locura

Los renglones torcidos de Dios

Los renglones retorcidos del guionista

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The Suffering

Madre mía que dolor, ¡qué dolor!

The Suffering

Henry Dawles se encuentra en una encrucijada vital: Una cuenta bancaria en números rojos y un bebé en camino que está tensando la cuerda de la relación con su esposa. Cuando el anciano Sr. Remiel ofrece una lucrativa suma a Henry para tasar una finca rural, éste no se lo piensa. Ese será el pistoletazo de salida a una angustiosa exploración de la mente y la locura que cristalizará cuando Henry descubra la verdad de aquella oscura tierra, reflejo del alma corrupta de su empleador.

“The Suffering” es una película independiente, en absoluto relacionada con los dos juegazos que disfruté en mi Playstation 2, que llega desde Estados Unidos buscando distribuidor en los diferentes mercados. Lo hace con una puesta en escena buena, una producción a la que desmerece su horrible cártel (que lo único bueno que tiene es la frase “todos los que pecan deben sufrir”) y un director desconocido a esta parte del océano. Robert Hamilton también escribe su segundo largometraje junto a Marco V. Scola, otro desconocido. Y aunque la historia de “The Suffering” no parece esconder demasiada historia, valga la redundancia, la película previa de su director, “The Key”, contenía un argumento la mar de sugerente, macabro y pulp: tras la autopsia de un suicida el médico forense a cargo encontraba una llave maldita en el estómago del finado que lo llevaba a descubrir un legado de horror y locura. La verdad que casi me apetece ver más la citada “The Key”. No obstante, valga repasar su anterior trabajo para remarcar que quizás el aspecto simplista de la presente esconda algo más… y es que el tráiler hace bastante hincapié en efectismos relacionados con la locura; de nuevo la exploración interior para desarrollar un thriller psicológico, parece el pan nuestro de cada día.

Nocturnos

Gemas de ónice puro

Nocturnos

Dicen que las antologías de un sólo autor no funcionan en España, que el público demanda novelas, tochos de más de 500 páginas y que, en todo caso, una antología comunal te la editan para que la compren los familiares y amigos de los autores (los cuales habitualmente ni siquiera ven una copia por su esfuerzo). Claro que esta triste perspectiva volaría por los aires si los escritores españoles fueran capaces de sacarse de la manga colecciones como la que hoy nos ocupa: “Nocturnos”, probablemente una de las mejores antologías originales editadas en castellano de lo que va de siglo. Al menos en cuanto a horror sobrenatural se refiere. Lo curioso del asunto es que ha pasado desapercibida entre los aficionados no sé bien si por la fama de su autor, una carrera asociada a la novela negra de seriedad aplastante, o por la editorial que se ha hecho cargo de la obra, en este caso Tusquest, que no suele ser identificada por una bibliografía terrorífica. En mi caso, recomendarla fervientemente para este día del libro que ya nos abandona. Merece cada uno de los euros que vale, un valor seguro en cuanto a cantidad/calidad/precio.

John Connolly es un novelista irlandés que ha alcanzado la fama por su serie de novela negra sobre el detective Charlie Parker, que por cierto es todo un personaje. Así, en castellano es la prestigiosa casa Tusquets, con muy buena traducción, la que ha ido editando todos los tomos de la longeva serie, igualmente que el libro que hoy nos ocupa, obviamente fuera de lo que suelen ser las publicaciones habituales de la editorial catalana. Estas historias de Parker son obras oscuras que coquetean con el terror en algunos de sus pasajes, pero que, al fin y al cabo, tenemos que encuadrar claramente en el thriller policíaco.

Spring

Conejo crudo para el banquete nupcial

Spring

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 4/5

Spring

Teriantropía: capacidad de cambiar de forma de ser humano a animal y viciversa.

“Difícil”, esa es la palabra que se me vino a la mente antes de ver Spring. Es muy difícil acertar, sobre todo cuando uno tiene en mente una película que no se corresponde en absoluto con lo que está a punto de ver. Antes de Spring, la pareja de directores Justin Benson y Aaron Moorhead dirigieron Resolution, una película de muy bajo presupuesto que cosechó un relativo éxito y que fue considerada por parte de la prensa especializada como “obra de culto”. Personalmente Resolution me pareció sumamente decepcionante. Nunca llegué a conectar con la propuesta, y no porque no quisiera, sino porque en su momento me pareció difícil – casi imposible – encontrarle la gracia a la película; aunque siempre le vi mucho potencial. La gran diferencia es que con Spring ya iba mentalizado: no iba a ver una película de terror convencional, de hecho estaba convencido de que no iba a encontrarme con prácticamente nada de terror – como así fue –, pero a pesar de todo persistía una única cuestión en mi cabeza: ¿de qué huevos va todo esto?

Spring, efectivamente, no es una película de terror; ni tampoco un nuevo Possession, como su ambiguo tráiler daba a entender. La nueva incursión de Justin Benson y Aaron Moorhead es un drama romántico mitológico, de tintes lovecraftianos, que nos cuenta la historia de Evan (Lou Taylor Pucci), un joven al que la vida ha dejado tirado en mitad de una encrucijada y que, al no tener un futuro claro, decide marcharse a Italia con el objetivo, desesperado, de desaparecer. Allí conoce a una misteriosa joven italiana (Nadia Hilker), víctima de una maldición genética que la convierte en un monstruo milenario incontrolable. Evan se enamora perdídamente sin sospechar lo que le ha caído encima.

Lo mejor: completamente original, un guión hermoso y muy currado.

