Resident Evil

Resident Evil. Para muchos, solo oír hablar algo, lo que sea, de una nueva adaptación a cine o televisión, supone arquear la ceja y activar el modo pesimista. Lo entiendo, de verdad. No soy uno de esos detractores, haters y demás, que quemarían toda copia de la saga dirigida por Paul W. Anderson y protagonizada por Milla Jovovich. La primera entrega, de hecho, me parece muy potable. Digo esto, sin entrar a comparar con el videojuego ni valorarla como adaptación. Sea como fuere, el éxito comercial de las mismas está ahí, y a propiciado que, concluida la saga, no se quiera dar por cerrado el negocio. Después de algunas interesantes películas de animación directas a video, llegó el intento de reiniciar la franquicia en cines con Resident Evil: Bienvenidos a Raccoon City (2021). La idea era dar un tono más oscuro, terrorífico y fiel a los videojuegos. La idea, vaya. La película no ha funcionado ni en taquilla ni en opiniones. Así, y salvo sorpresa, queda finiquitado el intento de renovación. Pero claro, no contaban con Netflix. 

La gran N, en su apuesta incesante por crear contenido conectado con el mundo de los videojuegos, con grandes aciertos como Arcane (2021-¿?) o The Witcher (2019-¿?), aunque, opinión personal, la segunda temporada me flojeó bastante, puso en marcha su universo Resident Evil como una miniserie animada: Resident Evil: Oscuridad infinita (2021). Aunque ha causado indiferencia, ésto puede cambiar, o al menos el trailer así nos lo hace creer, con la serie que llegará este 2022. No voy a negar que todo el rollo inclusivo, de cambio de raza de los personajes importantes, sin venir a cuento, tan del estilo Netflix, no es de mi agrado. Pero, aceptando barco, este primer trailer llena de expectativas un vaso que, sinceramente, tenía vacío. Parece que han encontrado el equilibrio entre terror y acción, oscuridad y mainstream. Y a estas alturas, no busco un copia y pega de los mejores momentos de la saga en videojuego, sino nuevas historias, con los mismos personajes, que me hagan vibrar y saltar en el asiento. Parece, repito, parece, que podría ser la buena.