Primer y único fin de semana con la programación inmaculada. Las calles se llenaban, pero las medidas seguían estrictas y cumplidas a rajatabla. Los pases se veían más abultados, y la sensación era de agradecer.

Sábado 10

SAVE YOURSELVES!

Empezábamos el fin de semana con la obligatoria comedieta milenial que no puede faltar nunca en el festival. Sin embargo, y pese al cariño que suelen despertar estas propuestas, Save Yourselves! Se quedó en agua de borrajas. Y realmente lejos de otras propuestas primas hermanas del discurso como la reciente After Midnight. En este caso la condescendencia camuflada de cariño con la que se trata el discurso tecnológico nubla las buenas intenciones de una película con ganas de gestar un retrato generacional pero que casi termina enturbiando más un prototipo ya de por sí bastante odiado. El tiro por la culata, que se suele decir, pues el empeño en dibujar la metáfora le hace olvidarse de todo lo que no tenga que ver con la dirección preestablecida de dos personajes que terminan siendo planos por reiteración. Una lástima, pues la propuesta era más que interesante, y una vuelta más a su guion podría haberla hecho llegar a bastante mejor puerto.

LUCKY

De nuevo, esta vez en el retiro, nos enfrentábamos a otra película de concepto. En este caso más basado en la metáfora a nivel de idea que de desarrollo. Y es que Lucky evade la realidad y verosimilitud en pos de poder echar toda la carne en el asador de cara a comunicar su discurso de forma directa. De hecho, se la tachó de panfletaria, y tal vez lo sea. Pero desde luego esperemos que la letra con sangre entre. Cierto es que a nivel de género es poco lo que nos ofrece, pero hay un grito tan desesperado en su mensaje final que se entiende la búsqueda de un canal tan directo y sin distracciones. Dicho discurso va formándose y ganando en solidez a medida que May, su protagonista, va comprendiendo la mecánica de la pesadilla de la que ha pasado a formar parte. Tal vez se le echa en falta algo más de tralla a la hora de desarrollar, pero es innegable que llegados a su final no se puede discutir con su ímpetu de comunicar.

THE QUEEN OF BLACK MAGIC

El terror indonesio se está convirtiendo en nuestro nuevo movimiento de género favorito. Con resultados no siempre óptimos, pero siempre interesantes y descarados en su ejecución. Kimo Stamboel aprendió a volar en solitario al diluir los Mo Brothers y no necesitar a* Timo Tjahjanto* para llevar adelante sus proyectos. Este dúo nos ha regalado maravillas como Headshot, Macabre o Killers. Pero si algo bueno tiene esta separación es que ahora recibiremos ración doble de locura indonesia (este año, de hecho, así ha sido. Con cada uno de ellos presentando sus películas por separado). The Queen Of Black Magic encontró su hogar perfecto en la sección Midnight X-treme y en los pases de madrugada, en los que desató aplausos y vítores gracias a su salvaje y despreocupada avalancha de violencia. Un crescendo de insalubre mal rollo sin ninguna clase de perdón que culminará en un climax que es puro Hellraiser. Un poco más de presupuesto la hubiese redondeado muchísimo más, ya que el uso de efectos digitales algo básicos la desmerece un montón. Pero no lo suficiente como para que los amantes de lo extremo sin justificación vayan a convertirla en uno de sus nuevos clásicos de Halloween.

Domingo 11

NO MATARÁS

Qué bonito es que hayamos aprendido a querer a Mario Casas a través del género. En No Matarás demuestra que es una bestia interpretativa de la que sacar oro si se la trabaja sin domar. David Victori, del que por cierto se esperaba poco tras su anterior El Pacto, nos contó que era el actor el que le pedía caña y que no le dejase bajar la guardia día tras día de rodaje. Y visto lo visto en pantalla, nos lo creemos. Y es que No Matarás, además de ser un thriller de neón nocturno hipermusuclado, es también una fuente de sorpresas, entre las cuales se encuentra lo bien que funciona Macaco componiendo una pieza de su banda sonora. Una experiencia de las de apretar puño y agarrar butaca. Intensa y visceral, pero bien medida para no escapar de la verosimilitud en ningún momento. Huid de prejuicios y daros el gusto, que está ahora mismo en las salas.

MEANDRE

Las pocas referencias que teníamos de ella, ya que se trataba de su estreno mundial, eran las comparativas con Cube y Saw, dada su temática. Sin embargo, la experiencia cinematográfica de Meandre se basa más en lo sensorial de trabajos que ahondan en la angustia como The Descent o Buried. Y es que, gracias a lo minucioso de su estilo de cámara, y a una medición del plano ajustada al milímetro, la claustrofobia traspasa la pantalla y deja de necesitar elementos de mera sorpresa para funcionar al cien por cien a partir del lenguaje. Esto es especialmente potente en su primera mitad, antes de que la película se adentre en territorios más deudores del guion, y que producirán mas dualidad de opiniones, dada su moralina algo de manual. Aún y con esto, Meandre fue una de las experiencias más estimulantes que vivimos este año en el festival. Una fusión de Natali y Cronenberg medida y con un impresionante sentido del ritmo llamada a ser un futuro pequeño clásico. Lo tiene todo para petarlo en taquilla si en algún momento el mundo vuelve a aquello que tenemos entendido como realidad.

30 MONEDAS, episodio 1

Que oportuno que algo tan grande como fue el pase del primer capítulo de la nueva serie de Álex de la Iglesia en colaboración con HBO nos llegase en fechas que rondan el veinticinco aniversario del estreno de El Día De La bestia. La película que marcó un antes y un después en el género español, y que pondría a de la Iglesia en el puesto de autor que le pertenece. Y es que lo que presenciamos en el auditori promete algo parecido a un renacer del carácter de un director que nunca se fue, pero que hacía tiempo que no sentíamos tan libre. Un compendio de todos aquello que nos enamoró de Álex años atrás y que ahora encuentra su hogar en un universo en el que el director rige las normas como si de una deidad se tratase. Un universo en el que el absurdo y la grandilocuencia conviven con Lovecraft, el terror castizo y los juegos de rol. Han tenido que pasar más de cien años y esperar la llegada de un señor de Bilbao para que El Horror De Dunwich encontrase al fin su adaptación más certera. Stuart Gordon estaría tan orgulloso como nosotros necesitados de poder continuar con la serie a partir del 29 de noviembre.