Down the Road

Un padre, Hunter Isth, es golpeado por el trágico accidente que cambiará su vida para siempre. Después de la tragedia, Hunter, simplemente desaparece y no vuelve a ser visto; aunque los años ven crecer los mitos y las leyendas urbanas alrededor de las desapariciones de adolescentes con ganas de fiesta – y especialmente aficionados al sexo bajo la impávida mirada de los bosques –.

En la época actual, Jenn, una chica preciosa y decidida, acaba de ser dada de alta de una prologada estancia médica. Sin tiempo a descansar siquiera, sus amigos deciden animarla llevándola de acampada el fin de semana. Lo que no esperaban, ¿alguna vez lo hacen?, es tener que luchar por su vida contra los designios de un hombre demente hasta la médula.

Hoy os traemos noticias de un nuevo proyecto independiente que, pese a transitar por los oscuros senderos de los bosques hoyados en cientos y cientos de “slashers”, nos ha llamado la atención, no solo por el entusiasmo de su joven director y guionista, Jason Christopher, si no también por desollar, hasta la esencia más pura, el subgénero de los “backwoods” – cuya mejor traducción, para un servidor, sería “bosques siniestros” –, lo que viene a ser: jóvenes cachondos escondidos en los recóndito del bosque, dándole caña a sus gónadas, antes de ser destripados por un sádico, o sádicos, cualquiera. La reducción de la base es tal que no hay tiempo ni lugar para engaños, sabemos de antemano lo que vamos a presenciar – y de que forma, dado su humilde origen –, pero seamos sinceros: ¿Qué ganamos dando vueltas o engalanando un subgénero que solo ofreciendo con descaro sus mejores y más primitivos valores es cuando llega al espectador (véase Wrong Turn o The Orphan Killer)?

Precisamente, eso es lo que promete Jason, hablando abiertamente de un tributo declarado al cine slasher de las décadas de los setentas y ochentas – con unas jugosas gotas de “torture porn”, añadiría yo –. Un homenaje al cine que tanto ha disfrutado el bueno de Jason – significativo nombre, ¿verdad? –, como tantas de las almas que leéis estas palabras. Pero no se trata tan solo de palabras propias de un “padre” orgulloso. Y es que la norteamericana Down the Road viene avalada por una reconocida trayectoria en pequeños festivales especializados en terror. Cuenta en su haber con el premio al mejor largo de 2011 en el Shockfest celebrado en Los Ángeles y los galardones al mejor director y mejor actor, Brian Gallagher, otorgados en el HorrorQuest de Atlanta.

Pese a una breve carrera, el único largometraje anterior sería un desconocido thriller llamado The Pendant, este inteligente cineasta se ha sabido codear con actores bregados en el terreno del cine independiente como el citado Gallagher (Six Degrees of Hell, Calendar Girl) o Clint Howard queridísimo actor, encuadrado mayoritariamente dentro del fantástico, que protagonizó una de mis “caspamovies” favorita: The Ice Cream Man, si no la has visto… ¡corre a por tu helado!

Pero no solo a nivel de actores se ha arropado Jason, ni más ni menos que Victor Miller, el escritor de la Viernes 13 original, ha asesorado el libreto definitivo. Todo un aval que espero sirva para encontrar un buen distribuidor – los primeros contactos parecen ser prometedores – que lleve Down the Road a todos los hogares de aquellos capaces de vibrar con una simple película de atractivos jóvenes siendo asesinados y torturados antes, durante y después del acto que tanto nos gusta. Así que esta noche, encima, debajo, de pie, de lado o a lo perrito… vigilad vuestra espalda.