Sobrevivendo, una vez más, a la temible Australia
El director y guionista Andrew Traucki parece empeñado en demostrarnos que su Australia natal es una pésima opción a la hora de planear nuestras próximas vacaciones de verano. Si primero fueron los cocodrilos de Black Water, ahora le toca el turno al siempre socorrido “Carcharodon carcharias”, conocido comúnmente como Gran Tiburón Blanco, y convertido en todo un icono del terror moderno por obra y gracia de Tiburón (Jaws, 1975), incontestable obra maestra de Mr. Spielberg.
Basada en hechos reales, The Reef cuenta la historia de cinco personas dispuestas a disfrutar de una plácida travesía en velero, rumbo a uno de los arrecifes de coral más grandes y espectaculares del mundo. Pero el destino es caprichoso, y en esta ocasión ha querido que nuestros sufridos marineros sean protagonistas de una película de terror con escualos de por medio. Así que el velero no tarda demasiado tiempo en volcar tras colisionar violentamente con el suelo del arrecife, quedando nuestros protagonistas en una situación, cuanto menos, comprometida: subidos a la quilla del barco volcado, sin posibilidad de contactar con nadie que pueda socorrerles, y sin otear tierra firme en el horizonte.
Lo mejor: Los momentos previos al ataque del tiburón. Son un buen ejericio de supense y tensión.
Lo peor: La previsibilidad del desarrollo