Grizzly
No es un remake... pero lo parece

- Título original: Grizzly
- Nacionalidad: USA | Año: 2015
- Director: J.R. Reher
- Guión: J.R. Reher
- Intérpretes: James Marsden, Thomas Jane, Billy B. Thornton
- Argumento: Rowan regresa a su pueblo natal en Alaska para tratar de encontrar al único amigo que le queda por esos lares...
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 3.5/5

Cuando Spielberg adaptó a la gran pantalla la novela de Peter Benchley Jaws lo hizo con tal acierto y tensión que inauguró todo un subgénero en el cine de terror: el de las criaturas asesinas reales. No es que no existieran anteriormente, pues Los pájaros, “Moby Dick o Cuando ruge la marabunta (entre otras muchas) nos alertaban con anterioridad de los peligros de la naturaleza… pero en la bautizada por estos lares Tiburón la amenaza era tan real y natural que suponía algo nuevo e inesperado hasta esa fecha. Ya no era necesaria la intervención de la radiación o los seres extraterrestres para causar estragos, nuestra propia flora y fauna era una amenaza para nuestra evolucionada vida; una amenaza que, en nuestro camino para llegar a ser la especie dominante, habíamos enterrado en nuestra memoria atávica y que ahora el celuloide nos venía a refrescar. Y si Tiburón marcó el inicio, su secuela (un título a reivindicar) es casi un decálogo de las bases de este género:
1. Varios personajes e historias independientes se ven dramáticamente truncadas por la presencia de la criatura/as en cuestión y terminan por converger en un grupo unido por la supervivencia.
2. Un protagonista sólo, o preferiblemente acompañado de expertos científicos o cazadores, va tras la amenaza. Y tendrá su particular cara a cara en los compases finales.
3. Intereses comerciales tratan de acallar los sucesos facilitando así la tragedia.
4.Y sangre y muerte en cantidades industriales, pues no hay monstruo que se precie como tal que no deje tras de sí un buen reguero de cadáveres.
Lo mejor: Da lo que promete y funciona muy bien en lo que concierne a entretener.
Lo peor: Ciertas concesiones en favor de la sorpresa. Tan clásica y predecible que no aporta tampoco nada nuevo.