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Penance

Que dejen tranquila a la pobre chica...

Penance

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Penance deja un amargo sabor a oportunidad perdida…
La nueva propuesta de terror independiente del director británico Jake Kennedy (Days of Darkness, Blood Drive II) comete el grave error de quedarse a medio camino de todos aquellos lugares a los que parece dirigirse.
Pero vayamos por partes.

Amelia es una joven madre soltera cuya hija de diez años, Asher, sufre una complicada enfermedad degenerativa. No dispone de un seguro médico en condiciones y necesita dinero para afrontar el tratamiento de Asher. Su primera opción es participar en un reality show televisivo cuyo premio final está valorado en 20.000 dólares.

Una segunda opción, mucho más directa, es la de ejercer de stripper, asesorada por su mejor amiga –stripper de profesión-, y acudir de fiesta en fiesta dispuesta a mostrar sus encantos naturales a todo aquel que pague por disfrutarlos.
Cuando un día ocupe el lugar de su amiga, que acaba de recibir una paliza a manos de uno de sus clientes, para llevar a cabo un trabajo aparentemente sencillo y bien remunerado, dará inicio una auténtica pesadilla para Amelia.

Curiosamente Penance funciona mucho mejor como melodrama indie en sus 20 minutos iniciales que como película de horror durante el resto de su metraje; lo cual no deja de ser una mala señal acerca de lo que nos espera.

El arranque de Penance es prometedor. La propia Amelia nos cuenta, mirando a cámara (su novio la graba constantemente para enviar un video de presentación al casting de un reality show), los pormenores de su vida. Su labor como asistenta social. El grave problema de salud que sufre su hija. Su acuciante necesidad de dinero para poder tratarla. La necesidad como único motivo que le empuja a desnudarse frente a una jauría de universitarios en celo.
La película se toma su tiempo en presentarnos a un personaje sólido, creíble, con el que resulta fácil identificarnos. Y esto el espectador lo agradece. No es un hecho habitual en este tipo de producciones. El resultado final de este magnífico inicio es que Amelia nos importa, y estamos dispuestos a compartir con ella la que promete ser una larga travesía de dolor y sufrimiento. Primer objetivo cumplido.

Durante estos 20 minutos iniciales incluso el ya sobreexplotado recurso de la cámara en mano y el formato de falso documental, aparecen justificados de manera, más o menos, aceptable.

Pero todo este esfuerzo, encomiable, en la presentación del personaje principal, se evapora desde el preciso instante en el que Amelia se cruza en el camino de un psicópata mesiánico, con amplios conocimientos quirúrgicos, dispuesto a purificar el alma corrupta de toda stripper que caiga en sus redes.

¿Recordáis esa larga travesía de dolor y sufrimiento que estábamos dispuestos a realizar junto a Amelia? Pues olvidaos del tema.
Amelia, junto a un puñado de strippers, es encerrada en un hospital abandonado y sometida a una serie de tormentos que pondrán a prueba la pureza de su alma. La cosa suena mucho más grave de lo que finalmente acaba siendo.

Amelia sufre, lleva fatal su encierro y el hecho de no poder ver a su hija, grita,… Cuando se da cuenta de que la puerta de su habitación/celda está abierta, toma la estupidísima decisión de recorrer cada palmo del centro en el que está recluida, mientras lo graba todo con una cámara de vídeo que no sabemos de donde demonios ha salido (despedíos de la justificación de la cámara en mano… a partir de ahora las cámaras digitales crecen en todos los rincones del hospital como si fueran malas hierbas), en lugar de escapar de aquel lugar como alma a la que persigue el mismísimo diablo.

Todo se vuelve monótono, repetitivo y algo cansino. Amelia corretea de un lugar a otro sin demasiado sentido y agitando la cámara sin parar. Da la sensación de que Jack Kennedy no sabe qué leches hacer con su historia, hacia dónde dirigirla. Le ocurre lo mismo que a su protagonista: se encuentra encerrado en un callejón sin salida del que no sabe cómo escapar. Y es entonces cuando tiene la sensacional idea de que ha llegado el momento de apelar a la resistencia estomacal del espectador.

Dos. Dos son las secuencias desagradables a las que tendremos que enfrentarnos en Penance. Ambas cortadas por un mismo patrón: la obsesión del psicópata por los órganos genitales.
Aquellos que esperaban encontrar en Penance un digno – y pringoso – ejemplo de torture porn, deberán conformarse con este par de secuencias mencionadas. Sospecho que un bagaje muy insuficiente para los amantes de las emociones fuertes y los excesos de hemoglobina. Como torture porn, definitivamente, Penance se queda corta.

Por otro lado, el psicópata de la función, un tipo siempre preocupado por la pureza espiritual y la purgación del pecado, tiene un par de salidas, presuntamente humorísticas, que echan por tierra su personaje.

Y por si todo esto fuera poco, nos meten con calzador uno de esos inoportunos cartelitos al final de la película informándonos que el dichoso psicópata está basado en hechos reales: un ginecólogo australiano que abusó de no recuerdo cuántas de sus pacientes…, poco tiene que ver esto con lo que nos cuenta la película.

Penance no funciona. Por muy bien que nos caiga su protagonista principal, no funciona. Es una película que brilla más por sus intenciones que por sus resultados. Lástima.

Lo mejor: La labor de la actriz protagonista y la presentación de su personaje.

Lo peor: El desarrollo monótono y cansino de la historia.


