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Zombie Diaries

De cuando los zombies dejaron de dar miedo

Hace unos meses, tras confirmarse la presencia del maestro George A. Romero (al que siempre admiraré por ser el creador del moderno zombie antropófago) en el pasado Festival de Sitges, al que acudió como invitado especial para participar en las celebración del 40 aniversario de su obra maestra “La noche de los muertos vivientes”, se me ocurrió releer una entrevista que concedió durante su anterior visita al festival, en el 2007.

Durante el transcurso de la misma Romero arremetió con las últimas tendencias que presentan al zombie como un ser ágil y rápido, lejos de la torpeza y lentitud que caracterizan a sus criaturas originales. Según el propio Romero “Eso, simplemente, no son zombies de verdad” (supongo que se refería, entre otras, al genial remake de su propia película “Dawn of the Dead”, titulada en España “El Amanecer de los muertos”, y que fue dirigida por Zack Snyder –actualmente finalizando su trabajo en “Watchmen”-).
Romero argumenta que un muerto que vuelve a la vida no puede hacerlo en unas condiciones físicas óptimas. La mayoría de sus órganos están deteriorados e inactivos. Sus músculos se han atrofiado y su piel se cae a jirones. Su cuerpo, en general, ha iniciado un imparable proceso de descomposición.
Ver a un zombie correr, saltar y sortear obstáculos con la facilidad y la gracia de un felino, carece de toda lógica según los principios naturales que rigen el universo zombie fundado por el maestro Romero.

Personalmente, el hecho de que un zombie muestre la lentitud de un caracol o que, por el contrario, sea capaz de retar al mismísimo Usain Bolt a una carrera de 100 metros lisos, me trae sin cuidado. Considero que la polémica (en caso de que realmente exista), es irrelevante.

Cuando me enfrento a una película del subgénero zombie, sólo le pido una cosa a nuestros entrañables muertos en vida: que den miedo.
Que su sola presencia haga cundir el pánico entre los pobres desgraciados que han sobrevivido al Apocalipsis y que pronto pasaran a formar parte de la monótona dieta rica en proteínas de sus congéneres zombies.

Y tras este largo preámbulo (que me ha servido para robarle tiempo y espacio a la película que hoy nos ocupa), ya estoy en disposición de afirmar que, “Zombies Diaries”, como película adscrita al subgénero zombie, es un auténtico desastre.

La presencia de los muertos vivientes en “Zombies Diaries” es prácticamete testimonial, intrascendente. ¿Qué se puede esperar de una película de zombies en la que los susodichos no causan miedo? Cuando ni siquiera provocan una mínima sensación de intranquilidad o inseguridad.

Porque soltar a un puñado de zombies con aspecto cansado y aburrido, en mitad del bosque en el que anda perdida la Bruja de Blair, no es garantía de absolutamente nada.

“Zombies Diaries” utiliza el formato de falso documental para dar cabida a una serie de historias, pobremente hilvanadas las unas con las otras, que nos presentan las vicisitudes de varios grupos de supervivientes a una pandemia de alcance mundial que está convirtiendo a los muertos en muertos vivientes.

Michael Barlett y Kevin Gates, guionistas y directores de la película, se valen de la excusa del falso documental y la grabación cámara al hombro, para ofrecernos una constante y agotadora montaña rusa de confusas y mareantes imágenes, muy al estilo de la nombrada “El Proyecto de la Bruja de Blair”. Su único recurso para lograr una atmósfera supuestamente terrorífica es no dejar la cámara quieta ni un solo segundo.
Pero por desgracia, el experimento no funciona. ¿Y porqué razón no funciona una técnica que tan buenos resultados dio en “El Proyecto de la Bruja de Blair? Pues porque “Zombies Diaries” carece de acción, suspense, e incluso sufre una imperdonable falta de escenas gore (algo impensable para una película de este tipo).

Pronto el espectador de tamaña calamidad se da cuenta de que el verdadero peligro no proviene de los zombies, sino de las incontroladas sacudidas de imágenes que, al ritmo de unos 24 fotogramas por segundo, amenazan con afectar gravemente nuestro sentido del equilibrio y provocarnos un mareo de mil pares de narices.

Y por si todo esto fuera poco, de nuevo un giro final que señala al hombre (y no al zombie) como único epicentro de la auténtica maldad. Un recurso que ya hemos visto en infinidad de películas, la gran mayoría de ellas superiores a este decepcionante “Zombies Diaries” (y lo peor de todo es que la película parece tomarse muy en serio a sí misma).
Una pérdida de tiempo.

Lo mejor: Que salgan zombies.

Lo peor: Que salgon poco y no den miedo.


Vuestros comentarios

1. 11 div 2008, 12:48 | ATXEIN

Joder me has dejado de piedra.. yo que creia que esta cinta era interesante… Eso si, solo ojeè tu comentario pa no joderme la cinta que la quiero ver..y es que cuanto peores comentarios leemos mas nos atraen..porque será..arghhh

Ya te contarè, aunque ya la verè con la mente totalmente en blanco..jajajaja

2. 11 div 2008, 13:00 | JLF

Yo es que no supe encontrarle nada positivo… Fue un aburrimiento de principio a fin.
Ya me contarás cuando la veas.

Saludos

3. 11 div 2008, 13:51 | Javi Triunviro

La ciudad que nunca duerme le ha galardonado con el premio Symbelmine, puede pasar a recogerlo por el blog.

PDATA: Es un premio simbólico, el webmaster del mismo le informa de que no tiene derecho a cobrar ningún cheque por conseguir el premio.

Saludos.

ciudadquenuncaduerme…

4. 11 div 2008, 14:20 | JLF

Javi- Gracias Javi.
Me paso opr la ciudad que nunca duerme para agradecertelo con más calma.

Saludos

5. 12 div 2008, 02:07 | kraven

Hace unos días que la descargué. Le eché un vistazo por encima para ver si la copia era decente y se me quitaron las ganas de verla.

Pinchara donde pinchara no sucedía nada interesante y la fotografía no me daba buenas vibraciones.

Gracias por avisar con tu comentario, quizá me la salte.

Los movimientos excesivos de cámara son mareantes. Este estilo llegó al colmo con “Monstruoso”.Un niño de no más de cinco años (aunque tuviera en sus manos la cámara más pesada del mundo), hubiera rodado la acción con más pulso.

Afortunadamente Balagueró y Paco Plaza demostraron en “Rec” que se podía hacer terror del bueno simulando un documental y con cámara al hombro.

6. 12 div 2008, 08:29 | JLF

Kraven- totalmente de acuerdo contigo. Yo tampoco confiaba en absoluto en las cámaras que vuelan constantemente por libre hasta que REC me demostró que puede ser un recurso tan válido como cualquier otro, siempre que se utilice con talento (y a Balagueró y Plaza les sobra…).

Por cierto, ¿la selección musical de Fagiafilia la hace tú? Si es así creo que compartimos los mismos gustos musicales…

Saludos

7. 20 ene 2009, 00:36 | victor maldonado

Hola;
Es cierto que la pelicula en si no vale mucho, ya que te la venden como si fuera de zombies,y en realidad en ella los zombies tienen un papel secundario donde no dan miedo. Pero a mi opinion, lo interesante de la pelicula es la relacion de los supervivientes, donde hay que tener mas miedo a lo que estan vivos que a los muertos.

8. 18 sep 2009, 01:12 | sai

chafaaaaa

9. 25 mar 2011, 05:04 | Zombie

Son impresionantes los videos actuales sobre zombies reales

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