Like Me

Una joven solitaria se lanza a una orgía de crímenes que transmite alegremente por las redes sociales. Después de lanzar un video de ella robando una tienda, consigue un gran número de seguidores. Mientras viaja a lo largo de la costa oeste, se encuentra con un vagabundo que se dejará atrapar por ese círculo de caos, comida basura y drogas en que se ha convertido Internet.

Agarraos las pelucas que Robert Mockler viene con su debut como director y guionista, una psicodélica visión de la pasión “milenial” por las redes sociales, mezclada con un discurso lisérgico que ahonda en la locura y el crimen como medio para epatar al personal. ¡Y vaya si lo consigue! El despliegue de su tráiler dejará “cacahuete” al más estoico de los espectadores, y hará lubricar orificios entre los más experimentales y sesudos de vosotros, seguro que dispuestos a sacar lecturas superfluas de la última fumada de turno.

¿Pero es de terror? Sí, sí… hay terror hasta en la comida que le echamos al gato en el platillo, porque consustancialmente el terror reside en la mera existencia, pues esta es finita, pero la verdad es que el tráiler ha dejado a un menda traumatizado. Quizás no tanto por el contenido, uno que está pasado de rosca ya ha analizado “two girls one coup” desde todos los ángulos, si no por la deriva mental y emocional que supone ser un joven preso de su deseo por mostrarse en pantallas ajenas. ¡Diablos! Llevo más de ocho años en Almas Oscuras, ¿seré sin saberlo un “milenial” adicto a la fama? Supongo que el éxito de ventas de mis libros (sí, también escribo libros) tendría algo que decir al respecto.

Sarcasmo aparte, “Like Me” seguro que merece una oportunidad. Para ser destripada por unos y para ser venerada por otros como la nueva cagada de colores (otra referencia gratuita a “two girls one cup”), esta película no va a dejar indiferente a nadie. No tengo nada claro donde me voy a posicionar, pero os aseguro honestamente que ha despertado mi interés. Puedo ser un cínico con las pedanterías pero este film creo que le da la vuelta al asunto, convirtiendo esa pedantería visual en un tortazo canalla de mil pares de narices. También me interesa saber por qué Larry Fessenden, perro viejo muy metido en la serie B norteamericana, ha depositado toda su fe como productor y actor en semejante experimento.

Atención porque puede ser la revelación de 2018 y se estrenará en un par de meses a lo sumo.