Wrecker
Al diablo sobre ruedas le pica la entrepierna
Un par de excelentes amigas como son Emily y Lesley, inician un viaje en coche a través del desierto. Cuando Emily decide abandonar la autopista y coger un atajo por vías secundarias, ambas serán víctimas de un camionero psicóptio que las fuerza a participar en un mortal juego del gato y el ratón.
Dennis Weaver, el recordado y abnegado protagonista de la inmortal El diablo sobre ruedas (Duel, 1971), aquel lejano telefilm dirigido por un imberbe Spielberg y con guión de Richard Matheson que acabaría convirtiéndose en todo un clásico con mayúsculas, es sustituido, para la ocasión, por un par de mozas de muy buen ver que, nuevamente, voverán a ser el objeto de deseo de un camionero que controla una enorme y mortal máquina que lo arrasa todo a su paso. Y supongo —en realidad me apostaría mi colección de muñequitos de Los Masters del Universo— que al igual que ocurría en el clásico de Spielberg, al psicópata que se esconde tras el volante tampoco llegaremos a verle el careto. En realidad me apostaría cualquier cosa a que una inmensa y terrible sensación de déjà vu nos invadirá cuando veamos Wrecker… si es que alguna vez tenemos la ocasión de poder verla.