Independiente

The bloodhound

El hundimiento de la casa Hipster

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Dave made a maze

Como ser Dave

Dave made a maze

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Dave made a maze

Cuando un servidor andaba clamando casi con desesperación por algo de originalidad dentro del género, o circunscriban mi súplica al cine fantástico, aparece “Dave made a maze” como si Neil Gaiman hubiese unido fuerzas con Charlie Kaufman, guionista de “Cómo ser John Malkovich” entre otras piezas muy inteligentes, para engendrar un hijo bastardo del surrealismo de los Monty Python, putativo por la falta de acidez pero embellecido por los diseñadores de “Puppeteer”, juego de plataformas publicado para la pasada generación de consolas e injustamente sobrepasado. Un canto a la inventiva, con todo el dolor que la misma implica, que también bebe de la obra cumbre de Mark Z. Danielewski: la alucinante y exigente “La casa de Hojas”.

Lo mejor: El laberinto.

Lo peor: Las actuaciones no han conseguido transmitirme todo el potencial cómico de la situación. ¿Habré sido yo?


Prevenge

¿Terror para embarazadas?

Prevenge

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

Prevenge

Ruth acaba de perder a su marido y se encuentra perdida en un mundo que no entiende. Por suerte cuenta con la voz aflautada de su feto, una criatura alimentada de rencor que exige muertes a su madre. Siguiendo los dictados de esa voz invisible, Ruth comienza una espiral de muerte que la llevará a enfrentarse consigo misma.

Sólido debut como directora de la actriz británica Alice Lowe, la cual ha preparado un proyecto a su medida alejado de la comedia negra con la que muchos la asociábamos, y con la que se ha intentado promocionar. Ahí estaba su impresionante trabajo en ”Turistas”, la cual está bastante por encima de “Prevenge” a todos los niveles, para demostrar la intensa capacidad interpretativa si nos referimos a personajes al límite de la parodia, perdedores alrededor de los que gira el mundo. En esta ocasión, y aunque intenta venderse como una obra en línea con la citada de Ben Wheatley, se exploran vertientes psicológicas en detrimento del vitriolo social puro y duro, una mirada eminentemente femenina, como no podía ser de otro modo, posada sobre la maternidad como metáfora de alienación y depresión.

Lo mejor: Alice Lowe, ¡qué sólida en todas las facetas abordadas!

Lo peor: Que no sea tan divertida como pretende.


The Love Witch

Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo

The Love Witch

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

The Love Witch

Elaine, una bruja joven y hermosa, está decidida a encontrar a un hombre que la ame. En su apartamento gótico, de estilo victoriano y decorado al estilo “wicca”, prepara hechizos y pociones, usándolos para seducir a los hombres: junto a su escultural cuerpo resultan una combinación irresistible. Sin embargo sus hechizos funcionan demasiado bien, terminando con una cadena de víctimas infelices. Cuando finalmente encuentra al hombre de sus sueños, su desesperación por ser amada la llevará al borde de la locura y el asesinato.

La pócima cuidadosamente preparada por la bruja del amor, según ella misma la fantasía definitiva del hombre, contiene entre otros ingredientes: un manojo de alegato feminista; dos pizcas de melodrama barato; una crujiente cobertura de parodia, quién sabe el grado de involuntariedad de la misma; un abundante chorro de brujería; una cucharada sopera de romanticismo barato; media onza de erotismo blanco y un pellizco de ucronía.

Lo mejor: Decorados, vestuario y sus majestuosos 35 mm.

Lo peor: Un ritmo renqueante para una duración injustificable.


The Greasy Strangler

Genitales a mansalva

The Greasy Strangler

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

The Greasy Strangler

Padre e hijo viven una extraña relación obsesiva/compulsiva marcada por los recorridos turístico que realizan a la parte disco de Los Ángeles y la presencia de un estrangulador, el cual acaba con sus víctimas mientras está envuelto en grasa. Sustancia a la que el padre, Big Ronnie, parece extrañamente adicto. Todo es idílico en este submundo del ridículo hasta que una mujer muy activa sexualmente se interpone entre ellos. Desatando una batalla por su amor carente de lógica alguna.

