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Hermandad de Sangre

Un trabajo duro

Hermandad de Sangre

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Jessica (Leah Pipes) encabeza la Theta Pi, una hermandad de chicas cuyas integrantes más cercanas son Cassie (Briana Evigan), Chugs (Margo Harsham), Ellie (Rumer Willis), Claire (Jamie Chung) y Megan (Audrina Patridge). En realidad, son amigas porque están en la misma hermandad, no porque se caigan bien: entre ellas son bastante cabronas. Por eso, cuando Megan fallece por culpa de una broma que las demás quieren gastarle al hermano de Chugs, deciden tirar su cuerpo a un pozo y fingir que nada ha pasado. Incluso, en el discurso de inauguración del año escolar, Jess se permite dedicar unas palabras de cariño para su “hermana” Megan desaparecida. Pero, ocho meses después, todas reciben un mensaje en su móvil que hace referencia a esa noche, y empiezan a morir, una a una, durante la fiesta de la hermandad…

Bien, una película como esta apenas resiste una crítica. No hay nada original en ella, el suspense brilla por su ausencia, es bastante ilógica y, si no supieras el título, prácticamente nada del aspecto técnico te haría pensar –salvo los asesinatos- que estás viendo una película de terror: fotografía, montaje o sonido son, más bien, los de una comedia estudiantil americana.

Está claro que los tiempos han cambiado, y los slasher que funcionan en este siglo XXI han discurrido por derroteros casi nihilistas (por ejemplo Laid to Rest, de Robert Hall, 2009, que podría ser la absoluta estilización a nivel argumental) o han buscado argumentos inteligentes e interesantes que se mantengan por sí solos al margen del subgénero (Colinas Sangrientas, de Dave Parker, 2009). En la tesitura de ver en qué se apoyaría el slasher actual, Hermandad de Sangre se presenta como un alocado, fresco, videoclipero, sangriento –a ratos- y sexy juguete pensado con calculadora para atraer a jóvenes de no más de veinte, veintipocos años, al cine… y a “jóvenes” de cualquier edad con ganas de divertirse y, sobre todo, comprobar qué jodida se ha vuelto la vida para los pycho killers.

El Slasher inocente
John Carpenter firma en 1978 La Noche de Halloween, una película de poco presupuesto que pulsa las teclas adecuadas y enseña, durante una hora y media, una pesadilla que la mente adulta de la época quería evitar a toda costa y que, a fuerza de reprimir, había contagiado a los jóvenes: qué les puede pasar a los adolescentes cuando no están presentes los mayores. Tesis propia de una mente proteccionista, La Noche de Halloween y los consiguientes slasher que con ella arrancaron –y que hoy día siguen llegando a nuestras pantallas, por suerte-, desde mi punto de vista, se basan en ese miedo terrible a no estar allí para proteger a los menores queridos; o en el menor querido, que se siente desvalido sin la presencia de un adulto. A todos los niveles, además: los padres no solo temían a una catástrofe que pudiera terminar en muerte, sino también al sexo o a las drogas. Realmente, era un subgénero bastante irreverente: matar adolescentes, un asesino que no respeta la autoridad vigente –polis y demás no sirven para detenerlo- y que irrumpe en la intimidad de una sociedad acomodada –normalmente, representada por el adosado típico americano, o elementos creados para el ocio, como los campamentos de verano-, donde los padres dejaban a (se desentendían de) sus hijos.

La saga de Scream verbaliza y teoriza esta idea, restringiéndola: el sexo, la virginidad, y su relación con la supervivencia ante un psicópata, poniendo el acento en que el sexo era algo que los padres de los ochenta temían que sus hijos practicaran, probablemente, por lo que ellos habían hecho, a su vez, cuando eran adolescentes. Era una mentalidad culpable pero, aunque es un tópico hablar de ello a estas alturas, lo cierto es que acertó al plantear que aquel era un tipo de terror que, inconscientemente, se amoldaba a la perfección con el miedo que existía en la población del momento: Viernes 13 para con los campamentos de verano y lo que a los chicos podía hacer en ellos durante quince días sin la supervisión de sus padres, o Prom Night y lo que harían los adolescentes en esas locas fiestas de fin de curso…

