Tierras Perdidas

Cinco años llevábamos sin saber del tándem que forma el matrimonio Anderson-Jovovich, desde aquella adaptación del videojuego Monster Hunter que quedó tan… tan… tan W.S. Anderson, por así decirlo. Puedes llegar a disfrutar de su obra, pero no perdurará en tu memoria ni una semana. Pues bien, su nueva película es otra adaptación, en este caso de una historia de George R.R. Martin, ni más ni menos, y en Almas Oscuras no queríamos perdernos el evento.

Encabeza el reparto, junto a Jovovich, Dave Bautista y su ya archiconocida interpretación dura y poco expresiva, llevando entre los dos, o intentándolo, el peso de la película. Desde el inicio quedan claras las intenciones generales de In The Lost Lands, un apartado visual creativo y, pese a la obviedad de la digitalización, atractivo, algo así como hizo en su día 300 en este campo, acción a raudales, una mitología propia que se aprendería en dos minutos hasta tu primo de tres años y personajes soltando frases pseudo-épicas. Y cumple con todo, más o menos, pero no es suficiente como para que una producción de este calibre, salga airosa.

Se agradecen muchos elementos, sobre todo su aire a serie B y su imaginería irreal que irradia su propia marca, pero W.S. Anderson no es chaval, que digamos, y se queda a medio camino en muchos otros conceptos de importancia, tales como la poca conexión que existe entre la experiencia visual y su coherencia narrativa. En este apartado, el director tira de lo que más y mejor sabe hacer, diseccionar secuencia por secuencia como si de pantallas o niveles de un videojuego se tratase, todas ellas llenas de violencia onírica e imaginativos villanos que van siendo aniquilados por los protagonistas, pero nunca termina de enganchar u ofrecer el punch necesario para transformarla en la película que realmente quiere ser.

¿Consiguen sus momentos divertidos, que los tiene, hacer olvidar la nula calidad del guion? A medias, y es realmente una lástima que en líneas generales termine siendo tan floja, porque el mundo fantástico y post-apocalíptico por el que se inclina podría haber dado muchísimo más de sí si el desarrollo general se hubiese trabajado más y, tal vez, si se hubiera explorado más su naturaleza licantrópica, algo que también se me hizo bastante breve.

En resumidas cuentas, Bautista lo intenta y W.S. parece más obcecado en la faceta visual que en construir un relato genuino con el material que tenía. La que mejor parece pasárselo al final es Jovovich, a la que se le proporciona un interesante rol que tampoco fue explotado del todo.