Thriller: A Cruel Picture

Película de culto escrita y dirigida por Bo Arne Vibenius (Breaking Point) conocida en España bajo el título “Desenlace mortal” y que aborda el oscuro tema de los abusos en la infancia, la prostitución y la adicción a las drogas tras una cara de niña que en su silencio se ahoga.

Una chica muda es secuestrada, drogada y obligada a trabajar como prostituta en un burdel. Cuando ella se niega a cumplir los deseos de un cliente, su cruel administrador le vacía un ojo. Cuando ella por fin escapa del burdel, regresa a casa, pero descubre que sus padres han muerto. Llena de ira, jura venganza, para lo cual estudia artes marciales y se surte de armas de fuego

Polémica cinta protagonizada por Christina Lindberg, más conocida por su faceta como modelo de revistas y su incursión en el cine para adultos a finales de los 60 principios de los 70. Nos cuenta, el tremendo drama vivido por Madeleine, una inocente niña, a la que un maldito día un mendigo decide despojar de su inocencia, destruir su infancia (y por ende su vida adulta) en una escena inicial de gran contraste (por como empieza) y angustia.

Transcurridos 15 años desde aquel terrible suceso, Madeleine ya es toda una mujer, y ayuda a sus padres con las labores de la finca familiar. El día que decide subirse al coche de un desconocido que se ofrece a llevarla al pueblo, la pesadilla empezará de nuevo para ella, y esta vez con consecuencias fatales.

De ritmo lento, y una duración total de 107 minutos, que la censura Sueca redujo a 82 antes de levantar la prohibición a la que fue sometida por sus abundantes escenas de sexo explícito. Englobada en el subgénero rape and revenge y reivindicada por Quentin Tarantino (homenajeándola en su magnífica “Kill Bill”). Es la perfecta candidata a ser lapidada por los detractores del subgénero, esos que opinan que la venganza siempre se queda pequeña ante la crudeza de las escenas de violación, porque aunque la primera nos la ahorren, las siguientes son “consentidas” a costa de uno de sus ojos (en esta escena, se perfora el ojo de un cadáver real), derramando lágrimas por el restante y esperando su dosis de heroína, a la que la enganchó Tony (Heinz Hopf) el proxeneta de turno (Por cierto, en las escenas en que Madeleine se inyecta la droga, se usaron soluciones salinas que la joven actriz se inyectó de verdad para darle mayor realismo).

Pero la cinta acaba dejando un sabor agridulce. La venganza (como comentaba más arriba) no está a la altura de las violaciones. Madeleine despacha a todos los malotes a tiros, solo con Tony se le ocurre algo distinto (y es una chorrada que dejan para la imaginación). Las artes marciales solo las usa con un par de polis en una escena más falsa que el que se inventó que la cocaína previene del coronavirus, además todas las secuencias están rodadas en cámara lenta haciéndose demasiado pesadas y acentuando el patetismo. Pero si estáis aburridos, confinados en casa y no sabéis que hacer, siempre podéis darle una oportunidad. Recordad que inspiró “Kill Bill”, y eso son palabras mayores ;)