Demon's Twilight

Muchos de vosotros recordareis con nostalgia los ochentas y sus mágicos video-clubs, con ese olor a ambientador tan penetrante. Os acordareis de todas las carátulas de vivos colores que poblaban las estanterías. Si vuestra memoria no os engaña, os veréis dando la vuelta a las cajas con el dibujo más llamativo posible, dentro de la prohibida sección de terror/ciencia-ficcion. A la par leéis los nombres del elenco de actores y técnicos. “¡Vaya parece que hay muchos italianos metidos en el ajo!”, pensáis.

Y es que, los italianos, fueron durante su buena docena de años, unos maestros en el arte de realizar productos rápidos, casposos, norteamericanizados, exagerados y con una clara intencionalidad de exportación. El primer nombre que me viene a la cabeza es Demons u otras joyas de la psicotronía como Shocking Dark, estrenada en muchos paises como Terminator 2, ¡Toma ya James “Avatar” Cameron!

La verdad que sobre todo este asunto de la italoexplotation se ha escrito mucha literatura y da para muchos documentales, que seguramente con el tiempo se vayan realizando. Pero, por desgracia, su tiempo acabó hace mucho.

Sin embargo, y aunque Italia no sea en la actualidad un buen referente dentro del cine de terror, algunos de los proyectos que llegan con cuentagotas fuera de sus fronteras tienen una clara vocación internacional. Este es el caso de Lontano dalla luce (cuyo título internacional es Demon’s Twilight) de Federico Lagna, que con un argumento, mezclando jovencitos y demonios, muy en la línea de las citadas cintas de video-club, se pretende colar en los hogares de medio mundo como antaño sus hermanas. Sin embargo, por el trailer queda patente que no es una vuelta a la caspa de glorias pasadas ni un homenaje al cine ochentero; solo que es inevitable identificarla inmediatamente como “una peli italiana de terror” por su fotografía, carnalidad y este toque de realización de campaña, entiéndase como “un rodaje rapidito que no tenemos ni mucho tiempo ni dinero, pero nos da igual mientrás tenga un aire vendible”

Esperemos, aunque el panorama actual sea desesperanzador, que este sea el principio del renacimiento de una industria cinematográfica, la italofantástica, que tantos buenos ratos nos ha dado; con cintas de entretenimiento que por su falta de vergüenza se han convertido a día de hoy en joyas de culto.

En Turín, un grupo de universitarios quiere rodar un documental sobre el factor psicológico en las supuestas posesiones demoníacas. Deciden buscar algún caso real que documentar, sin embargo, y al no encontrar a nadie adecuado, deciden recurrir a una chica para que simule un caso de posesión. Ella parece poseer el perfil ideal para interpretar a una poseída, pero como suele suceder en estos caso, el juego se les escapa de las manos y algo que lleva olvidado emerge del inframundo para formar parte del documental…