A lesson of the Evil
Te has portado mal…
Seiji Hasumi es un apacible maestro querido y respetado tanto por sus alumnos como colegas. Un educador atento y encantador que bajo la máscara cotidiana esconde su total carencia de empatía. Incapaz de identificarse con otros seres humanos, Hasumi se va sumergiendo más y más en su desorden mental para encontrar la solución definitiva a los problemas que ve en sus semejantes: abusos escolares, maltrato, padres negligentes… todo se puede encauzar cortando el mal de raíz. ¿Y quien mejor que propio profesor para matar a los alumnos de una escuela?
Que la noticia de una nueva película de Takeshi Miike siempre es una alegría no nos cabe duda, si además se trata de la vuelta a su estilo hiperviolento todos deberíamos estar dando palmas con las orejas.
Hablar de Miike es casi hablar de un subgénero propio en la industria cinematográfica japonesa. Prolífico autor, casi a dos películas de media por año, que ha cautivado al mismísimos Tarantino, y que el festiva de Sitges trata casi como hijo adoptivo, llevaba unos años alejados de los excesos (sin renunciar a los efectismos extremos para desarrollar incluso películas infantiles/juveniles como Ninja Kids o Yatterman), lejos quedaban obras maestras del gore como Ichi The Killer, locuras grotescas como Izo, odas a lo enfermizo de la categoría de Visitor Q o la paranoia yakuza de su trilogía más conocida, Dead or Alive.