivación de grabar constantemente no queda tan clara, ni a mí ni a los realizadores del falso “metraje encontrado”. Otro cliché mal interpretado junto al de cómo debe acabar uno de estos productos, obvio intento de subversión cinematográfica sin el supuesto éxito del que se hacían eco diferentes publicaciones especializadas norteamericanas, untadas por narices.

En cuanto a la experiencia concreta de disfrutar de “Found Footage 3D” en los planos XYZ no puedo aportaros mucho ya que la vi en dos tristes dimensiones. He leído opiniones de todo tipo, pero en general casi todas señalan hacia la baja calidad del efecto tridimensional y la mala conjunción durante determinadas escenas. ¿Sabéis que uno de los tópicos del formato “found footage” es la epilepsia visual? Imaginad esa sensación de mareo multiplicada por 3, pues ya tenéis una idea de lo que muchos espectadores han sentido en esta montaña rusa, según sus propias palabras.

Si digo que la premisa está desaprovechada es porque con todo el bagaje dentro del cine de terror de bajo presupuesto que demuestra su director y guionista, Steven DeGennaro, no entiendo como cae él mismo en su propia trampa, cediendo al desarrollo moroso y caótico de todo “metraje encontrado” que se precie. ¡Achtung! Una hora larguísima hasta que pasa algo realmente atractivo en pantalla, sin ser especialmente motivador el asistir a la preparación del rodaje de una película de estas características: Los paletos locales, mal aprovechados; la cabaña ominosa con un pasado terrorífico, peor aprovechada; los falsos sustos, predecibles hasta dentro del metalenguaje casposo del que hace gala DeGennaro; el desarrollo in situ de un guion escrito por los pelos… claro que todas estas piezas, especialmente la última, aclaran como fue la realización real de la verdadera película, la que vemos en nuestra casa… ¡una improvisación poco más o menos!

Cinta que, en otro alarde de ingenuidad o prepotencia, jamás intenta revestirse de autenticidad aprovechando el formato al que intenta darle la vuelta. Se resta así mucho impacto a esos deseados momentos de verdadero terror. Los cuales visitan el plató tras casi ochenta minutos de metraje, un duro tramo donde creo que los actores sólo sirven de vehículo para el aburrimiento. Creíbles a medias, no lo tenían difícil dada la temática, y sobreactuados en la mejor de las opiniones, el grueso del elenco roza el ridículo en momentos que, bien camuflados entre la metaficción, podrían haber generado una atmósfera acojonante. En especial, la actriz que lleva más pesa en cuanto al factor sobrenatural, del que tanto hincapié se hizo en el tráiler, parece estar al borde la risa en la mayoría de las escenas que la tienen a ella como principal protagonista, ¡cuando su intento de repetir la senda de “Paranormal Activity” requería un mínimo de serenidad!

Salpimentada con un puñado de efectos especiales, regulares en ejecución pero muy vistosos, la explosión gráfica de violencia sobrenatural llega a deshoras y con un clima especialmente gélido, provocado tan desolador panorama el infantilismo con que lo componentes de la receta han sido presentados en sociedad. Una sombra apenas intuida; una pala que golpea a una de los miembros del equipo; un ruido casi inaudible; las pertenencias revueltas sin motivo aparente… cuestiones tan leves y predecibles que cuesta tomarse en serio “Found Footage 3D”. Y aunque por momentos, sobre todo durante sus compases iniciales, la propia producción parece querer apuntar al “spoof”, la comedia queda en un segundo o tercer plano. ¿Ha sido una suerte, por aquellos que odian tantísimo la mezcla de terror y risas, o mejor haberse descolgado desde sus primeros compases hacia el esperpento absoluto? Sin ser gran cosa, y moviéndose en terrenos económicos y artísticos muy parecidos, encontramos en “They’re Watching” un producto mucho más resolutivo.

Así que, amantes del formato “fuck footage”, espero con ganas vuestros comentarios. Me gustaría leer cualquier defensa a ultranza de un producto tan mediocre sólo porque esté rodada cámara en mano, para un servidor lo peor es el aburrimiento que provoca su parte central, marcada por personajes tediosos y mal interpretados, ¿podéis rebatirlo? De nuevo tan confusa e imprecisa como en tantos y tantos productos infames que no han sabido capitalizar los logros ambientales de tan ilustre formato, mayor pecado cuando se interpretan estos males endémicos desde el conocimiento especializado. Porque películas buenas de este tipo hay muy pocas, tal y como nos señalan amablemente los personajes de “Found Footage 3D”, pero las que merecen la pena sobresalen por encima de la media dentro del género. Y lo que nosotros queremos es ver más productos de ese tipo. ¿Dónde están, en cabañas destartaladas en medio del bosque?