The Suffering
Madre mía que dolor, ¡qué dolor!
Henry Dawles se encuentra en una encrucijada vital: Una cuenta bancaria en números rojos y un bebé en camino que está tensando la cuerda de la relación con su esposa. Cuando el anciano Sr. Remiel ofrece una lucrativa suma a Henry para tasar una finca rural, éste no se lo piensa. Ese será el pistoletazo de salida a una angustiosa exploración de la mente y la locura que cristalizará cuando Henry descubra la verdad de aquella oscura tierra, reflejo del alma corrupta de su empleador.
“The Suffering” es una película independiente, en absoluto relacionada con los dos juegazos que disfruté en mi Playstation 2, que llega desde Estados Unidos buscando distribuidor en los diferentes mercados. Lo hace con una puesta en escena buena, una producción a la que desmerece su horrible cártel (que lo único bueno que tiene es la frase “todos los que pecan deben sufrir”) y un director desconocido a esta parte del océano. Robert Hamilton también escribe su segundo largometraje junto a Marco V. Scola, otro desconocido. Y aunque la historia de “The Suffering” no parece esconder demasiada historia, valga la redundancia, la película previa de su director, “The Key”, contenía un argumento la mar de sugerente, macabro y pulp: tras la autopsia de un suicida el médico forense a cargo encontraba una llave maldita en el estómago del finado que lo llevaba a descubrir un legado de horror y locura. La verdad que casi me apetece ver más la citada “The Key”. No obstante, valga repasar su anterior trabajo para remarcar que quizás el aspecto simplista de la presente esconda algo más… y es que el tráiler hace bastante hincapié en efectismos relacionados con la locura; de nuevo la exploración interior para desarrollar un thriller psicológico, parece el pan nuestro de cada día.