Inexorable
La mano que mece Du Welz
- Título original: Inexorable
- Nacionalidad: Bélgica |
- Director: Fabrice Du Welz
- Guión: Joséphine Darcy-hopkins, Aurélien Molas, Fabrice Du Welz
- Intérpretes: Benoît Poelvoorde, Alba Gaïa Bellugi, Mélanie Doutey
- Argumento: Marcel Bellmer busca desesperadamente inspiración para la novela que sigue a su bestseller “Inexorable” y se muda con su familia a la antigua mansión familiar de su esposa. Mientras se acostumbran a su nueva vida, la silueta de una joven llamada Gloria acecha alrededor de la casa. Parece fascinada por la obra literaria de Marcel y decidida a echar raíces en la familia.
DIVERSIÓN: | |
TERROR: | |
ORIGINALIDAD: | |
GORE: |
- 3/5
Esto lo hemos visto muchas veces. Venga, a todos nos viene rapido a la cabeza La mano que mece la cuna (1992), aquel thriller que se convirtió en leyenda de las sobremesas televisivas en los noventa. También vienen recuerdos de otras muy populares como Misery (1990), o más recientes, Parasitos (2019) y otra joyita de la que no daré más datos, pues caería en el destripe. Sin embargo, aunque los referentes son claros y sobre el papel, innovar no está en sus planes, Inexorable consigue la suficiente personalidad con la dirección del muy interesante Fabrice Du Welz. Por cierto, ¿os acordáis de Du Welz?
Os pongo al día: este cineasta belga, arrancó su carrera con una de las mejores propuestas que surgieron de aquel terror extremo francés. Os hablo de Calvaire (2004). Vale, no es francesa, sino belga, pero creo que podemos incluirla en la movida. No obstante, película muy discutida, amada y odiada a partes iguales y poco recordada en comparación con las grandes del movimiento. Pero siempre la recomiendo, eso sí, en un acto de valentía. Luego llegó la menos acertada Vinyan (2008), pero volvió a liarla con la genial Alleluia (2014). Hasta aquí su etapa raruna y transgresora.
Lo mejor: Reencontrarnos, en gran medida, con el Du Welz de los inicios. Sobre todo, en su tercio final.
Lo peor: Puede ser demasiado pausada/densa en su primera mitad. Ya nos conocemos la historia.