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Fish & cat

El único slasher único

Fish & cat

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Reconozco que la primera vez que intenté ver Fish & cat no aguanté más de 35 minutos. Fue en una sesión a medio día en el festival de cine de Sitges de 2014; el peor lugar para ver una propuesta de 135 minutos que precisa de un espectador paciente y que reme a favor de obra para ser engullido por sus múltiples virtudes. Imagino que jugó en contra de la cinta que se la vendiese como el primer slasher iraní, algo que no era en absoluto… ¿o me confundo? Cabe preguntarse por qué esa etiqueta de slasher, o incluso qué es un slasher. Para mi, si lo planteo de forma sencilla, el género slasher es una película en la que un grupo de personas (generalmente adolescentes) muere a manos de un asesino o de varios… claro. Siguiendo esas reglas, esta cinta en la que varios jóvenes acampan en un lago junto a un restaurante regentado por unos caníbales parece inscribir con facilidad en ese subgénero, al menos hasta que la ves.

Como todos los años, un grupo de adolescentes iraníes se reúne alrededor de un lago para celebrar un festival nocturno. Acuden con sus cometas que elevarán a medianoche. Muy cerca de ellos, en un restaurante que durante los créditos iniciales se nos indica que regentan unos caníbales, dos cocineros trasladan al corazón del bosque los restos sangrantes y putrefactos de sus últimos banquetes.

Por si fuera poco exótica la idea de un slasher iraní, país donde la censura, la religión y la economía no ayudan a la producción de obras de corte fantástico, además Fish & cat hace gala de un aspecto formal absolutamente singular. Toda la historia se construye en un portentoso plano secuencia de dos horas y cuarto que logra demoler la linea temporal que va asociada a este método de rodaje. Pese a diferir completamente en estilo, color e intención… vamos es radicalmente opuesto a la cinta que nos ocupa, si tuviese que acercar la experiencia de este visionado a otro contenido audiovisual, lo haría con el video “come into my world” que dirigió Michel Gondry para la canción de Kylie Minogue.

En Fish & cat, la cámara sigue a los cocineros en el primer compás de la cinta, cuanto estos se cruzan con otros personajes, esta cámara les abandona para seguir a las nuevas incorporaciones de la trama cuyas historias a su vez quedan en el aire al encontrar a otros visitantes del lago. De pronto, mágicamente, como pasados unos cuarenta minutos, sucede algo asombroso: de alguna forma hemos regresado a un punto de la historia anterior para observar la misma escena pero desde otro ángulo y con otros matices. Conforme pasan los minutos el devenir de la cámara, sin dejar de ser en ningún momento lineal, nos ha introducido en la vida de una decena de personajes que como planetas orbitan en distintas trayectorias físicas y temporales que se solapan con otras en ciertos momentos. La trama logrará ir atrás y adelante en el tiempo, en el presente y en el futuro. A los personajes reales se sumarán otros sobrenaturales y sobre todos ellos flotará una sutil pero inquietante atmósfera malsana. Una fumada en toda regla considerada para algunos una genialidad y para otros un ejercicio pretencioso y aburrido.

El interminable paseo que propone Shahram Mokri, director y guionista de esta película, va creando, a través de los innumerables cruces de los personajes, un retrato social de la juventud de su país y los retos y contrastes que afrontan. Perfiles que se construyen tanto por lo que dicen, como por varias voces en off que describen la situación personal de algunos de los protagonistas.

Destacar que Fish & cat, no es en ningún caso una película de terror. Recalcar que Fish & cat (lo repito) no es en ningún caso una película de terror. Deja muchísimas más preguntas que respuestas da y será el espectador el que decida el significado de lo que ha visto, e incluso cuantas muertes han sucedido durante la historia; para colmo, el único asesinato constatable será fuera de cámara… con esto quiero decir que esta propuesta es sólo recomendable para aquellos que se animen a ver algo marciano, virtuoso y complicado de tempo… eso sí, si lográis entrar en su propuesta, como me pasó a mí en el tercer intento años después del anterior y llevado por el tedio del aislamiento, os va a sorprender por su singularidad.

Concluyo diciendo que pese a lo poco que se prodiga el cine de género en Irán, esta última década hemos tenido tres películas de este país que han explorado los códigos del terror para hacer con ellos algo nuevo. La que nos ocupa es la primera. Ana Lily Amirpour con capital e industria norteamericana nos regaló una de vampiros singular y fresca con Una chica vuelve a casa sola de noche un año después. Y el director y actor Mani Haghighi revisó el giallo y el slasher en clave de comedia negra con aromas de Woody Allen en Khook (Pig). Dos sugerencias en el caso de que esta que os hemos ofrecido os llegue a seducir e incluso en el caso de que no lo haga.

Lo mejor: Su asombroso uso del tiempo

Lo peor: Te deja con las ganas de ver la violencia que se intuye


Vuestros comentarios

1. 23 ago 2020, 07:29 | rodrigo

no al encuentro en internet

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