En 1983, Mark Rosman rueda 7 Mujeres Atrapadas (The House on Sorority Row), y plantea la historia de siete chicas de una hermandad que se quedan unos días después del comienzo de las vacaciones en la casa de estudiantes a la que pertenecen y organiza una fiesta con chicos. Lo mismo: era el temor de los padres a que sus hijos, en las hermandades universitarias, tuvieran acceso a todo el desenfreno –sexo, alcohol y drogas- que ellos les prohibían; y de los hijos, a que sus padres descubrieran que, efectivamente, tenían dicho acceso. 7 Mujeres Atrapadas no es ninguna maravilla pero es correcta, apañadita y tiene una gran escena en el sótano de la casa con una pelota (escena que tiene un leve guiño en el reciente remake, pero sin pelota).

Michael Myers perdido en el siglo XXI
2009 y, veinte años después, se estrena el remake de la película de Mark Rosman. Pero las cosas han cambiado mucho. Por un lado, hay más permisividad social con respecto al sexo (¿seguro?) y, por otro, si algo caracteriza este siglo XXI es que todo está estudiado y analizado. El slasher que funciona se ha desligado de esas teorías del miedo de los años ochenta y ha discurrido por otros derroteros. La saga Scream ha desvelado algunos secretos del terror al gran público y todos nos hemos reído de la ingenuidad de aquellas películas, algo que me gusta: si nos reimos, es porque las comprendemos. Si las comprendemos es porque tenían razón en algún planteamiento. Pero lo cierto es que, hoy en día, sería terrible ver a un asesino condenando los pecados “morales” de los adolescentes de Física o Química, por ejemplo. No daría abasto, el pobre. Y nosotros lo odiaríamos: ha desaparecido parte de la culpabilidad de nuestra psique, algo que hacía atractivo el hecho de la persecución por parte del malo: pensabas que la sociedad te condenaría si descubría lo que hacías. Las víctimas eran unos rebeldes; el sexo, una rebeldía. La adolescencia, en sí, una época a la que sobrevivir y salir triunfante, en la medidad de lo posible, escapando de Michael Myers. .

Hermandad de Sangre se sitúa en pleno siglo XXI, siendo consciente de ello. La panda de jóvenes que son asediados por el psicópata de turno no tiene, desde luego, ningún tipo de conflicto con el sexo. Lo disfrutan y lo exhiben, de hecho. Sus problemas son otros: Chugs sufre trastornos alimenticios, a Ellie sólo la quieren sus amigas por sus apuntes de clase, Jessi ve su estancia en la hermandad como un paso más en una posible carrrera política… El hombre es un lobo para el hombre, desde luego, viene como anillo al dedo para este fresco de virtudes que presenta la película. Por eso, el énfasis en la misma está puesto no tanto en la supervivencia sino en la lucha. Aquí, el más cabrón es el que vive, y da igual que sea una de las víctimas o el asesino. De hecho, la identidad y motivaciones del mismo, cuando son desveladas, están bastante acordes con este caos. El lema de la hermandad, Confianza, honor, respeto, solidaridad y discreción, está claro, desde el primer momento, que es sólo una enumeración de palabras vacías, por mucho que haya algún intento de darle trascendencia. *Es muy reveladora la frase con la que amenaza la gran Carrie Fisher, encargada del hogar de la hermandad, al psicópata: “estoy perfectamente preparada, llevo treinta años dirigiendo una casa llena de zorras.”

Debido a este ritmo de lucha, de batalla, como si se tratara, salvando las insalvables distancias, de un slasher dirigido por James Cameron, los crímenes que impactan, lo hacen por lo repentino, no por el miedo o el clima creado hasta llegar a él. Ya se ha dicho, el clima es algo de lo que, prácticamente, Hermandad de Sangre se olvida. Por el contrario, hay diálogos picados, divertidos y ocurrentes.

