Truth or Dare

Un grupo de amigos comienza un inofensivo juego de verdad o prenda con un desconocido. No saben que dicho juego arrastra una maldición ancestral que los perseguirá hasta la muerte, obligándoles a continuar jugando e infectando a otros con esa extraña maldición.

“Blumhouse” apuesta de nuevo por el público adolescente como nuevo objetivo de otra producción original, por mucho que suene a más de lo mismo. En concreto todo suelta un tufillo a “Destino Final” que no se puede ocultar, padeciendo además su trama un simpático paralelismo con “It Follows”. Circunstancia en absoluto negativa, pues si consigue el equilibrio suficiente de terror sobrenatural y estupidez, propia de una historia plagada de personajes tan tiernos y gilipollas, estaremos ante un proyecto divertido, obligatoriedad en un panorama cinematográfico tan ligero como el actual. Lo que podemos asegurar es que será un éxito en taquilla, no parece haber un gran presupuesto detrás, y los primeros días tras su estreno, el 27 de Abril en Estados Unidos, la juventud acudirá en masa a los cines para su nueva ración de terror inocuo.

Ya no estaría tan seguro si a los hombres y mujeres de cierta edad nos acabará de convencer un largometraje tan obvio. Es más, la presencia de cuatro guionistas (Jillian Jacobs, Michael Reisz, Christopher Roach y Jeff Wadlow) hacer temer por una historia probablemente sin pies ni cabeza. Tampoco supone un trauma, hablamos de una productora que ha declarado sin miedo su intención de unir las sagas “Insidious” y “Sinister”, pero estaría bien algo de chicha narrativa. Precisamente como en “It Follows”, que si bien regalaba una historia simple, la adornaba con una ambientación poderosa. Tras las cámaras Jeff Wadlow, director funcional que alcanzó su éxito más comercial con “Kick Ass 2: Con un par”; y a sus órdenes un grupo de jóvenes actores que han picoteado aquí y allá, televisión y cine, en producciones tan superficialmente bonitas como sus rostros y cuerpos.