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House of the Dead

La peli-birra de la década pasada

House of the Dead

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House of the Dead

La puntuación asignada a House of the Dead responde en un 20% a una valoración objetiva y un 80% a una valoración casposa.

Uwe Boll es un personaje curioso. Calificado por muchos como “el peor director de la historia”, el tipo se las ha arreglado para meterse en la industria del cine estadounidense fabricando churros. Ojo, no son churros cualesquiera. Al menos al principio, Boll estrenaba en el cine sus películas. Nada de pelis para cubrir huecos sobrantes en las estanterías polvorientas de un videoclub. No señor. Nuestro amigo alemán tenía ínfulas de acaparar la gran pantalla y manejarse con presupuestos, no holgados pero sí decentes y muy por encima de lo que su talento le debería permitir disponer. Sin embargo debe haber algún negocio turbio (¿blanqueo de dinero?), algún motivo personal (¿enchufes?) para que pueda llevar sus hazañas a cabo sin que le rechisten. O quizá, simplemente, el amigo Boll está podrido de dinero y quería gastárselo en esto de hacer películas. En otro momento puede que le dediquemos a este personaje el artículo que se merece, pero hoy me centraré en su obra cumbre: House of the Dead.

Lo mejor: Vista en las condiciones apropiadas supone noventa minutos de disfrute casposo sin precedentes.

Lo peor: Vista sin dichas condiciones, supone un daño cerebral sin retroceso. Y vista con las condiciones apropiadas puede que también.


Zombie Massacre

Temblad... un nuevo videojuego a caido en manos de Uwe Boll

Zombie Massacre

Un arma bactereológica desarrollada por el gobierno de los Estados Unidos para crear un supersoldado, provoca una epidemia en una tranquila población centroeuropea llamada Roznov. Todos los habitantes de dicha población se transforman en zombis. Rozno permanece en cuarentena, pero el gobierno plantea destruirla para evitar la propagación de la epidemia.

El resto del mundo no sabe lo que está ocurriendo en Rozno. El plan: trasladar hasta la ciudad una bomba atómica para provocar una explosión que lo arrase todo. Un comando de mercenarios se encarga de la misión. Para llevarla a cabo con éxito deberán enfrentarse a una horda de monstruos hambrientos. No hay esperanza. ¿Quién sobrevivirá?