Vuestros comentarios

1. 23 sep 2010, 22:38 | lordzaroff

Buena crítica y gracias por la advertencia…

Esta moda del torture porn es muy curiosa ya que en los últimos años podemos contar decenas de películas relacionadas ( de mayor o menor presupuesto)pero apenas podemos contar con una mano las que valen la pena; no es un tema dónde sacar mucho jugo más alla de una decente historia que justifique el gore posterior, a ver si este año reaparece el buen terror francés por que creo que nos espera un año de torturas a doquier y venganzas parentales.

saludos

2. 23 sep 2010, 23:07 | Elizabeth

Le escape a esta pelicula (y lo bien que hice) desde el preciso momento en que vi su portada: Mujer amarrada a una silla, evidentemente presa de un torturador CON LAS PIERNAS CRUZADAS!!!!!!! wtf!?????

3. 23 sep 2010, 23:55 | Victor

La vi, lamentable la pelicula. Sin más.

Saludos.

4. 24 sep 2010, 09:10 | Giles

Tampoco creo que se trate de una película tan mala. Vamos, hablo de memoria pues la visioné hace algunos meses y tampoco la recuerdo tanto como debería (quizás significa algo, no sé). Lo que sí puedo decir es que no la encontré aburrida ni absurda. Me pareció del montón e incluso aconsejable.

Es cierto que el director se pierde con tanto escapar y no escapar, pero al final logra desenredar el lío que monta.

En cuanto a la labor de la actriz es bastante buena, sobretodo teniendo en cuenta que esta chica hace más comedia tipo National Lampooon’s que otra cosa.

Y cabe destacar el cameo de alguno actores muy conocidos que dan a la cinta un toque más profesional.

Saludos,

5. 24 sep 2010, 10:53 | Lady Necrophage

Mala. Mal interpretada y muy mal contada. Si quieren que nos creamos este tipo de películas, al menos que lo interpreten en condiciones. Que lástima¡¡¡¡¡

6. 24 sep 2010, 15:05 | blanch

Yo también cometí el error de verla.

7. 24 sep 2010, 20:19 | Almas Oscuras

Lordzaroff – totalmente de acuerdo. En el caso de Penance su arranque me llevó a pensar que quizás estábamos ante una buena historia que arropara la parte del torture porn… pero finalmente no fue así. Lo único que tenemos, a mi entender, es un personaje principal bien construido… nada más.

Elizabeth – pues no me había dado cuenta!!! Lo cierto es que no es una postura muy “natural” cuando estás a punto de ser sometida a una sesión de dolor y tortura :-)

Víctor – pues eso…

Giles – a mí el inicio me pareció prometedor, pero acabó aburriéndome. En lo que sí estoy muy de acuerdo contigo es en el trabajo de la protagonista.
El tema de los cameos no lo he mencionado porque Michael Rooker me cae muy bien desde “Henry, retrato de un asesino” y creo que su papel en Penance es muy penoso.

Lady Necrophage – como ya he dicho la interpretación de la chica me pareció meritoria. Hace lo que puede. El resto de las interpretaciones son malas… incluidas la del mencionado M.Rooker.

Blanch – ídem…

saludos

8. 25 sep 2010, 09:49 | MIssterror

Efectivamente,se quedó en un quiero y no puedo,en un sinsentido de escenas mal desarrolladas y hasta aburridas.

Mejor elaborada y hubiera sido una buena propuesta de drama,así no se queda ni para una película que ves medio dormido en la siesta.Una pena porque prometía…

Saludos

9. 25 sep 2010, 20:59 | John Trent

¿El calvo no es uno de los duros mercenarios que acompañan a Stallone en John Rambo?

10. 25 sep 2010, 22:53 | Almas Oscuras

Missterror – coincidimos plenamente… a mí su inicio también me pareció prometedor, pero después se desinfla y acaba aburriendo.

John Trent – pues no me acuerdo… y eso que me lo pasé muy bien con la última entrega de Rambo.

saludos

11. 28 sep 2010, 20:12 | VERDUGO

Otra película que promete mucho y termina ofreciendo bien poco…

12. 14 feb 2019, 08:55 | princesa unikitty

al director de penance le deben gustar muchisimo las estripers. sino no se entiende tanta complicacion que se manda con esta tonteria de pelicula.

tranquilamente hubiese logrado el mismo resultado con un asesino que secuestra a un grupo de chicas, las tortura de formas diversas y alguna de ellas intenta escapar. y ya esta.

todo ese comienzo con la chica aprendiendo a ser stripper, los lugares a los que iba a desnudarse con varones excitados a mas no poder por solo ver un par de tetas (eso era todo lo que mostraban) el novio filmandolo todo (como se notaba que estaba al reverendo pedo el chabon…) y despues ir a desnudarse a ese lugar aterrador donde estaba el asesino de mierda este (esperen a ver como andan vestidos, porque el tipejo este ¡hasta tenia secuaces y todo!) es muy idiota e insustancial.
¿para que complicarse tanto la vida, mi amor, si simplificando las cosas es mucho mas facil?

mucha mina medio en bolas (remeritas y shorcitos ajustados negros bien metidos en el culo) pero cero terror, torturas o algo interesante ademas de los culos de las minas.

que es lo que mas le interesaba este “director”, que todo se vea “sexy”. y como muestra esta ¡el puto cartel de la pelicula JA JA!!! :D

the jon spencer blues explosion / she said

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