El baile de nuestras vidas
Por fin ha llegado. Disfrutada por algunos en el pasado Festival Internacional de Sitges, The Loved Ones, película australiana escrita y dirigida por Sean Byrne, ha sido capaz de no destrozar las altas expectativas que se crearon a su alrededor y erigirse, por méritos propios, en la propuesta terrorífica más inteligente, fresca y terriblemente entretenida del año (a la espera, precisamente, de lo que nos depare la actual edición del Festival).
Brent es un adolescente atormentado por la culpa tras la muerte de su padre en accidente de tráfico. Sumido en una fuerte depresión que le lleva a coquetear con la idea del suicidio, Brent encuentra en Holly, su preciosa novia, una excelente razón para seguir adelante.
Pero un mal día se cruza en su camino Lola, una estudiante algo retraída y tímida que invita a Brent a acompañarla al baile de final de curso del instituto. Brent rehúsa amablemente la invitación… gran error. Lola no acepta un “no” por respuesta, y está dispuesta a que Brent no olvidé jamás el infierno del que podría ser, sin duda, el último de sus bailes de final de curso.
Lo mejor: Lola, su nivel de violencia, su humor negro, sus últimos treinta minutos, su fotografía, sus personajes secundarios...
Lo peor: Que alberguemos serías dudas sobre si se distribuirá de alguna manera en nuestro país.