Lo peor: en cuanto a terror y a transformaciones se nos queda algo corta.


Burying the Ex

Necrofilia inversa

Burying the Ex

Max es un muchacho agradable que sufre la pena de tener una atractiva (ejem) pero manipuladora (aaahh) novia. Evelyn comienza a hacerle la vida imposible cuando se mudan a vivir juntos (¿os suena?), así que el pobre Max ya no puede más pero tiene miedo a soltar la bomba (¡venga Max!). Por suerte, o por desgracia, Evelyn fallece al poco en un peculiar accidente. El muerto al hoyo y el vivo al bollo: Max sale a tomarse unos chupitos cuando conoce a la fogosa, sexy y simpática Olivia, la chica de sus sueños (¡lo normal!). Por desgracia, o por suerte, Evelyn vuelve de la tumba convertida en muerta viviente y con ganas de pasar el resto de su no-vida con su amado (¡el matrimonio estándar!).

Que la combinación comedía-horror está devaluada es de consenso común, y aún lo es más el desprecio que se ha ido levantando contra las comedias de horror con zombies (“zombedy”, el subgénero de ridículo nombre). Un servidor no se quiere mojar en demasía, es decir, desde que en los ochenta funcionase tan bien, hasta cierto punto, la mezcla de sustos y risas dentro de la serie B (“Noche de Miedo”, “House”, “El Terror llama a su puerta”), el homenaje mal entendido ha proliferado hasta el punto de resultar agotador y, muchas veces, patético. Por ello me cuesta defender propuestas como “Burying the Ex” (comedia romántica con muertos vivientes de por medio), pero tampoco sería justo con mis propios orígenes, pues son precisamente algunas de las películas de Joe Dante, famoso director de la presente, las que me han proporcionado mis mejores momentos como cinéfago.

In Order of Disappearance

Yo por mi hijo Ma-to

In Order of Disappearance

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3.5/5

In Order of Disappearance

Me encantan los thrillers que transcurren en zonas heladas. La violencia y los instintos más brutales contrastan con lo inerte del paisaje invernal como lo hace una gota de sangre en el blanco de la nieve. Este contraste de calor animal contra frío natural es la seña de identidad de Kraftidioten la cinta noruega/sueca que, por lo impronunciable de su título, se distribuye como In order of dissaperance en el resto del mundo. Un excelente film a la altura del gélido “Fargo” y que contiene, al igual que este, un sutil humor negro que, lejos de restar fuerza a su potente propuesta, la convierte en una de las mejores cintas actuales para los amantes del cine policíaco.

Stellan Skarsgård interpreta a Nils, un padre coraje que tras el fallecimiento de su hijo busca justicia y venganza; dispuesto a no parar hasta saber la verdad va deshaciendo la madeja que lleva a los máximos responsables de su pérdida. Se sitúa, sin saberlo, en el centro de la lucha de 2 bandas mafiosas y sus crueles capos… Pero la furia de Nils es tanto o más fuerte que la de las huestes de ambos clanes.

Lo mejor: Excelentes actores y diálogos. La trama constantemente va a más.

Lo peor: La comicidad de sus personajes malvados no será del gusto de todos.


Manborg

Insert Coin

Manborg

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 3/5

Manborg

Tras las guerras contra el Infierno, la Tierra ha terminado siendo un erial donde rige corrupta la gran ciudad de Meganet. Allí, Draculón, el Conde de todos los demonios, busca diversión enfrentando a los restos de la menguada humanidad contra sus mejores guerreros. Una arena, cubierta de sangre y horror, será testigo de excepción de estos crueles juegos orquestados por el Barón, jocoso subalterno del Conde. Pero una figura misteriosa se erige como el único faro de esperanza para la civilización humana: de la nada ha surgido un cyborg, cuyos difusos recuerdos lo llevan hasta las guerras Infernales. Este héroe de buen corazón unirá sus fuerzas contra los mejores luchadores de la Tierra, enfrentándose al Mal para devolver la libertad a un planeta exhausto por la sed de sangre de sus conquistadores.

Tengo 16 años, en el instituto me fusilan a suspensos con cada nueva evaluación y mi camiseta de los Ramones no parece llamar la atención de ninguna de las chicas de clase. Es viernes por la noche y acabo de volver de los recreativos con una Fangoria bajo el brazo, la acompaña un par de números de Dragon Ball y otro del Juez Dredd que edita Zinco. Llevo un empacho de calamares bravos terrible, menos mal que la cerveza ha conseguido aturdirme lo suficiente como para ignorar el dolor palpitante del abdomen. Mis últimas monedas han sido tragadas por esas perras: la máquina de Cadillac and Dinosaurs y el Mortal Kombat. Me obstino en jugar a ese dichoso juego de lucha porque la mezcla de sangre barata y captura de movimiento renderizada me parece el súmmum de lo cyberpunk, mi nuevo género favorito gracias a las obras maestras llamadas Akira y Tetsuo; pero cada partida es una tortura donde ponen la cara de mi personaje preferido, Raiden, más hinchada que la panza de Jesús Gil. Sin embargo, mi adicción a William Gibson, el manga, el punk, las patatas fritas o la Troma no son el principal motivo por el que me tiene enganchado esa dichoso video juego, no. Últimamente, el hermano de un amigo, me ha dejado varias cintas VHS con películas post apocalípticas.

Lo mejor: El bien llevado sentido del ridículo, que alza la cinta como un manjar para los paladares nostálgicos que ya habéis entendido la reseña.

Lo peor: Un montaje que acusa el bajo presupuesto del proyecto.