Antiviral
Jugando con medicinas chungas
- Título original: Antiviral
- Nacionalidad: Canadá | Año: 2012
- Director: Brandon Cronenberg
- Guión: Brandon Cronenberg
- Intérpretes: Caleb Landry Jones, Sarah Gadon, Malcolm McDowell
- Argumento: Un vendedor trabaja para una clínica que se dedica a replicar enfermedades de famosos para el consumo público.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 3/5
Antiviral, como muchos ya sabréis, es la ópera prima de Brandon Cronemberg, hijo del director canadiense David Cronemberg. Su debut cinematográfico es una obra de ciencia ficción que versa sobre el elevadísimo progreso de la medicina en un futuro cercano. Y de cómo esos avances pueden convertirse en la droga más feroz y nociva que el ser humano haya experimentado jamás en su propio cuerpo. Hasta el punto de que un fármaco es tan potente que distorsiona tu cuerpo y mente y te hace víctima de su adicción.
La película de Brandon Cronemberg es tremendamente interesante por lo que cuenta y también por el cómo lo cuenta. La historia que subyace en Antiviral es realmente atractiva, y si uno lo piensa detenidamente da verdadero pavor imaginar ser controlado, a una escala superlativa, por cualquier componente de adicción ajeno a cualquier sustancia segregada por el propio cuerpo humano. Sabemos que algunas personas padecen esa necesidad - justificada por dolencias y alteraciones que pueden tener un orígen muy diverso – de uso habitual de fármacos aprobados para el consumo, y que sanidad y nuestro médico de cabecera nos receta, eventualmente o de forma crónica, según la naturaleza de nuestra dolencia. Sabemos también que ciertos fármacos pueden ser adictivos y que determinadas personas pueden tomarlos incluso sin necesidad de tratar una enfermedad concreta; y en esos casos concretos es cuando un medicamento se convierte en una droga. Eres dependiente de una sustancia que has necesitado por imperativo durante una cierta etapa, pero que ya no necesitas; o simplemente nunca te ha sido recetada y la tomas de manera furtiva, creando dicha adicción.
Lo mejor: La fotografía obra de Karim Hussain. Es un cine que se aparta de los clichés convencionales de las películas de terror, y por tanto la oportunidad de ver algo fresco.
Lo peor: Es demasiado metódica tal vez. Le falta algo de mala baba al desarrollo y a los personajes.