Monstruos

Antlers, criatura oscura

Infancias fracturadas

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Rare Exports

¿Quién dijo que el gordito barbudo de traje rojo era un tipo de fiar?

Rare Exports

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Rare Exports

La última vencedora del Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya (Festival de Sitges para los más profanos) se esfuerza en demostrarnos la existencia de un Santa Claus que nada tiene que ver con el simpático y orondo anciano de barba blanca, mejillas sonrojadas y traje rojo que nos vendió coca-cola a principios del s.XX (Habdon Sundblom, pintor norteamericano de orígen sueco, cambió para siempre la iconografía de la Navidad en una serie de retratos de Santa Claus que pintó entre 1931 y 1966 por encargo de la compañía de refrescos).

Rare Exports, dirigida por el joven Jalmari Helander, es fiel a la mitología finlandesa y cede buena parte del protagonismo de su trama a Joulupukki, nombre finés con el que se conoce popularmente a Santa Claus o Papa Noel y que, más allá de tratarse de un vocablo de difícil pronunciación para todos aquel que no esté acostumbrado a congelarse el bigote a orillas del Polo Norte; designa a una terrible criatura que vestía pieles y cuya testa estaba coronada por unos enormes cuernos de cabra (Joulupukki significa, literalmente, “cabra de Navidad”). Un auténtico monstruo que, lejos de sentir el menor aprecio o cariño por los niños, dedicaba gran parte de su tiempo a entrar en casas ajenas y exigir regalos (en lugar de repartirlos) durante la celebración del solsticio de invierno, amén de asustar y castigar severamente a todos aquellos chiquillos que no se comportaran correctamente. Vamos… una joya.

Lo mejor: Su historia.

Lo peor: Que las esperanzas de poder verla en pantalla grande sean escasas.


Woochi

Sitges, lluvia, incomodidades y un brujo coreano con mucha chispa

Woochi

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Woochi

Nunca he sido un gran aficionado a la épica fantástica. Tampoco a la espada y brujería ni a los diversos especimenes que suelen poblarla: guerreros, magos, semidioses, goblins, hechiceros… Ni siquiera me han interesado las reliquias milenarias que esconden en su interior secretos y poderes ancestrales.
Y en contadísimas ocasiones me ha emocionado contemplar a dos tipos blandiendo sus resplandecientes espadas mientras se sostienen en el aire dando un par de piruetas imposibles sobre sí mismos.

Es un tipo de cine y de historias que jamás me resultaron atractivas.

Lo mejor: el carisma de sus personajes, los efectos, la acción y ciertos pasajes cómicos que funcionan a la perfección.

Lo peor: otros pasajes cómicos no funcionan y se alargan en exceso. Esto acaba provocando que Woochi tenga unas exageradas dos horas y pico de duración.


Higanjima

Terror en la isla de los monstruos

Higanjima

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Higanjima

Higanjima es la adaptación cinematográfica de un popular manga homónimo cuyo autor es el japonés Kôji Matsumoto.
Vaya por delante que desconozco el cómic al cual acabo de hacer referencia, así que me limitaré a dar mi opinión acerca de si Higanjima me ha parecido una buena o mala película, dejando de lado su grado de fidelidad a la fuente original.

Higanjima, coproducción japonesa y coreana dirigida por el coreano Tae-gyun Kim, cuenta la historia de Akira, un joven con tendencia a meterse en problemas que un buen día recibe la visita de una misteriosa mujer informándole de que su hermano mayor, al que creía muerto, sobrevive en una remota isla haciendo frente a un opresor ejército de vampiros.
Decidido a recuperar a su hermano, Akira reúne a sus mejores amigos y juntos emprenden un largo viaje hacia la isla maldita de Higanjima.

Lo mejor: La vistosidad de la acción, la puesta en escena y los efectos especiales.

Lo peor: Su excesiva duración va en decrimento del interés de la historia.


La Sentencia del Diablo

El asesino viaja en una silla eléctrica

La Sentencia del Diablo

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La Sentencia del Diablo

Que complicado resulta hablar bien de una película como La Sentencia del Diablo. Yo creí que Blood River, película de Adam Mason posterior a La Sentencia del Diablo, pasaba por ser una apuesta controvertida y arriesgada que sin duda despertaría sentimientos muy contradictorios entre el aficionado (… y sigo creyéndolo). Pero esa sensación de que una determinada película pueda convencer a un minúsculo porcentaje de aficionados al cine de terror se acrecienta, de manera exagerada, tras el visionado de La Sentencia del Diablo.

Una cosa me queda clara: ni Adam Mason, ni su colaborador habitual en tareas de escritura Simon Boyes, son tipos que se decanten por el camino fácil. La Sentencia del Diablo no es el baño de sangre ni la monster-movie barata que algunas de sus imágenes pudieran hacernos presagiar. Es algo mucho más complejo que, nuevamente, tiene que ver con la naturaleza violenta del ser humano. Con la locura. Con el reino de lo irracional.

Lo mejor: El final, la presencia de Andrew Howard, el monstruo y la labor de Mason tras las cámaras.

Lo peor: Si el final no convence la experiencia puede resultar un auténtico desastre.


The Human Centipede

Mi querido cienpiés

The Human Centipede

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The Human Centipede

Mucho hemos hablado de esta propuesta antes siquiera de poder verla, muchas eran las expectativas y sobre todo, mucha era la curiosidad.

Una vez vista, The Human Centipede puede resultar más perturbadora de lo que a priori prometía.
Por una parte tenemos una idea innovadora y muy muy atrevida, y por otra parte contamos con nuestra imaginación (que es la que juega la peor parte).

Lo mejor: La sensación de malestar producida por lo que imaginamos, más que por lo que vemos.

Lo peor: Los tópicos y el diseño del ciempiés.


Especial Troll 2

Ración extra de pepperoni

Especial Troll 2

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Especial Troll 2

Aprestad vuestros botes de champú anticaspa, porque hoy en Almas Oscuras nos visita Troll 2, y va a dejarnos los hombros como la cumbre del Kilimanjaro.

Una producción italiana, rodada en Utah en 1989, que a día de hoy cuenta con miles de seguidores fanáticos y deseosos por esparcir las bondades de las cintas cutres de video-club. La verdad que la película tiene un estilo peculiar, capaz de encandilarnos durante todo su metraje. Uno no sabe si por lo mala que es ó por que la muy condenada, presenta escenas tan surrealistas que consigue evadirnos de los problemas cotidianos.

Sin más preámbulos, os invito a sumergiros en un delirio solo comparable a la ingesta de varias botellas de absenta…

Lo mejor: Llega un punto en la película que todo es tan malo y ridículo, que finalmente olvidas cualquier pena. Además, es altamente revisionable

Lo peor: Casi todos los personajes pueden llegar a producirte un ataque de nervios por su estupidez y por sus intérpretes