Sitges 2013
Preparados, listos...

En el interior del post tenéis a vuestra disposición los enlaces a unos calendarios de Google que os hemos preparado con los horarios de todas las películas que podrán verse en las distintas salas: Auditori, Prado, Retiro y Tramuntana.
Como todos los años, más o menos por estas fechas, comienza en la preciosa localidad catalana de Sitges uno de los festivales de cine con más solera de toda la península: el Festival Internacional de Cinema Fantàstic de Catalunya. Lugar de peregrinación y Valhala anual donde soltarse el pelo para muchos de nosotros. Un evento, centrado en el cine fantástico y de terror, desde su vertiente más clásica a la más incalificable, que contiene tal cantidad de títulos en tan poco tiempo que resulta imposible de abarcar.
Nos saludan este año cunas en llamas y acólitos del satanismo, pues el leit motiv, en esta ocasión, se inspira en la mítica La semilla del diablo (un giro de acontecimientos, pues en un principio El exorcista y su 25 aniversario estaban destinados a ser los protagonistas) . No sabemos si han sido los satanistas, la crisis de la industria o los políticos (no hay seres más abyectos), pero la edición llega con una jornada menos de lo acostumbrado, aunque tan plagada de actividades y títulos como siempre. A pesar de que cada año resulta más complejo rellenar los espacios con cine 100×100 inédito, el público, uno de los más fieles, ha demostrado nuevamente un apoyo soberbio y ha colapsado la taquilla desde el mismo momento en que se abrió (más de 33.000 entradas anticipadas). Y no es para menos visto el plantel que nos depara a la prensa, a los fans y a los visitantes ocasionales, en los próximos días.
Para aquellos que no habéis tenido la suerte de visitar en alguna ocasión esta fiesta del cine deciros que, si sois aficionados a la fantasía, tenéis una asignatura pendiente: el apoyo y la colaboración de la ciudad de Sitges a su festival es tanto que durante los días que éste dura todo el pueblo se transforma y recibe a los visitantes con una amabilidad y servicio incomparable. Desde todas las esquinas de la ciudad nos cuidan y vigilan carteles del evento. Encontraremos desde menús del terror para nuestros estómagos, a mercadillos de merchandising, o bares y tiendas preparadas y vestidas para la ocasión… y frikys, muchos frikys (en el sentido más positivo de la palabra) con los que charlar entre película y película o hacer tándem en las maratonianas jornadas. En definitiva toda una fiesta del grito y el exceso visual.