Realmente, no tengo ni idea de si este es el camino, si es que en este época no hay una clara identidad generacional o si, el hecho de estudiarlo y analizarlo todo, nos impide ver qué con claridad un elemento característico. El caso es que, como intento –que acierte o no tampoco me importó demasiado-, Hermandad de Sangre es válida –ya que no me atrevería a decir que lo es como película. Pero por sus planteamientos y la diversión, se merece aprobar en una valoración global. Eso sí, no valía la pena pagar derechos en concepto de remake: salvo el homenaje a la escena del sótano, la existencia de una ama de la casa en ambas películas, y de un pequeño guiño al bastón que ésta lleva en la original –y que aquí aparece en una escena-, prácticamente nada remite de la una a la otra.

Si la sociedad actual es como aquí se plantea, Hermandad de Sangre sería el manual perfecto que le pondrían a los alumnos de una escuela de asesinos psicópatas para que aprendieran a qué van a enfrentarse.

Lo mejor: Que sí ríe de sí misma, y nosotros con ella.

Lo peor: ¿Seguro que querían hacer una película de terror, aunque haya asesinatos?


Vuestros comentarios

1. 15 ene 2010, 22:53 | Almas Oscuras

Excelente reflexión sobre el subgénero slasher. A eso le llamo yo sacarle jugo a una reseña ;-)
saludos

2. 16 ene 2010, 02:37 | Lucksaw

Has dado en el clavo Manu, ‘Sorority Row’ es uno de los pocos slashers de ls últimos tiempos que no se toma en serio en ningún momento, y gracias a eso y por generar empatía con el publico es que sale airos como entretenimiento de horror.

El casting hace un esfuerzo colosal por sobresalir y tenemos como principal Perra a una Leah Pipes perfecta y totalmente inescrupulosa por sobre todas las cosas, además de una convincente Rumer Willis como la indefensa del grupo y Margo Harshman como Chugs, la borracha del grupo (que tiene problemas con el alcohol, no con la comida!)

Te invito también a que pases por el blog y veas la reseña que preparé para la película:

lucksaw.blogspot.com…

3. 16 ene 2010, 11:13 | Peibolster

Me aburrí enormemente, me pareció un bodrio y las protagonistas tan odiosas que estaba esperando su muerte con avidez (cosa que debería ocurrir más deprisa, por cierto).

Me quedo con la original, si es que a esta cinta se le puede llamar remake.

4. 16 ene 2010, 12:55 | Bob Rock

Hola Almas Oscuras.

Yo creo que es un intento fallido de revisualizar los slasher a través de la actual mente veinteañera (y los que nos quedan por ver), tiene cierta guasa interna pero me parecen más cercanos a la época en que vivimos, otros films como Hellbent ó Laid to rest. La primera por tratar el tema desde la perspectiva homosexual, de una forma abierta y normalizada (puro siglo XXI); y la segunda por su estética videoclipera destripando el pasotismo social actual, es decir, mostrando un asesino sin fondo motivacional alguno pero tratado con los formalismos del clásico slasher

Más allá de la reseña en sí, me quedo con tus reflexiones; profundas e interesantísimas.

Un saludo

5. 16 ene 2010, 13:27 | vicent

a mi me encanto, me diverti como un niño con esta peli. Es cierto, no se toma en serio a si misma, pero es super entretenida, con mujerres wapas, buena musica y buenos asesinatos. No pido mas en esta peli. recomendable para pasar un rato alcolizandote en una noche de tormenta

6. 16 ene 2010, 13:45 | THE ROCK ACTITUD

¿Estamos seguros que la hijaza de Demi y Bruce entra dentro de la categoría de “mujeres guapas”?. Pol diosh, tengo amigos con menos mandíbula…..

7. 16 ene 2010, 15:22 | vicent

no es nada guapa la hija de bruce y demi. Es feisisisisima. Ahi tias muchisimo mas guapas que ella. ella es de lo mas normal tirando a feisisisma..

8. 16 ene 2010, 18:36 | Manu

Hola:

Joan, gracias por todo, tío, otra vez.

Lucksaw: yo creo que tiene algún trastorno alimenticio esta chica, y alcohólica es, desde luego; sea lo que sea, no cambia mucho la cosa, ¿no? (me siento TAN RARO escribiendo sobre Chugs…, jejeje) Miraré tu reseña, tío, claro que sí.

