The terror (temporada 1)

Sin duda alguna Stephen King es el rey de la novela de terror actual. Su obra es conocida y reconocida en todo el planeta y seguramente sea el único autor de género, popular entre los no iniciados, en esto de poner la piel de gallina. Pero si preguntamos por quién ostentaría el segundo puesto en la novela fantástica contemporánea, la cosa estaría reñida… entre los muchos propuestos (Campbell, Gaiman, Barker o Straud) yo sin duda apostaría por Dan Simmons. Para aquellos que le conozcan poco o nada, es un excelente autor capaz de adoptar el tono sintético y ligero de King a la hora de abordar una obra (como en “Los vampiros de la mente”, para mi gusto una de las novelas más entretenidas que he tenido en mis manos) y en la siguiente obra adoptar un estilo narrativo denso, descriptivo y profundamente lírico con tintes de Poe (como en la que nos ocupa o en “La soledad de Charles Dickens”). Además, como King, no se limita al terror y sus novelas van desde el policiaco “El bisturí de Darwing”, la fantasía mística de “Fases de la gravedad”, pasando por su celebrada ciencia ficción con tintes de “Los Cuentos de Canterbury” en su excelente saga “Los cantos de Hyperion”. Un autor inquieto y complejo de adaptar pues sus obras contienen tramas extensas donde las situaciones y personajes crean narraciones complicadas de elaborar en el reducido tiempo de un largometraje. Tengo que decir que es autor de una de las novelas cortas más terroríficas que he leído nunca “La canción de Kali”.

Publicada en 2007, “The terror” es una extensísima novela de aventuras y terror que se convirtió rápidamente en un bestseller y que ha terminado siendo la primera adaptación de una de sus novelas (el director de “Sinister” Scott Derrickson estuvo a punto de convertir “Hyperion” en una serie pero al final no se logró la financiación).

Corre el año 1847 y la búsqueda de una ruta atravesando el polo norte, ha dejado a la tripulación de los barcos HMS Erebus y el HMS Terror atrapados en el hielo del Ártico. Con el paso de las semanas y los meses la situación se complica para el capitán de la misión, John Franklin (Cirián Hinds) que ve, con alarma, cómo se van mermando las provisiones y cómo, uno a uno, comienzan a caer presas de una extraña y poderosa criatura. El hambre más severa, el frío, la sospecha y las intrigas entre la tripulación les llevarán al límite, zona donde es fácil morir pero donde, también, un denostado capitán como Francis Moira Crozier (Jared Harris ) puede recuperar las riendas de su tortuosa vida.

Mezclando hechos reales con ficción, esta serie apadrinada por Ridley Scott narra, igual que la novela, de forma minuciosa y preciosista la vida dentro del barco y las durísimas condiciones a las que se enfrentaron y como estas le llevaron a la locura. A lo largo de los 10 episodios que componen la narración, veremos como la etiqueta británica va fracturándose paralela al avance del escorbuto, las pulsiones caníbales desatadas por el hambre y el monstruo que asalta a capricho los 2 buques. Pese a la crudeza de la serie, y la brutal violencia de que hace gala en muchas ocasiones, tengo que decir que el libro supera con creces el mal rollo y la empatía con las vicisitudes de los marinos.

Igual que la novela, la serie transcurre lenta pero segura hacia el caos y cuenta con tal cantidad de personajes en su inicio, que resulta complicado predecir quienes serán y quienes no los protagonistas de esta aventura. Este aspecto coral se reafirma con un excepcional reparto que encarnan a unos personajes llenos de garra narrativa: el capitán James Fitzjames (Tobias Menzies), el doctor y humanista Henry Goodsir (Paul Ready), el marinero rebelde Cornelius Hickey (Adam Nagaitis ) o la literalmente deslenguada Lady Silenciosa (Nive Nielsen)… entre otros. Destacar la presencia de la gran Greta Scacchi en un papel que aporta oxígeno a la pesadilla en comienzo de muchos episodios.

Aunque por momentos la adaptación parece que se va a separar del texto original, como de hecho hace en varias ocasiones, lo cierto es que siempre sabe regresar y el que llegue a ella tras leer la novela, se dará cuenta de que la mayoría de sus diferencias las realiza en pos de una adecuación atractiva para una serie de televisión. Aunque creo que, nuevamente, el resultado queda algo por debajo de las cotas de horror del tomaco de origen (760 páginas).

Un excelente diseño de producción, que no se queda corto a la hora de mostrar los escabrosos ataques de la bestia ni los terroríficos efectos de la congelación, crean una experiencia heladora y atrapante que recomiendo degustar de poco a poco.

Unos diálogos ingeniosos y densos vienen a veces a ser más terroríficos que las propias escenas de horror y en eso sí que es igual al libro. Por mencionar una, tras un terrible incendio donde vários marineros mueren quemados uno de los tripulantes dice: “mi nariz y mi estómago no distinguen el horror de la cena”.

Así que si te sientes huérfano tras el final de “Juego de tronos” y no le diste en su momento una oportunidad a esta serie, te aseguro que tiene calidad y aventuras suficientes para dejarte helado.

Ya está lista su segunda parte, que promete terror y mal rollo en una trama completamente nueva que ya no cuenta con la pluma de Simmons como punto de partida.