Este 12 de Julio, el “abuelo” – muchos llamamos cariñosamente así a George Romero, el creador del zombie moderno dentro del séptimo arte –, estrenará directamente en DVD (obviamente en USA, no os hagáis muchas ilusiones de una edición española) un nuevo proyecto que se aleja de su marca registrada – el muerto viviente “comentrañas” –, pero no mucho como pronto observaréis.

Comienza la singladura internacional (aunque ese “internacional” casi siempre excluya países cuyo lenguaje oficial es el español) del último trabajo de Gabriele Albanesi (Ubaldo Terzani Horror Show), esta vez como productor. Hablamos de Fantasmi (Italian Ghost Stories para los anglosajones).

Antes de presentaros Do not disturb he de confesar mi devoción por la famosa Four Rooms (1995); antología de historias centradas en las habitaciones de un hermoso hotel que poco, nada o todo tiene que ver con los habituales temas terroríficos que tratamos en Almas Oscuras. “¿A qué viene tan estúpida confesión?”, os preguntaréis. Bien, después de ver el trailer e indagar un poquito sobre este proyecto, es innegable la influencia de Four Rooms en el mismo, influencia por otro lado cacareada por los autores de esta nueva selección de historias, e igualmente innegable es lo alejada que parece del género de terror.

Ayer, viernes once de marzo, sucedieron muchas cosas. Dramas personales, dramas globales como el increíble terremoto cerca de Japón y también eventos menos dramáticos y relacionados, principalmente, con lo que nos interesa: el cine de terror.

La industria cinematográfica tailandesa, especialmente la fantástica, se ha afianzado como una de las más cuidadosas en cuanto a acabado final, detalles técnicos y, en honor a nuestros intereses, el tratamiento del horror (siempre con un toque de visceralidad más que interesante).

Podríamos decir que con títulos como 13 beloved, Slice, Shutter, Cooming Soon, Body 19 o Art of the Devil; Tailandia se ha convertido, durante esta primera década del siglo XXI, en todo un referente internacional de fuerte calado para los amantes del género. De unos años a esta parte, y conscientes del relativo éxito que estaban consiguiendo (comienzan a prepararse los rutinarios remakes norteamericanos…), se han publicado un par de antologías de terror, cuyos segmentos están dirigidos por los cineastas más granados de tan hermoso como duro país.