survival

Fall

¿Qué tal vas de vértigo?

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Fuel

Suspenso por todo lo alto

Fuel

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DIVERSIÓN:
TERROR:
ORIGINALIDAD:
GORE:
  • 2/5

Fuel

He dudado mucho si escribía esta reseña, porque no me gusta poner mala nota y mucho menos cuando un proyecto es tan pequeño como este. Pero luego me recuerdo sentado en el Festival de Málaga perdiendo tiempo frente a “Fuel”, intentando ver si la historia despegaba en algún momento, y lo único que despegaba, de forma constante, es un dron para arriba y para abajo alargando innecesariamente la agonía de los espectadores asistentes. Y es que los interminables vuelos de una máquina sobre el coche que es el centro de la historia ocupan más del la mitad de metraje, sin que aporten absolutamente nada de valor al mismo. Algo que hace de sus 72 minutos una experiencia que parece durar horas.

Uno presupone que las cintas que concurren a un festival han sido seleccionadas siguiendo unos mínimos criterios de calidad, pero siempre te cuelan un gol. “Fuel” sin duda fue uno de esos tiros a puerta y sin portero que entran hasta el fondo de la red, dejando a los aficionados con cara de idiotas y deseando que rueden cabezas. Ya lo auguraba su endeble tráiler, pero su director defendió con la maestría de un buen tahúr la calidad de lo que íbamos ha ver. Incluso habló de la posibilidad de rodar el remake estadounidense de “Fuel”; algo que, inocentemente, nos hizo pensar que lo mismo bajo su simplona apariencia se escondía un prometedor filón… luego empezó la película y el castillo de naipes se vino abajo. Incluso los invitados del director que se sentaban a derecha e izquierda de él, rápidamente perdieron el interés y dedicaron media sesión a gestionar sus redes sociales desde su móvil.

La mítica Ruta 66 (simulada en el paisaje desértico de Almería) es recorrida por el protagonista Raúl: un sofisticado influencer que regresa a casa tras unos días en México. Prestando nula atención a las insistentes llamadas de teléfono de su novia, más interesado en que su ego luzca siempre con luz propia, hace una parada en un bar de carretera (el típico bar de la Ruta 66 con pegatina de ”Securitas direct”) tras la cual comienza a sentirse mareado hasta perder el conocimiento. Cuando despierte se encontrará atado a un coche destartalado a merced de la sed, el hambre y la desesperación… aunque lo más inquietante es el aire sobrenatural que parece tomar cada vez más peso.

Lo mejor: Si fuera un documental de Almería tendría planos curiosos. El guion esconde algo que podría haber funcionado

Lo peor: No es un documental de Almería. Estirar y estirar hasta el tedio más brutal


Voces

Terror español post confinamiento

Voces

Daniel y Sara son un matrimonio con un hijo de 9 años, Eric, que acaban de trasladarse a un nuevo hogar. Sin embargo, no saben que esa propiedad es conocida en el vecindario como la casa de las voces. Eric es el primero en percatarse de los extraños sonidos que se ocultan tras cada puerta y que intentan comunicarse con la familia. Pese a que al principio Daniel y Sara creen que se trata de un producto de la imaginación de su hijo, poco a poco comienzan a percibir también esos sucesos paranormales, convirtiéndolos en una realidad.

Antes del confinamiento, Malasaña 32 estaba siendo uno de los éxitos de los cines españoles. Y justo cuando los cines, por fin, vuelven a abrir, se espera la llegada de otra de terror sobrenatural, relativamente similar, de lo que ya empieza a ser una especie de Warrenverso de producción patria. No es que tengan unos personajes en común, como es el caso de los Warren, pero sí es un grupo de películas de evidente corte estadounidense, con el cine de James Wan a la cabeza, que repiten formula con historias que nos son más cercanas. Verónica (2017) fue el detonante.

Black Water: Abyss

Si es que no aprenden...

