100 Feet
Una clásica historia de fantasmas en pleno centro de Nueva York
- Título original: 100 Feet
- Nacionalidad: USA | Año: 2008
- Director: Eric Red
- Guión: Eric Red
- Intérpretes: Famke Jannsen, Ed Westwick, Bobby Cannavale.
- Argumento: Marny consigue que le conmuten el resto de su condena por matar a su marido por arresto domiciliario. Para ello, le ponen un dispositivo electrónico que le impide salir de su casa y, por tanto, también escapar del fantasma de su marido.
La historia de alguien – preferentemente, una mujer – asediado por una presencia sobrenatural en un entorno aislado no es nueva. Es el cuento gótico por excelencia. Por eso, el punto de partida de 100 Feet ya me parece interesante, pues consigue una variante original: Marny (Famke Jannsen) consigue conmutar el resto de su condena por arresto domiciliario, de manera que pasará los siguientes dos años de su vida encerrada en su casa. Para asegurarse de ello, le ponen un brazalete electrónico que comienza a pitar y manda una señal a la policía si ésta se sale de un radio de treinta metros (los 100 Feet del título, más o menos la extensión de su casa). Por tanto, está aislada, a pesar de encontrarse en el mismo centro de Nueva York.
Marny estaba en la cárcel por asesinar a su marido, Mike (Michael Paré), un policía que la maltrataba. De hecho, cuando vuelve a su casa, nadie ha limpiado una mancha de sangre en la pared, señal inequívoca de dónde se cometió el crimen. El policía que va a vigilar la casa y que acudirá en caso de que salte la alarma del dispositivo eléctrico es Shanks (Bobby Cannavale) que, además, era el compañero de Mike y uno de sus mejores amigos. Shanks se ha propuesto hacerle la existencia imposible a Marny, a modo de venganza.
Lo mejor: El penúltimo ataque de Mike.
Lo peor: Que se ve la construcción de la trama en la segunda mitad de la película.