"Regalo del Egeo"
Un terror social(¿?) de Jorge P. López
No se trata de un relato excesivamente original, y, hasta cierto punto, se muestra un poco oportunista, pero en mi tradicional cuento de Halloween no he podido evitar fijarme en la realidad más de lo que suelo hacer. El resultado es, obviamente, bastante deprimente y nihilista, aunque espero que lo suficientemente bien escrito como para satisfacer vuestros apetitos. ¡No os amontonéis a la hora de enviar vuestras apreciaciones! Estaré igual de agradecido si echáis un tiento a mi última antología: Cuervología Nº 13, quizás podáis comprarla aquí. ¡Muerte a la humanidad!
Emergió de las aguas con la misma pereza que usaban las olas para arrastrarlo, noche casi cerrada, marea alta y aguas en calma con reflejos de verano. Cuando por fin alcanzó la orilla se sintió confundido, cansado y, a la vez, lleno de una energía cuyo origen sólo podía ser la esperanza. Lejos quedaba el frío, dueño de sus venas, que lo recibió tras la zambullida contra la superficie índigo del Egeo. Las duras ondulaciones de la arena seca le hicieron tropezar arropado por el gemido ahogado que emitió de forma involuntaria, fue la señal de salida para el riachuelo de vitriolo que clamaba libertad desde su estómago. Distante, así nacía su curiosidad frente al fino reguero de inmundicia: ¿algas deshilachadas, barro, salitre, pequeños peces? Nada que le importase en demasía; su único objetivo, su obsesión, era alcanzar la libertad de la tierra prometida, un paraíso vallado al que se rendía con tal de escapar de la guerra, esa hiena que se había ensañado con su gente.