Possessor
Juntos pero no revueltos
- Título original: Possessor
- Nacionalidad: Canadá | Año: 2020
- Director: Brandon Cronenberg
- Guión: Brandon Cronenberg
- Intérpretes: Andrea Riseborough, Christopher Abbott, Jennifer Jason Leigh, Sean Bean
- Argumento: Una empresa poseé a ejecutivos de la competencia para asesinar a directivos y borra las huellas asesinándolos después.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 4/5
Desde luego, de casta le viene al galgo. Brandon Cronenberg no ha buscado lejos referencias para hacer su cine. Su anterior título (antiviral) y éste, que le ha otorgado el aplauso de la crítica y el público especializado en fantástico, parecen una prolongación del trabajo que en este género hacía su padre antes de saltar a terrenos mucho más autorales. Le ha venido de perlas que su progenitor aparcara, con “eXistenZ”, su exploración de la fantasía. Así evita en gran medida otra frase hecha: “Las comparaciones son odiosas”. Cronenberg ha apostado a lo grande y ha construido en su segunda película una cinta cien por cien adulta, donde la violencia, el sexo y las decisiones autorales la hacen merecedora por goleada de la calificación R en la industria americana. En Sitges se hizo con los dos premios gordos: a la dirección y a la mejor película. Dos galardones que se suman a infinidad de nominaciones y premios de otros certámenes, alguno de ellos incluso de cine “Convencional”.
Una corporación utiliza un revolucionario método para invadir, de forma silenciosa, la mente de otras personas con fines de espionaje empresarial. Estas particulares posesiones son empleadas para cometer crímenes sin aparente conexión con los intereses comerciales que se esconden detrás. Pilotar estos cuerpos ocupados no es nada fácil: los moradores se manchan con el subconsciente de sus víctimas. Regresan a sus cuerpos confusos, afectados por pensamientos y recuerdos que no son suyos. Tasya (Andrea Riseborough) es una de las agentes más eficaces, aunque sus constantes invasiones de otros ya empiezan a hacerle mella. En su nueva misión ha de ocupar el cuerpo de Colin (Christopher Abbott), novio de la hija del presidente de la competencia (Sean Bean), para descabezar a esa empresa asesinando a su futuro suegro y después borrar sus pasos induciendo a este cuerpo al suicidio. Lo que en ese momento desconoce es que el joven tiene la mente más desordenada que ella y que la fusión de ambos va a desencadenar un descontrol de funestas consecuencias y toda una pelea de ambas personalidades para controlar ese cuerpo.
Lo mejor: Seria, cruel, explícita, sin concesiones y con factura e interpretaciones muy buenas.
Lo peor: El conjunto es frio y su conclusión confusa.