Until Dawn

Sin llegar a ser un auténtico fan del videojuego que adapta esta cinta, si me acercaba a ella con la ilusión que en mi despiertan los nombres de sus responsables principales. Del nórdico David F. Sandberg y su particular visión (Nunca apagues la luz) a Gary Dauberman, guionista y responsable de Annabelle vuelve a casa o el remake televisivo de Salem’s Lot, ambas dos interesantísimas. No hace ni una semana que revisábamos en la web Sinners, ese mix de géneros que tan buenas críticas ha despertado con unanimidad casi general entre audiencia y crítica especializada. Pues bien, esta Until Dawn es si cabe aún mayor mezcolanza de conceptos. Una reminiscencia de altura a películas como por ejemplo Cabin in the Woods, que ya hace más de una década buscaban revertir los roles con auténticas macedonias de subgéneros.

Un todo en uno que funciona gracias a su humor, más acertado en unas ocasiones que otras, pero siempre presente y a la libertad de la que goza la trama para con el videojuego, llevando la atmósfera a un terreno más cinematográfico donde el libreto de Dauberman (co-escrito con Blair Butler) y la dirección de Sandberg conviven entre los diferentes segmentos y las situaciones en las que los personajes se ven envueltos, bien sea juntos o por separado. Este es uno de los puntos donde más se nota la pluma de Dauberman, sobre todo comparando el desarrollo de la historia con la de Annabelle vuelve a casa. Esas idas y venidas por diferentes escenarios comunes del cine de horror en las que siempre se ofrece un halo tan macabro como divertido.

Desde su génesis, como también ocurría con Maligno, se nos introduce en una falsa sensación de estar asistiendo ante un espectáculo rutinario, véase en este caso el típico viaje por carretera con adolescentes ineptos soltando paridas y con parada incluida en gasolinera perdida de la mano de Dios donde un pseudo-anciano creepy atiende a los jóvenes con una gorra grasienta. Claro, toda esta suerte de Wrong Turn o Jeepers Creepers termina saltando por los aires y presentando la verdadera naturaleza del filme, como decía más arriba del texto, una auténtica batidora de ingredientes típicos de todo el cine de terror, sobre todo, contemporáneo en su estilo. Y es que hay de todo para el ocio, desde slasher y zombies, pasando por espíritus y monstruos deformes… ¡hasta J-Horror! y otros horrores… Lo satiriza todo, incluyendo los jump scares, predecibles pero efectivos, pero a su vez hace funcionar todo el engranaje con un reparto comprometido y un sangriento espectáculo que hará las delicias de muchos.

Uno de sus puntos fuertes, el bucle temporal, es casi un personaje más de la película. A diferencia de otras como Detention o Al filo del mañana, aquí, la anomalía, se convierte en el verdadero hilo conductor de la propuesta, explotando y revirtiendo clichés, en una vorágine mucho más parecida a Feliz día de tu muerte, por ejemplo, pero más caótica.

En resumidas cuentas, un homenaje a TODO lo que el fanático del terror ama. Podrá gustar mucho o poco, pero lo que está claro es que intenciones y personalidad no le falta. En opinión propia, uno de los títulos más destacables en lo que llevamos de año.