Malasaña 32
Después de Verónica, llega...
Manolo y Candela se instalan en el madrileño barrio de Malasaña, junto a sus tres hijos y el abuelo Fermín. Atrás dejan el pueblo en busca de la prosperidad que parece ofrecerles la capital de un país que se encuentra en plena transición. Pero hay algo que la familia Olmedo no sabe: en la casa que han comprado, no están solos.
El proyecto cuenta con la producción de WarnerBros España y de Atresmedia, fue depositado en manos de un nuevo talento como es Albert Pintó, que acababa de sorprender con la comedia negra Matar a Dios (2017) (codirigida junto a Caye Casas) y que tuvo una total libertad para llevarse el guion a su terreno e impregnarlo de su personalidad.
“Me interesaba mucho explorar el elemento humano y también utilizar elementos representativos de la época como los patios interiores, los voceros, los juguetes infantiles como peonzas o canicas para convertirlos en elementos generadores de horror”, según el director.
Después del gran éxito de Verónica (2017), la película de Paco Plaza, parece que están haciendo las cosas bien a la hora de crear una especie de universo cinematográfico en España centrado en este tipo de terror basado en hechos reales.