Black Water: Abyss

Bueno, esto es, ¿habéis visto The Descent (2005)? Pues si la reciente A 47 metros 2 (2019) era lo mismo, pero con tiburones, ahora Black Water: Abysss es lo mismo, pero con cocodrilos. Y también se trata de una secuela. Bastante tardía, eso sí. Allá por 2007 se estrenaba en Australia un pequeño survival que quedó un poco tapado por otro similar, pero más grande, El territorio de la bestia. De algún modo han pensado que era el momento de recuperar la marca, aunque llevándola a la formula Aliens: más monstruos, más acción, más espectáculo. Y como podéis imaginar por la comparación del comienzo, pasamos la acción a una cueva.

Repite director, Andrew Traucki, al que también debemos la que, para mí, es una de las mejores aportaciones al subgénero de tiburones de los últimos años: El arrecife (2010), aunque luego bajó varios escalones con La jungla (2013). Ya veremos si con Black Water: Abyss sale cara o cruz.

Motel Acacia

Lo barato sale caro.

Motel Acacia

Un joven filipino se prepara para dirigir el Motel Acacia, un extraño lugar dirigido por su tiránico padre y que tiene la tarea, asignada por el gobierno, de exterminar los inmigrantes que llegan a los Estados Unidos de América.

Pues tenemos película filipina de terror con mensaje. Y el mensaje, si habéis leído la sinopsis, está claro: una denuncia sobre el trato que reciben inmigrantes en determinadas situaciones y países. Dentro del contexto, parece algo así como una vuelta a lo que vimos en Hostel (2005). Esto es, si en la película de Eli Roth los que viajaban lo hacían por placer y diversión y terminaban metidos en un lío, aquí los que viajan lo hacen por necesidad y poca diversión, aunque el fin es el mismo: se meten en un lío. Y parece, las consecuencias del lío también serán parecidas: mucha sangre, aunque también monstruos, y no sólo de los humanos.

Impetigore

Cine extremo de Indonesia.

Impetigore

Impetigore sigue a Maya, quien tras sobrevivir a un intento de asesinato en la ciudad, descubre que podría heredar una casa en su aldea ancestral. Con su amiga Dini, Maya regresa a la aldea donde nació, sin saber que la comunidad ha estado tratando de localizarla y matarla para eliminar la maldición que ha afectado a la aldea durante años. Cuando empiece a descubrir la complicada realidad sobre su pasado, Maya se encontrará luchando por su propia vida.

Estos indonesios son muy brutos. Tanto, como los franceses en aquella ola del terror extremo que muchos disfrutamos y que se vino a denominar el “Nuevo Extremismo Francés”. Pues bien, ahora que éstos parecen descansar, en Indonesia quieren su parte del pastel. Así, en el género de acción Gareth Evans hizo saltar todo por los aires con The Raid (2011) y The Raid 2 (2014), aquí conocidas como Redada asesina. A nivel de popularidad, a Evans se sumó Timo Tjahjanto, todavía más sanguinario y más interesado en el terror. De hecho, en 2009 ya empezó a darse a conocer con Macabre. Luego llegaron el celebrado segmento de la secta en VHS 2 (2013), Killers (2014) o The Night Come For Us (2018).

Human Zoo

Confinamiento extremo.

Human Zoo

Un grupo de personas participa en un reality show en el que el objetivo es sobrevivir al confinamiento durante más tiempo que los demás El que lo logre se llevará un millón de dólares a casa. La única regla: no hay reglas.

En los tiempos de confinamiento que vivimos, podríamos pensar que propuestas como la de Human Zoo son las que menos nos interesan para pasar el rato en casa. Sin embargo, como ha demostrado recientemente el fenómeno en Netflix de El hoyo (2019), o la recuperación multitudinaria de Contagio (2011), parece que el ser humano siente atracción y/o morbo, incluso fascinación, por contemplar de lejos una situación todavía más jodida. A veces, incluso reconforta aquello de pensar que tu situación no es agradable pero, oye, ojo con la que viven los protagonistas de estas historias. De ahí que la llegada de una película tan pequeña pero, a priori, contundente como Human Zoo, haya llamado la atención los últimos días.