El Asesino Huérfano prohibido en Alemania
Que a estas alturas del desarrollo social en occidente todavía se pueda censurar una película de ficción me causa cierto estupor. Convengo en que existe un límite para el buen gusto y la moral, pero dicha barrera transita en la ficción a una altura que de verdad me cuesta alcanzar. Es decir, puede que uno este curado de espanto tras años de ver película tras película de horror. Desde los infames Mondos y las dos primeras experiencias “Guinea Pig” hasta burradas modernas “para todos los públicos” como The Human Centipede 2 o A Serbian Film, pasando por extremismos que de ser más conocidos podrían correr el riesgo de ser fuertemente censurados (aunque a tipos como Brian Paulin nunca les va a temblar el pulso por este riesgo). La cuestión es que cuando una obra de ficción muestra la belleza de lo cruel, la violencia destripada de visiones morales, cuando refleja entre sus líneas o fotogramas la vileza que puede llegar a alcanzar el ser humano siempre existen estamentos que se llevan las manos a la cabeza y se sienten con la suficiente fuerza moral como para saber que es bueno y edificante para los demás. Probablemente personas que cuando lleguen a casa se masturben pensando en la hija del vecino o hagan cruces con mazorcas de maíz para pegar a su esposa por ser “carne de su carne”. Lo gracioso de la censura siempre ha sido su principal efecto colateral: recabar más atención sobre el producto censurado, y es que el morbo de lo prohibido esta inscrito en cada fibra de nosotros, y el que lo niega, se niega a si mismo… parafraseando de forma distorsionada cierta frase bíblica.
Y parece que esta vez le ha tocado el turno a The Oprhan Killer. En concreto, los organismos censores alemanes parecen haberse tomado muy a mal el magnífico slasher de Matt Farnsworth. Según nos indica su director, este recibió recientemente la notificación de las autoridades alemanas alegando que la venta de The Orphan Killer en Alemania se prohibía debido a la glorificación de la violencia realizada en la película. Una cinta que por otro lado glorifica la violencia del mismo modo que lo hacen luminarias del género comercializadas en todo el mundo como Viernes 13 o Halloween: Es decir, de ninguna forma en absoluto. The Orphan Killer despliega una historia de ficción que a lo sumo muestra con cinismo parte de la hipocresía que la Iglesia Católica se gasta. No quiero ni imaginar que hubiera pasado si Marcus Miller se hubiese ensañado con luteranos.
Así, The Oprhan Killer pasas a formar parte del selecto club de películas prohibidas en nuestra avanzada y querida Alemania: Hostel 2, La Matanza de Texas 2, Evil Dead, La Última Casa a la Izquierda, SAW 7… Casi un privilegio que la cinta de nuestro buen amigo Matt se cuente entre lo más granado del terror de todos los tiempos, aunque en lo particular, a mi me apena esta cerrazón de miras. Que la cabeza visible de Europa pierda el tiempo en cosas de este estilo en lugar de otras explica mucho sobre la situación actual de la Comunidad Económica Europea… pero lecturas políticas a parte, desearle la mayor de las suertes a Matt con estos “problemillas”. Una suerte que no creo que necesite puesto que The Orphan Killer sigue su recorrido exitoso, con jugosos tratos para llevar el merchandising de Marcus Miller (máscara incluida) a más de dos mil tiendas norteamericanas e, incluso, ya se ha cerrado el debut en Canadá de TOK para este septiembre.
Seguid censurando: ¡gritaremos más fuerte!