Upgrade

Sin hacer demasiado ruido, con poco presupuesto pero armada con un potente guion plagado de giros, hoy reseñamos la cinta de ciencia ficción Upgrade, que da una nueva vuelta a la colaboración hombre-máquina que podría haber derivado en un nuevo superhéroe de videoclub pero que, afortunadamente, en su desarrollo opta por variantes más oscuras y mucho menos transitadas.

Grey ha logrado mantenerse al margen de la mayoría de la innovaciones tecnológicas que dominan su sociedad. Desgraciadamente, tras un asalto que termina con el asesinato de su esposa y con una lesión en su médula que le confinará de por vida a una silla de ruedas, accederá a ser conejillo de indias de un implante que le reparará sus funciones motrices. Pronto descubrirá que su implante viene con otras capacidades de las que nadie le había avisado.

Creo que me tendría que remontar a la divertida Innerspace (El chip prodigioso) para recordar la primera vez que presencié cómo un ordenador tomaba el control de las funciones de un humano para ayudarle a salir de los entuertos de un criminal. En ese momento todo se solucionaba con humor y el ordenador (realmente era un submarino microscópico) era manejado por otro humano; en esta ocasión la inteligencia artificial, tan fría y práctica, será la que tome el control de Grey, ayudándole a localizar y neutralizar a los individuos responsables de su desgracia.

Upgrade es un thriller futurista, así que la historia será menos simple de lo que en apariencia se nos dibuja y el guion se encargará, inteligentemente, de ir dejando pistas falsas para que el espectador, acostumbrado a tramas más básicas, vaya picando en todas ellas hasta aterrizar en su acertada conclusión. Por el camino seremos testigos de unas más que correctas escenas de acción que vienen salpimentadas con una violencia generosa en incorrección y hemoglobina. Creo que en esto radica el principal acierto de toda la cinta: en combinar la acción con el esquema del cine de vengadores y colar, de tapado, una original trama que cambie el sentido de todo lo visto hasta ese momento sorprendiendo al espectador.

¿Qué falla en Upgrade? Pues contando con un buen guion, actores correctos y buenas secuencias de acción, me aventuro a decir que su talón de Aquiles se encuentra en una dirección de telefilm que arriesga cero en sus planteamientos, llevando al espectador de la A a la Z sin saltarse semáforos, tomar velocidades de infarto o invitarles a la reflexión de los temas que se plantean. Se pasa un rato sensacional, pero a uno se le queda la sensación de que, con esos elementos, la cosa podría haber sido épica. Pero no me hagáis mucho caso porque, para un film de bajo presupuesto como este, los resultados son casi sobresalientes y me aventuro a decir que estamos ante uno de los títulos que serán de culto para los amantes de la ciencia ficción cinematográfica.

Buena nota para una historia que, al contrario que el chip prodigioso que menguaba, crece y crece hasta aterrizar en una oscura y a la vez brillante conclusión. Crucemos los dedos para que no encuentre un futuro “Upgrade” y nos regalen una innecesaria secuela.