Lo mires por donde lo mires “The Greasy Strangler” va de genitales. Los asesinatos, la frustración, la grasa y la música disco son sólo el telón de fondo de una guerra genital que tal vez hubiese tenido más gracia en formato capitular. Porque hora y media de un chiste circular, mero intento de empujar la grosería de forma forzada por la garganta del espectador, resulta agotadora tal y como está expuesta por Jim Hosking como director y Toby Harvard como guionista. Nadie les puede negar el atrevimiento y el colorido del que hacen gala después de su soso cortometraje en “ABC’s of Death 2” (“G is for Grandad”).

Lo mejor: La hipnótica y mongólica banda sonora.

Lo peor: Reincidir en la misma broma: mostrar los genitales protésicos de los protagonistas. "Mu" cansino.


Rabbits

Conejo a la Lynch

Rabbits

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

Rabbits

Vaya por delante mi intención de no ofrecer una lectura profunda, ni siquiera aclaratoria, sobre una de las obras más enigmáticas y abiertas de David Lynch. ¿Cómo podría hacerlo cuando “Rabbits” representa el epitome de la narrativa experimental? No poseo el discernimiento suficiente para poner en orden una experiencia a la que cada espectador dará su propio significado personal. Ahí radica su grandeza: colisionar con el mundo onírico. Casi, si me apuráis, “Rabbits” es el ejemplo perfecto del hermetismo, entendido como un arte científico cercano a la alquimia. Dónde no importa el orden si no el caos, manipulado para que se transforme en puerta de una vivencia distinta, integral porque nace del interior. En definitiva, palabras vanas que pondrán malo a más de uno, y que tampoco deberían ocultar la soberbia y prepotencia que destilan este tipo de proyectos, odiosos para algunos al negarse a vender una historia masticada. Incluso, y ese es el mayor detrimento de Lynch cuando se vuelve muy Lynch, nos quedamos con la duda de si estamos ante una historia o simplemente un performance. La cuestión es entretenerse por el camino, y “Rabbits” posee un magnetismo que, al menos en mi caso, ha funcionado gracias a su precisa estructura y más que ajustada duración.

Lo mejor: La ambientación sonora de Angelo Badalamenti y la sórdida iluminación.

Lo peor: Tan hermética que a veces roza la tomadura de pelo.


Der Nachtmahr

Alienación teutona

Der Nachtmahr

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2.5/5

Der Nachtmahr

¡Vaya paranoia! No en vano estamos ante una película que empieza advirtiendo que sus patrones lumínicos pueden provocar ataques epilépticos. Y aunque ciertas secuencias son realmente mareantes gracias a la fuerte música industrial (¿?) y a las brillantes luces intermitentes, la sangre no llega al río. La paranoia y el desconcierto vienen del lado argumental, con un misterio interesante y sustentado de forma honesta por una narrativa fragmentada, similar a los efectos sobre la percepción que ejercen drogas como la anfetamina o el éxtasis. Desgraciadamente la gran incógnita de “Der Nachtmahr” (“La Pesadilla”) nos lleva hasta un callejón sin salida donde toda la evocación de las cuitas de su protagonista, sumida en una metáfora del paso de la infancia a la madurez que no llega a detonar, quedan expuestas como una mera burbuja sin ningún tipo de lectura crítica, emocional o causal. Es decir, el núcleo de la trama no tiene razón alguna de ser, mera excusa para estrenar una película que quizás guste a las nuevas generaciones de aficionados al terror, pero que de este género tiene solamente lo justo, un oxidado filo psicológico a lo sumo.

Lo mejor: su protagonista, una esplendida y joven Carolyn Genzkow.

Lo peor: Además de su lentitud germánica diseminada aquí y allá, una falta de coherencia y sentido flagrantes, por mucho que se esconda detrás de un surrealismo que no es tal.