Strange Nature

La primera película en exponer los brotes de deformidades dentro de la fauna salvaje y hacia dónde pueden llevar a la humanidad. ¡Toma tomate!

Con un gracioso y optimista apellido, James Ojala presenta su ópera prima desde la independencia más absoluta. Y eso que hablamos de un tipo enfrascado en los departamentos de efectos especiales de películas tan prestigiosas como “Thor” o “2012”. Precisamente ese puede ser el fuerte de “Strange Nature”, porque la excusa de ranas que se mezclan con seres humanos supone buen pie para el despliegue de aberraciones y mutaciones que por otro lado no pintan muy bien viendo el tráiler que acompaña la noticia, bastante parco en medios. Otra justificación para la desconfianza, atención pequeños, viene a ser el uso de la fantástica frase “inspirado en hechos reales”. Por supuesto que las ranas son un fascinante animal con alegre facilidad para la mutación, pero me cuesta imaginar a paletos endogámicos “made in USA” follándose batracios. Claro que Lovecraft ya lo predijo en cierta manera, y además cualquier cosa es posible más allá de “Pornohub”, ¿qué sabré yo?

Nuestra querida Tiffany Shepis (“Chainsaw Cheerleaders”, “The Violent Kind”) protagoniza junto a John Hennigan, más conocido como John Morrison o Johnny Mundo entre los aficionados a la lucha libre. Nombres que, uniéndose al fantástico diseño del póster de rigor, auguran todo un festival de… ¡paletos “follaranas”!