El Pacto

Belén Rueda regresa a los páramos del cine de terror nacional con este “pacto”. Lo hace con una producción envidiable en su factura que, como podéis ver en el tráiler que acompaña estas líneas, contiene encuadres cuidadísimos, un tratamiento de color atractivo, efectos especiales solventes y un diseño de sonido brillante. Para colmo supone el debut en el largo de David Victori, cortometrajista ganador de Youtube’s Film Festival con La Culpa y realizador del celebrado corto Zero y al que, desde ya, hay que reconocerle un excelente ojo para la construcción de escenas… Con todas estas cartas en la mano parecería que la partida está ganada… Pues no.

Con el fin de sacar a su hija de un estado vegetativo del que, en apariencia, no hay posibilidades de regreso, Mónica (Belén Rueda) acude a un destartalado almacén en el que se esconde un enigmático personaje que puede salvar a su hija de forma sobrenatural. Pero amigos, todo en este mundo tiene un precio y nuestra protagonista tiene una factura bien cara que pagar si quiere que la niña se recupere.

Un comienzo prometedor, con la policía retirando el cuerpo de una suicida de una acera, nos sirve de prólogo tanto del personaje de Álex (Darío Grandinetti), exmarido de Mónica, como de la misteriosa energía que es capaz de salvar a cualquier persona de su funesto destino a cambio de… A partir de ese punto la cinta nos presenta a una madre sobreprotectora y su difícil relación con su hija aquejada de una diabetes severa. Después llega el punto de inflexión y es cuando a la película le toca decidir de qué palo va… si optará por el cine de terror o por el relato fantástico oscuro… y en el caso de “El pacto” se inclina por lo segundo.

El Pacto es más un largo sobrenatural en la línea de los relatos de The Twilight Zone que de cintas de terror a lo Tales from the Cript y es una pena porque, con esas maneras a la hora de rodar, muchos hubiéramos preferido lo segundo. Máxime cuando vemos que, pasados unos 40 minutos, la historia no da para más y empieza un reiterativo segundo acto que se contempla con muchísimo menos interés e indulgencia que el inicial. La primera vez que la vi no dejaba de sobrevolarme el recuerdo de The Box y es que me pareció intuir mucho de la forma de filmar de Richard Kelly en este primer largo de Victori. Ambas películas también se hermanan en la sobreexplotación de una idea inicial con potencial y en resultar más un cuento moral que una cinta con vocación de asustar… De hecho el único sobresalto real viene con un sustito, de manual y completamente gratuito, que utiliza un perro que sale de golpe en cuadro a tiempo que el volumen amenaza con destrozarte el tímpano.

Como anticipaba al comienzo, la actriz Belén Rueda carga sobre sus espaldas el protagonismo del film. Se la nota muy cómoda con su papel, que parece realizado a su medida y que nos recuerda porqué se prodiga tanto en el cine de género. También más que correcto está Grandinetti, que abandona, para la ocasión, su característico acento argentino. Ambos ponen en valor el principal acierto del guion: la construcción de unos personajes principales potentes. Desgraciadamente el guion es mucho menos certero a la hora de desarrollar a los secundarios, dejando un montón de huecos en el origen del Don/maldición y en el comportamiento vengativo de alguien (en el que no entraremos más para no desvelar sorpresas).

Concluiré diciendo que El Pacto es de esas cintas, cada vez más frecuentes, que tienen como enemigo su propia promoción: el tráiler nos anticipa una experiencia que se queda muy lejos del resultado. Esos brillos de realización que vemos, con la araña blanca o las raíces invisibles que crecen sobre la niña, no son más que efectismos de tráiler que en el producto final aportan poco o directamente restan a la experiencia global… en esto Victori y Kelly sí que se diferencian.