The Collapsed

El mundo tal y como lo conocemos ha llegado a su fin, la civilización se ha colapsado y los escasos supervivientes intentar alcanzar el amanecer de un nuevo día, aunque sea matando al prójimo
Una familia decide abandonar la ciudad en busca de, literalmente, pastos más verdes. Tal vez allí donde crecieron, en la comunidad rural de Dover’s Bend, encuentren sus propias raíces y con ellas la estabilidad necesaria para volver a reiniciar su vida
Sin embargo, lejos de la ciudad no se encuentra el paraíso; si no un periplo plagado de peligros, amenazas y dudas, en el que otros supervivientes serán solo el menor de sus problemas

Crisis, hambre, tiempos inciertos, terreno fértil para los agoreros y la catástrofe imaginaria. Años de sufrimiento y pobreza que sacan lo peor y lo mejor de las patéticas hormigas, mal llamadas personas, que pueblan este terrario de miseria y egoísmo.
Tal vez Justin McConnell, director, productor y co-guionista de The Collapsed, se hiciese estas mismas reflexiones viendo el desesperanzador panorama que nos rodea, y puede que eso le llevase a rodar una misteriosa cinta independiente, que por sus primeras imágenes tiene pinta de ser un buen thriller terrorífico post-apocalíptico de supervivencia (¡toma ya!).

Con muy poquita información – ¿cual es la catástrofe que asoló a la humanidad? -, con misteriosas y equivocas amenazas forestales – ¿qué diablos esconde el bosque de Dover’s Bend? – y con ajustados medios – rodada íntegramente con la muy de moda cámara RED 4K – se nos presenta una interesante propuesta, cuya cualidad principal parece ser la profunda dimensión de horror psicológico que los protagonistas sufren, antes que verdadera originalidad.
Esperemos no equivocarnos y que todo el presupuesto del que no dispone este humilde proyecto (su director tuvo que posponer otro rodaje más ambicioso, The Eternal), sea suplido por corazón. ¡Quedamos para el fin del mundo!