¿Conocéis la leyenda urbana de los BEKs (Black Eyes Kids)? Si la respuesta es no, permitidme que os hable de esta misteriosa leyenda que tiene fecha y lugar de orígen concretos y que ha inspirado un nuevo found footage de bajo presupuesto titulado, precisamente, BEK. Pero antes de adentrarnos en la leyenda, os dejo con el argumento de la película:

La exitosa Haunting Sunshine Girl, una jovencita que cuelga sus vídeos de investigaciones paranormales en youtube, está obsesionada con la leyenda urbana de los BEKs (Black Eyes Kids). Un día decide realizar una película acerca de dicha leyenda y descubrir qué hay de cierto en los cientos de apariciones que han sido documentadas en la red durante los últimos años. Inicia su labor entrevistando a algunas de dichas personas que afirman haber experimentado un encuentro con uno o varios “niños de ojos negros”. Incluso se dirije a Portland para hablar con un hombre que se autoproclama experto en dichas entidades. Pero a medida que Sunshine y sus amigos se adentran en las profundides de la leyenda e intentan captar con sus cámaras a uno de estos niños, sus peores miedos empiezan a materializarse.

L’Aldila (El Más Allá 1981, AKA: The Beyond, Seven Doors of Death) es, sin ningún lugar a dudas, la obra maestra de Lucio Fulci. El cineasta concibió este trabajo, en 1981, como un tributo personal a su ídolo de toda la vida, el poeta Antonin Artaud, una de las grandes figuras del movimiento surrealista del siglo XX. Originalmente el director había planificado El Más Allá como una trilogía titulada Gates of Hell que, sin embargo, nunca llegó a completar.

Antes de filmar El Mas Allá, Fulci había realizado la película Miedo en la Ciudad de los Muertos Vivientes (Paura Nella Città Dei Morti Viventi), que constituía el primer titulo de una serie de películas sobre las siete puertas del infierno. El Libro de Eibon tenía que ser la conexión entre los films, pero los problemas de salud de Fulci, unido al hecho de que tanto La Ciudad de los Muertos Vivientes como El Más Allá fueron un fiasco internacional (sobre todo al otro lado del Atlántico), acabarían dando al traste con el ambicioso proyecto.

Es interesante conocer un poco sobre el porqué Fulci utilizó El Libro de Eibon como estandarte sobre la cual debía basarse la trilogía de las puertas del infierno. Os contaré algunas cosas sobre dicho libro.

Aprovechando el estreno de Paranormal Activity 4 y la llegada del Día de los Muertos, me ha dado por elaborar un análisis, no sé si concienzudo pero seguro que entretenido y muy interesante (modesto que es uno), sobre una saga que, ames u odies, llena los cines de todo el mundo cada mes de octubre. De hecho, bajo mi punto de vista, resulta más interesante todo lo que hay alrededor (proceso de creación, marketing, datos comerciales, anécdotas) que las propias películas. Tranquilos fanáticos de la franquicia, no voy a meterme mucho con ella. Al menos intentaré ser lo más didáctico posible. Empecemos.

Erase una vez un tipo con un puñado de dólares

En 2007 una pequeña película amateur se daba a conocer en el Screamfest Horror Film Festival. Su director, el debutante Oren Peli, había conseguido juntar 15.000 dólares. Eso, su antigua casa, varias cámaras y tres o cuatro actores desconocidos. Peli y la agencia contratada, Creative Films, se encargaron de llevar el DVD por todas las empresas, buscando distribuidor. El primer interesado fue Miramax. Pese a ello, en el Festival de Sundance no aceptaron su pase y no había compañías que quisieran darle una amplia distribución en cines. Todo esto nos lleva a Dreamworks y a…Spielberg. ¿No conocéis la historia para no dormir? A estas alturas es bastante conocido, pero por si las moscas, ahí va: el Rey Midas de Hollywood recibió una copia de Paranormal Activity (a partir de ahora me referiré como PA) recomendada por otros peces gordos de la compañía, entre ellos Ashley Brooks y Adam Goodman. Spielberg se la llevó a casa para verla en privado. Según cuentan, volvió al día siguiente con la cinta metida en una bolsa de basura, advirtiendo que la película estaba maldita (¡!). Después de verla, las puertas del salón se cerraron y no se pudieron abrir hasta que llegó un cerrajero. En nosotros queda pensar si el director de Tiburón (1975) sabe cómo vender un producto o que simplemente está grillado.

