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Hollow (Đoạt Hồn)

Me suena pero no del todo

Inocencia ahogada la de una niña de seis años que acaba sus días bajo las frías aguas del rio cercano a la aldea donde vive. Vietnam, país que se resiste a olvidar a sus muertos. Aferrado a la pena, el tío de la pequeña, un oficial de policía, viaja hasta la aldea para reclamar el cadáver. Vietnam, país que se resiste a ver morir a sus hijos. Así nuestro buen policía vuelve a casa no con un cadáver si no con una extraña niña que parece, pero sólo parece, su querida sobrina.

Si hace poco os hablaba de lo pez que ando con respecto al terror filipino, véase “Gemini”, ahora le toca el turno a otro país igualmente de exótico: Vietnam. Una nación que podríamos pensar experta en eso de retratar el horror por aquello de aguantar la famosa guerra que tanto afectó a John Rambo, pero nada más lejos de la realidad. Pocas producciones terroríficas han salido de una industria menos desarrollada que la de sus vecinos. De hecho, confieso que sólo conozco una, precisamente la que se vendió como primera cinta sobrenatural vietnamita: “Muoi”. Fantasmas y escritores que dejan bastante indiferente al espectador. No, a tenor de estos antecedentes no parece que los “charlies” sepan desenvolverse bien en las procelosas aguas de los sustos escalofriantes. No sólo eso, la cinta mencionada se trata de una co-producción junto a Corea del Sur; así que tampoco podemos clasificarla como una cinta propiamente vietnamita.

Es más, durante años llegué a pensar que “R-Point” era una buena muestra de terror vietnamita. Todavía mejor porque mezclaba una trama, ubicada durante 1972, propia del cine bélico con misticismos locales y muertos vivientes. Por desgracia, aunque la acción transcurría en hipotéticas tierras vietnamitas, las localizaciones reales pertenecían a Camboya y la producción era netamente surcoreana.

En conclusión, ¿será “Hollow” la primera y única producción de terror puramente vietnamita? Pues reconozco no tener ni idea. Ni siquiera me sonaba remotamente el nombre de su director, Ham Tran. Por lo visto es un trabajador polifacético, y digo “trabajador” porque su obra parece más bien al servicio de poderosos productores, capaz de trabajar tanto en películas de artes marciales como comedias románticas. Y sin embargo, sabe a poco un breve tráiler que muestra una atmósfera desasosegante, pese a la fuerte influencia de las generalidades del horror oriental. Sinceramente ha despertado mi interés, pese a suscribir la opinión de Mr. Zombie en cuanto al bajo nivel que atraviesa el cine fantástico asiático.

Tenemos niños, tenemos fantasmas, violencia y tradiciones ancestrales que pueden constituir un sabroso coctel, capaz de descubrirnos las bondades de una cultura, la vietnamita, que es toda una desconocida en asuntos del terror. Nada más divertido que sumergirse en una nueva visión del horror, por mucho que al final, como seres humanos, todos temamos las mismas cosas.


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