Peibolster, yo también me quedo con la original, desde luego, pero a esta le acabé viendo el encanto. Claro que las chicas de la Theta Pi merecen morir… más que eso, merecen sobrevivir para ser atacadas eternamente…

¡¡¡Pobre Willis Jr.!!! Ha sacado lo peor de su padre, y apenas nada de su madre…

Bob Rock: inteligente reflexión la tuya. “Hellbent” me gustó, sí, sólo que estoy un poco en contra del llamado cine gay esta es otra historia, claro, pero me pareció divertidísimo el final con el ojo postizo. Un saludo, tío!!!

9. 17 ene 2010, 21:33 | Missterror

me aburrió soberanamente.Me mortifiqué por haber desperdiciado así mi tiempo!!

Tu reflesión es reveladora,muy bien pensada,“sorority row” no se la merece,has hecho una crítica mil veces mejor que lo que la película ofrece.

Felicidades a tí Manu,exterminio para la hermandad Theta Pi!

saludos

10. 18 ene 2010, 06:39 | Manu

Buenos días, Miss Terror.

Gracias por el cumplido. No sé por qué, al principio de la peli, algo me llevó a verla como un reflejo del antes y ahora del slasher, y desde ese punto de vista me divirtió mucho. Quizás, por sí sola no se sostenga pero, en ese caso, me alegro no haber tenido que sufrirla. Un saludo de madrugada.

11. 02 feb 2010, 12:18 | Giles

Cuando veo un slasher busco siempre que se cumplan tres premisas:

- Que las convicciones que llevan a una persona a transformarse en psychokiller sean lo más razonables y creibles posibles. Por ejemplo, que los monitores se pasen zumbando entre ellos y descuiden su labor cerca de un lago y por eso la palme uno de los niños…

- Que los crímenes que ocurran no sean aleatorios, sinó que formen parte de un conglomerado de acciones necesarias para el desarrollo coherente de la película. No es lo mismo cargarse al pizzero que pasa por ahí y que no pinta ni aporta nada a la trama que masacrar a los amigos de una chica cuya madre se cepillaba al padre del asesino y que sabes que eso la va a joder enormemente…

- Que los protagonistas perseguidos por el psychokiller transmitan cierta empatía al espectador que te obligue a desear que se salven o por el contrario a desear que se los carguen. No me parece correcto que te llegue a importar un pimiento lo que les pase a unos o a otros.

En base a esta premisa personal, considero que Hermandad de Sangre no define ni justifica suficiente los asesinatos, sí que cumple con el hecho de asesinar a personajes dentro de la trama, y no consigue que el espectador tenga predilección por algún personaje, salvo por la chica mala del grupo, que se gana mi respeto.

Es cierto que cuando veo un slasher hay más factores a tener en cuenta, es evidente, como el apartado técnico o artístico, que hayan muertes bien curradas, algunos finales con sorpresa… pero básicamente me centro en las primeras premisas.

En resumen, Hermandad de Sangre es un slasher light que entretiene pero no convence. Y en lo que se refiere a bromas mortales y venganzas posteriores, no le hace ni sombra a la genial El Tren del Terror.

Saludos

12. 14 abr 2010, 02:46 | MARTHA DEYARE

LA PELICULA REALMENTE TIENE TALENTO Y SOLO LA GENTE QUE REALMENTE SABE APRESIAR EL TALENTO DE UNA PELICULA SADICA COMO ESTA DIRIA QUE LO UNICO QUE LE HACE FALTA ES UN POCO MAS DE REALISMO YA QUE LA HISTORIA ES MUY BUENA E INTERESANTE.

EN RESUMEN LA PELICULA ES BUENISIMA Y YO REALMENTE LA RECOMIENDO, ES SOLO QUE CADA QUIEN TIENE SU PUNTO DE VISTA, Y CREO QUE TODAS LAS OPIONIOPNES CUENTAN.ESO ES TODO
GRACIAS POR TOMARSE LA LIBERTAD DE LEER ESTE COMENTARIO.CON AMOR DEYARE O DAYA

13. 08 jul 2017, 11:42 | Cuervo

La reseña esta muy bien, la película es malilla.

Saludos.

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