Atención. En la siguiente reseña se desvelan algunos datos sobre Area 407 (y me estoy refiriendo a la naturaleza de los antagonistas) que ya han sido anunciados con anterioridad en multitud de blogs y páginas webs. En cualquier caso, si alguien desea llegar virgen al Area 407 le recomiendo que no lea la reseña.
“Depredadores desconocidos”… con este eufemismo nombran en la sinopsis oficial de la película a los antagonistas de Area 407 (Tape 407). Unos depredadores capaces de devorar a un ser humano de un bocado y que son producto de un experimento del gobierno.

De manera que os propongo iniciar esta reseña con un sencillo juego mental que requiere de vuestra desinteresada colaboración. Quisiera pediros que os creéis la imagen mental de ese “depredador desconocido capaz de devorar a un ser humano de un bocado”. Os daré una pista: dinosaurios. Os creais la imagen mental del que os apetezca… el primero que os venga a la mente. ¿La tenéis? Si es así, ahora adjudicadle a dicho depredador un par o tres de adjetivos que le definan a grandes rasgos. ¿Si? ¿Ya está? Pues antes de descubriros el porqué de semejante tonteria que me habéis ayudado a perpetrar, os dejo con la sinopsis de Area 407 (Tape 407).

Cinco amigos, tres chicos y dos chicas viajan en plan mochilero desde la ciudad a una isla paradisíaca. Allí alquilan motos, recorren los sitios más bonitos y recónditos, acampan en el bosque, en la costa de un acantilado, se emborrachan y se bañan en el mar.

Al día siguiente entran en una cueva profunda y laberíntica para explorarla y se pierden en ella. Para sobrevivir dentro de la cueva deberán sufrir la experiencia más extrema e inhumana a la que se pueda enfrentar una persona.

Es evidente que el amplísimo cartel del Festival de Sitges 2012 todavía se guarda en la manga unos cuantos ases que reclaman a gritos ser descubiertos por el gran público. Reconozco que hasta el día de ayer no conocía la existencia de La Cueva, un found footage dirigido por Alfredo Montero (Niñ@s, 2006) y rodado en lo que sin duda parece ser una asfixiante cueva situada en la idílica isla de Formentera.

En 2011 Grave Encounters, el found-footage dirigido por The Vicios Brothers, supuso un auténtico fenómeno entre los aficionados al cine de terror y su tráiler fue visto en youtube por más de 20 millones de usuarios. Mucha gente pensó que se trataba únicamente de una película. Estaban equivocados, y el estudiante de cine Alex Wright está dispuesto a demostrarlo en Grave Encounters 2.

Mientras investiga los sucesos ocurridos en el film original, incluida la desaparición de su actor principal Sean Rogerson, Alex Wright recibe un extraño video de un misterioso bloguer que se hace llamar “DeathAwaits666”. El vídeo muestra como Rogerson sigue vivo pero atrapado en el Hospital Psiquiátrico de Collingwood, en el que se desarrollaban los acontecimientos de la primera película. Alex y sus amigos acuerdan reunirse con el bloguer en el mismo hospital, con la intención de aclarar qué sucedió realmente. Pero pronto se verán acosados por una fuerza diabólica. Asumiendo que deben ser más listos y más rápidos que Rogerson y su equipo para evitar su mismo destino, usarán los conocimientos adquiridos en el film original para poder sobrevivir.