En la hierba alta

Pistoletazo de salida del Festival de Sitges 2019, “En la hierba alta” es, a día de hoy, la última adaptación de una obra de Stephen King, Que viene a reafirmar el interés de la OTT Netflix por el mediático autor de Maine y la buena mixtura entre la compañía y la organización del certamen. Mucho se ha comentado, a favor y en contra, en los foros del fantástico de la conveniencia de inaugurar un festival de cine con una película que al día siguiente estará disponible bajo demanda. Seguramente para la organización lo realmente importante era la expectativa que generará la alfombra roja de esta noche reuniendo al director Vincenzo Natali y al mediático actor Patrick Wilson.

La película transforma en imagen las algo más de 60 páginas de la novela original durante una hora y cuarenta minutos, Así que, en este caso, el dicho de que se tarda menos viendo la película que leyendo el libro se tiene que tomar por los pelos.

Dos hermanos se internan en un inmenso campo de hierba para socorrer a un niño que les llama desde su interior pidiendo socorro. Se adentran sin saberlo en un laberinto de dimensiones espacio temporales, donde lo único no susceptible de cambiar es lo que está muerto. Dentro del campo encontrarán a los miembros de una familia igualmente atrapada. Todos sumarán fuerzas para salir de la influencia del misterioso cultivo y de un montículo de roca que se antoja el causante de los acontecimientos

El director de “Cubo”, demuestra no haber perdido el talento a la hora de construir una atmósfera inquietante y claustrofóbica. Nos regala unos 30 minutos iniciales fascinantes, donde los flashbacks enriquecen una situación ya de por si misteriosa. La llegada de los hermanos, ella embarazada, y la entrada en el campo es prácticamente inmediata; lo que otorga un dinamismo inicial potente que sirve para paliar un poco la deriva en la que entra el guion en la parte central. Pese al poderoso uso de planos virtuosos (hay uno con 2 gotas de agua que es fantástico) que crea Natali, el juego de superposición de dimensiones a lo “Coherence” o “Triangle” que propone el título termina por ser demasiado redundante y confuso; así que la opresión inicial del espectador se transforma en tedio.

Nada se explica realmente en “En la hierba alta”. Eso no tendría que ser necesariamente malo, si no fuera por la insistencia del producto en hacerte creer que existe cierta coherencia en lo que está pasando. Los personajes, que están construidos con solidez y que exponen una riqueza de conflictos solvente, se comportan, en cambio, de forma demasiado errática para que uno se anime a acompañarlos en la aventura.

Los muy fans del escritor posiblemente aprecien con más valor el resultado de este título. Pues pese a no hacerlo de forma oficial, +tanto el libro como la película parecen crear un punto de confluencia de varias obras de King: como “Los chicos del maiz”, “La iglesia de los huesos”, “La torre oscura” o “El talisman”*. También disfrutarán porque, la forma en la que se narra todo, respira las esencias del escritor.

Actuaciones correctas, con un Patrick Wilson un poco pasado de vueltas cuando se pone a hacer de malo y una excelente factura visual, con un par de secuencias desagradables, hacen que el producto esté por encima del aprobado. Pero desde ya os aseguro que será superado con crecer por muchas de las propuestas que nos trae el festival.