The Signal
Radiografía humana del apocalipsis
- Título original: The Signal
- Nacionalidad: USA | Año: 2007
- Director: David Bruckner, Dan Bush, Jacob Gentry
- Guión: David Bruckner, Dan Bush, Jacob Gentry
- Intérpretes: Anessa Ramsey, Sahr Ngaujah, AJ Bowen, Justin Welborn, Scott Poythress, Cheri Christan
- Argumento: Una señal electromagnética, de orígen desconocido, y que se propaga a través de la televisión y el teléfono, está causando una oleada de violencia desatada y sin justificación.
75 |100
Estrellas: 4
Tras una premisa tan sencilla y bajo la labor de tres directores que se hacen cargo de las tres partes distintas que conforman la película, se esconde una extraordinaria joya que conserva intacta la capacidad de sorprender desde su primer fotograma.

Fotografiada con un estilo sucio, enfermizo e hiperrealista en todos sus tramos, la historia de The Signal nos sumerge en un universo de violencia de masas y de terror apocalíptico, aderezado con impactantes estallidos de violencia que nos golpean con una fuerza casi olvidada y que nos transporta a los magistrales años 70 ("Perros de paja" -"Straw Dogs", 1971,- "Zombie", -"Dawn of the dead", 1978- ).
Como ya he apuntado anteriormente, The signal consta de tres partes, dirigida cada una de ellas por uno de los tres directores que figuran en los títulos de crédito.
Las tres partes tienen como nexo común tanto a los distintos personajes protagonistas que se van adueñando de la trama, como a la historia en si misma.
Por lo tanto, no estamos ante una película de episodios, en la que cada parte sea independiente del resto.
Sin embargo, las tres partes sí presentan unos rasgos de identidad propios y muy distintos entre si. Y es aquí donde la película, sobre todo en su segundo tramo, sufre un ligero desequilibrio, provocando que el resultado final acabe resintiéndose.
Pero vamos por partes (y nunca mejor dicho…).
El arranque de la película es espectacular. Magistral. La protagonista femenina de la historia abandona el lecho de su amante y se dirige en busca de su marido. Rápidamente nos damos cuenta de que la civilización, tal y como la conocemos, se está desmoronando tras cada uno de sus pasos. La violencia injustificada asola calles y edificios. Las señales procedentes de televisores y teléfonos sumergen al hombre en un estado de irracionalidad absoluta, siendo la agresión, el ensañamiento y el asesinato, las únicas salidas que les quedan a los afectados.
El deambular de la protagonista a lo largo de los corredores del edificio en el que reside, con las víctimas de la violencia desatada agolpándose a un lado y a otro resulta, sencillamente, aterrador. Y lo mismo sucede con la brutal y feroz reacción de su marido ante un anecdótico desacuerdo con uno de sus mejores amigos.
En definitiva, uno de los mejores inicios de una película de terror que he visto en muchísimo tiempo.
El segundo tramo de la película (el más largo), introduce varios elementos novedosos.
Por un lado, un demencial humor negrísimo tiñe toda la trama, atenuando, en cierta forma, la sensación de terror real que nos había dejado la primera parte.
Por otro lado (y el más problemático), el director intenta hacernos partícipes, en primera persona de la locura y la irracionalidad en la que se ven inmersos los principales pesonajes de la película. ¿De qué forma? A través de una serie de imágenes que difícilmente podremos distinguir si se tratan de la cruda realidad o si, por el contrario, son fruto de esa enajenación mental sufrida por cada uno de los protagonistas de la historia. Por ejemplo el momento en que uno de los personajes charla tranquilamente con una cabeza que ha sido seccionada del cuerpo de su propietario momentos antes, argumentando que la cabeza tiene la capacidad de seguir viviendo durante unos minutos después de ser apartada del cuerpo. Por supuesto esa supuesta charla no pertence al plano de la realidad, sino al de la locura del personaje.
Lo que podía haber sido un recurso original y extraordinario, acaba relegando la trama a una cierta confusión de la que no resulta sencillo salir indemne.
En el tercer y último tramo se procede a una resolución esperada de la historia, consecuente con todo lo que hemos visto hasta entonces.
En definitiva una película totalmente recomendada pese a un ligero desequilibrio argumental en su segunda parte.
Lo mejor: Una propuesta arriesgada que, por momentos, resulta fascinante. Lo peor: Un irregular segundo acto.