Hace unos meses, Joan nos traía el trailer y póster de Eaters. Película de zombies, con ese aroma a explotación italiana de producciones hollywoodienses, fragancia conocida por los amantes del cine ochentero (y os remito al especial de Troll 2 para quien desee indagar en los miasmas de un género y época que están condenados a repetirse). Os recuerdo el argumento de Eaters puesto que era fácil de olvidar, dada su simpleza:

Después ser devastado por una epidemia mortal, el mundo esta ahora gobernado por hordas de muertos vivientes. Cerrados en una fortaleza reconvertida en centro de investigación, tres hombres – los cazadores de zombies Igor y Alen y un científico llamado Gyno – tratan de encontrar una respuesta para el Apocalipsis.

Quijote Z es el segundo libro de Házael G. Gonzalez dentro de la linea Z de Dolmen después de su ultimo trabajo titulado La Muerte Negra.

Nada es como nos contaron.
Quijote Z, el libro que cambiará la historia, a la venta el 7 de junio.

Está claro que los británicos tienen todos los números para ser los primeros en caer cuando nuestro mundo, tal y como lo conocemos, sea arrollado por una horda incontrolada de infectados dispuestos a establecer un nuevo orden. Y por supuesto, los últimos supervivientes siguen empeñados en dejar constancia de sus últimos días protagonizando una película tras otra, hasta el punto de que la acumulación de títulos en los último tiempos empiezan a mezclarse y confundirse en nuestras cabezas (al menos en la de un servidor).

El británico Mark McQueen se apunta a la moda del apocalipsis zombi/infectados con la prometedora Devil’s Playground

La empresa farmacéutica Newgen trata de aplacar a la opinión pública cuando su último producto, el RAK-295, ha provocado terribles reacciones alérgicas en todos los sujetos experimentales. ¿En todos? No. Una mujer embarazada no ha tenido reacciones de ningún tipo. El Dr. Brooke, presidente de Newgen, cree que esa mujer podría ser la solución a este desastre y pide a Cole, el jefe de seguridad, que la encuentre y la traiga para examinarla. Pero Cole presenta su dimisión al director de la compañía, Peter White, porque está harto de limpiar los trapos sucios de la empresa. Justo entonces uno de los sujetos experimentales escapa de las instalaciones de Newgen provocando el caos.

Os dejo con el poster (de nuevo hace hincapié en la tecnología 3D… “Experimenta una nueva dimensión del mal”), la sinopsis y el trailer final de Resident Evil: Ultratumba, título definitivo en castellano de Resident Evil Afterlife, la última incursión del director Paul W. S. Anderson y la actriz Milla Jovovich en el universo de virus desatados y muertos vivientes creados por CAPCOM en su popular franquicia de videojuegos.

Sinopsis: En un mundo asolado por un virus infeccioso que convierte a sus víctimas en muertos vivientes, ALICE (Milla Jovovich), continúa en su búsqueda por supervivientes para ponerlos a salvo. Su batalla a muerte con la Corporación Umbrella llega a alturas insospechadas, pero Alice, inesperadamente, recibe ayuda de una vieja amiga. Nuevas pistas, con la promesa de un paraíso a salvo de muertos vivientes, los conduce hasta Los Ángeles, pero cuando llegan, la ciudad está infectada con miles de muertos vivientes. Alice y sus compañeros están a punto de caer en una trampa mortal.

Poco se puede decir sobre las fortalezas y debilidades de un film como Evilution, que no se haya dicho ya sobre otros del mismo corte. Para que me entendáis, estamos hablando de la producción humilde de un grupo de cineastas con más pasión que medios. Como cualquier otra cinta de bajo presupuesto sobre infectados (ó zombies que corren mucho), sus limitaciones giran alrededor de dos premisas: actores esforzados pero justitos de nivel interpretativo y un desarrollo técnico, tanto a nivel general como narrativo, que deja mucho que desear y, más bien, sirve solo como indicador del camino que pueden tomar los responsables del proyecto. A este último respecto ningún problema; Chris Conlee, Brian Patrick O’Toole y Eric Peter-Kaiser (director, guionista y productor/protagonista respectivamente), tienen un futuro brillante y prometedor dentro del cine de género. Y es que tienen las ideas muy claras, de hecho, la génesis de esta primera parte de una pseudo-trilogía da buena muestra de ello:

Estos tres estadounidenses, fanáticos del cine de terror desde que tenían uso de razón, decidieron un día cualquiera, embarcarse en la filmación de una película más de su género favorito. Puesto que sus gustos eran comunes pero muy amplios, les sabía a poco rodar solo un film; ellos pensaban que podían realizar ejemplos atractivos de tres terrores tipo: zombies, slasher y criaturas. Brian Patrick O’Toole, que tenía cierta experiencia como productor, destacando en títulos medianos como Dog Soldiers ó Cemetery Gates, enfocó el titánico proyecto de una trilogía de la forma más eficaz posible: Creando un nexo de unión débil entre las tres películas, podrían así dejar una marca personal como guía de una cinta a otra, dándoles libertad creativa pero auspiciando las tramas en el mismo marco. Así tenemos cierta “imagen corporativa”, no podemos negar que eso vende, y un entorno capaz de generar empatía en el espectador, les empujaría a terminar una película detrás de otra. El nexo de unión elegido resultó muy acertado. Es concreto, yo diría que es lo mejor de Evilution; tenemos ni más ni menos que un tenebroso edificio de apartamentos; sucio y mohoso a la par que decrepito. Un edificio regentado por un enigmático administrador, envuelto en frases misteriosas y una actitud excéntrica. Este edificio es el Necropolitan, y aunque su diseño artístico no es muy espectacular (un bloque abandonado de apartamentos de Los Ángeles), ofrece una ambientación perfecta para tres historias terroríficas que, pese a tópicas, despiertan nuestro interés y simpatía; al menos a los aficionados acérrimos como el que suscribe.