Dead Mine
Soy minero... y samurai, y mutante...
Un cazador de tesoros y su grupo, con demasiadas similitudes a Los Mercenarios, se ven atraídos a la selva indonesa siguiendo la leyenda del oro de Yamashita. Tras un paseo entre la procelosa vegetación darán con sus huesos en un bunker abandonado de la Segunda Guerra Mundial donde unos subterráneos llevan hasta una mina llena de oro. Oro sí, y también unos samuráis mutantes más tacaños que el Tío Gilito. El festín de sangre y vísceras está servido.
Con vocación claramente casposa, aunque a juzgar por su tráiler podría no estar nada mal en otros sentidos, llega desde la filiar indonesa de la cadena HBO una película de género, que no solo evita cualquier atisbo de originalidad si no que además se obstina por lo que parece una mezcla cateta de terror y acción, con gotitas bélicas, al más puro estilo Dog Soldiers o Outpost.